Remesas en cajas de alimentos, la "salvación" de muchos venezolanos en plena crisis

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Credito: Panorama

24 abril 2018 - Cristina Urdaneta dejó de preocuparse, al menos por un mes. La angustia de rendir su quincena que apenas roza el 5% de la canasta básica del venezolano se disipó por un momento. Adiós a la persecución de los regulados y pausa a la calculadora mental a la hora de estirar la tarjeta de alimentación en el supermercado.

La felicidad en su hogar tuvo forma cuadrada y de cartón. A la puerta de su casa llegó una caja repleta de alimentos no perecederos directo desde Estados Unidos, su salvavidas ante la crisis que se vive en el país.

La hija de mayor de Cristina emigró hace dos años a la ciudad de Tampa, en Florida, Estados Unidos. El motivo que más cobró fuerza en su decisión fue la de ayudar a su familia económicamente.

El 14% de los venezolanos recibió algún tipo de remesa durante el 2017, según la encuestadora Datos.Cada dos meses, la pariente envía desde Estados Unidos una caja para abastecer la despensa de su madre. Lo básico que jamás puede faltar: granos, arroz, pasta, azúcar, leche, aceite, harina de trigo, salsas y enlatados. El paquete suele costar mínimo $100, incluyendo el flete del envío. Todo va a depender del valor y cantidad de productos que se envíen. El traslado de la remesa se cobra por la dimensión de la caja y no por el peso.

Las cajas son enviadas desde cualquier parte del mundo a Venezuela. Mayormente provienen desde Barcelona, Londres, Miami, Madrid o Panamá, latitudes donde ha crecido exponencialmente el número de venezolanos en el exterior.

Según cifras oficiales de 2016, un 42% de las remesas procedía de Europa y el 40% de Norteamérica. El primer país desde el cual se envían remesas es Estados Unidos y el segundo es España.

Esto se debe, para Luis Maturén, presidente de la encuestadora Datos, a que esos países fueron los primeros receptores de migrantes venezolanos, quienes ya se consolidaron, producen excedentes y pueden ayudar a sus familiares. “Pero en la segunda oleada migratoria, con destino Suramérica, probablemente se consolide y comiencen a enviar más divisas. Se calcula que unos tres millones de venezolanos mayores de 18 años están recibiendo dinero enviado desde el extranjero”, aseguró el estadístico.

El comerciante Enrique Matheus emigró desde enero a Estados Unidos, Desde el primer mes de su estancia envía una caja de alimentos. Gastó $150 en un mercado para su familia en Maracaibo. Aparte de la comida, el zuliano envió repuestos para su carro Ford que le costaron alrededor de $100. En las cajas no importa la mezcla de productos que se introduzcan, siempre y cuando no sea nada restringido.

La caja más económica tiene un costo de 45 dólares y la más cara 100 dólares con impuesto incluido, aunque todo depende de la compañía encargada del traslado. Llegan a la casa o a una oficina en Venezuela donde las pueden retirar.

Aparte de alimentos, pañales y artículos para bebés son los productos más demandados a la hora de enviar. Los artículos de higiene personal también entran en la lista de lo que piden los familiares en Venezuela.
Ante el desabastecimiento y los altos precios de los alimentos importados en Venezuela enviar dinero en efectivo a los familiares en el país quedó como una segunda opción.

“Los supermercados están vacíos en Venezuela, puedes enviar todo el dinero del mundo, pero no sirve de nada porque no se puede comprar ningún producto. En vez de enviar $100 en efectivo, prefiero enviar una caja con alimentos y medicinas que se que necesita mi familia”, opina Sara Márquez, una caraqueña residenciada en Panamá.

En España, el costo del envío de paquetes promedia entre los seis y los 10 euros por kilo, un importe que multiplica varias veces el valor original de los productos y que obliga a los clientes a formar grupos para obtener tarifas reducidas al mandar volúmenes más grandes.

Para Cristiana Morillo es muy importante enviar productos que no tengan la fecha de vencimiento próxima. “Apoyo a mis padres con productos de primera necesidad y evito alimentos que caducan en una semana, porque no es rentable. Mis padres son ancianos y estar buscando productos por toda la ciudad no es una opción para ellos, estoy más tranquila si reciben la encomienda directo en la casa”, dice.

El tiempo de entrega de un envío aéreo es de una a dos semanas. Mientras que la carga marítima tarda entre tres y cinco semanas para ser entregada en Venezuela. La tarifa para envíos aéreos es de 4.5 dólares por libra (450 gramos) aproximadamente; en los envíos marítimos, 18 dólares por pie cúbico.

América Latina representa el 12% de las remesas que reciben los venezolanos. De ese porcentaje, 6% corresponde a Colombia como el país en el que más criollos envían provisiones a sus familiares. Le siguen: Argentina, Chile, Ecuador y Perú.

La ola de envíos para aliviar la escasez llevó a pequeñas empresas de remesas y paquetería a ofrecer servicios “puerta a puerta”. Muchas de ellas son de emprendedores criollos que han visto un nuevo negocio a raíz de la crisis.

En la ciudad del Doral, en Estados Unidos, donde existe una enorme colonia venezolana hay cerca de 50 empresas de envíos. Algunas tienen hasta el servicio de hacer la compra en el supermercado, reempacarla y enviarla.

“Enviar comida a mis parientes en Venezuela se ha vuelto parte de la realidad de mi familia. Si antes vendíamos $50 para enviarle a mi abuela, los bolívares al cambio le rendían para un mes, pero cada vez hay que enviar más y frecuentemente”, dice Daniela Troiani.


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La fuente original de este documento es:
Panorama (http://www.panorama.com.ve/experienciapanorama/Reportaje--Remesas-en-cajas-de-alimentos-la-salvacion-de-muchos-venezolanos-en-plena-crisis-20180423-0055.html)



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