Desde el conuco

Mujeres de café

"Sin la mujer, la vida es pura prosa".

Rubén Darío

Mujeres de café, fuerza creadora, luz de retoños y esperanzas. En estos campos donde se dibujan las hermosas montañas de tupidos colores y de un mágico olor característico que se esparce desde la humeante taza de la infusión universal que nos despierta cada día. En estos pueblitos de café viven los seres más hermosos de este mundo, almas maravillosas que dan vida a tanta historia viva que se desliza entre quehaceres y cariños que acarician los sueños de la vida. Ellas dan forma a una historia patria invisibilizada por el rudo transitar en una realidad repleta de precariedades, solo revivida por el amor que salpican y que se esparce sutilmente entre risas y llantos.

La mujer de café que vive entre montañas, es quien con sutileza acompaña el rudo trajinar que el campo imprime, es el primer café de la mañana que nos despierta al nuevo día, es el desayuno en el conuco, es la alegría de regresar después de un ardua tarea de la jornada diaria, es la madre protectora de la vida que nace en todas las jornadas, es el placer de compartir y motivar el día.

En todos estos rincones de la patria, habitan tantos corazones entusiasmando y empujando la vida. Son pedacitos de este cielo, esparcidos por todos lo senderos dónde los pájaros transportan el mensaje que nos envían las flores que despiertan al sol en cada amanecer. Las mujeres de café son quienes le dan forma a este mundo vestido de todos los colores que destila el aliento a vida mas puro conocido.

Las mujeres de café son la expresión sublime y el invento mas puro del regalo de Dios. En ellas se resume la fuerza necesaria para enfrentar un mundo roído por tanta maldad humana que se ha regado entre la multitud. Mujeres de café, madres anegadas y entregada a los hijos del mundo y a su trabajo junto la tierra y el bosque que nos da cobijo. Son las abuelas que atesoran en sus cabellos blancos, toda una historia de una patria que se esconde en cada aleteo de mariposa libre. Ellas son las que entregan su vida entera para abonar con sus aromas este cultivo de las pasiones ancestrales.

A ellas, a las mujeres de café, todos los aplausos de la vida.



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Toribio Azuaje

Campesino y Conuquero. Docente

 toribioazuaje@gmail.com      @fraguaobrera

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