Francia: Una mujer enfrenta en juicio a más de 51 hombres por violarla inconsciente en encuentros que organizaba su marido

Van a juicio 51 hombres que abusaron sexualmente de una mujer quien era narcotizada por su marido

Van a juicio 51 hombres que abusaron sexualmente de una mujer quien era narcotizada por su marido

Credito: Agencias

Un escándalo sacude a la sociedad gala‚ al destaparse uno de los casos más aberrantes de abuso sexual contra una mujer que había sido violada por varios hombres múltiples veces al ser narcotizada por su propio marido. Gisel P.‚ de Carpentras en el Sur de Francia‚ fue violada sin su conocimiento por más de 72 hombres que acudían a su casa por invitación de su esposo.

A diferencia de otros casos de abuso sexual, donde el objetivo podría ser el lucro o el poder, lo que impulsaba a Dominique Pelicot era el placer del voyeurismo, reveló en un informe EFE. La desviación sexual del hombre, descrita por los psicólogos como una "personalidad perversa", lo llevó a buscar la gratificación en la sumisión total de su esposa, un placer oscuro en observar cómo otros hombres la tocaban y la violaban.

Un bombero, un periodista, un comerciante, un simple jubilado, un repartidor o un funcionario de prisiones. Algunos eran padres estupendos, maridos atentos e incluso entrañables abuelos. Las normas, esa era la única regla, estaban claras cuando acudían a aquella casa: aparcar en un colegio cercano, entrar sigilosamente, evitar el olor a perfume o tabaco, desvestirse en la cocina para evitar olvidar prendas en el dormitorio y calentarse las manos en el radiador para no despertarla. Todos ellos, 72 hombres de entre 21 y 68 años, participaron de forma separada o en grupos en la violación de una mujer cuyo esposo drogaba a lo largo de nueve años para que fuese agredida sexualmente‚ hasta en 92 veces, en su propio hogar‚ mientras él grababa las acciones sexuales o el mismo participando en las agersiones. La mujer, pese a que fue al psiquiatra por las lagunas de memoria que le provocaba la medicación que ingería de forma inconsciente, solo supo lo que le había ocurrido el día que recibió una llamada de la policía.

El juicio que comenzó el día lunes en la ciudad de Aviñón‚ se considera uno de los más importantes‚ por la cantidad de acusados y de agresiones sexuales nunca vistas en la historia de Francia. Los cinco magistrados han sentado en el banquillo a 51 hombres y casi nunca en un proceso de este tipo las pruebas son tan claras sobre lo ocurrido.

Lo más inusual y sorpresivo del caso es que policía descubrió casi por casualidad‚ cuando el 12 de septiembre de 2020 los guardias de un supermercado de Carpentras (sur de Francia) detuvieron a Dominique P., un jubilado de 68 años. El hombre estaba siendo investigado por haber colocado un teléfono móvil oculto dentro una bolsa para grabar por debajo de las faldas de las mujeres que hacían la compra en el local. Cuando la policía allanó y registró su domicilio, al conectar su computadora encontró un archivo titulado "Abusos" el cual que contenía más de 20.000 fotos y vídeos que el jubilado había catalogado de forma meticulosa con una fecha, un nombre o un apodo, y un título pornográfico. Las carpetas almacenaban las violaciones a las que había sometido a su esposa, con la que llevaba casado 50 años y con quien tenía tres hijos.

La víctima descubrió en la comisaría policial que desde 2011, su marido, a quien describía como "un tipo genial" antes de ser consciente de los hechos, la entregó a decenas de hombres mientras ella dormía bajo los efectos de medicamentos como benzodiazepinas, que le producía un estado que no le dejaba ningún recuerdo y que la sumía en una suerte de coma. Sus hijos insistían en que visitase a un psiquiatra pensando que podría sufrir un principio de Alzheimer que le provocaba aquellas lagunas en la memoria. "Me da asco, me siento sucia, mancillada, traicionada. Es un tsunami, es como si me hubiera atropellado un tren de alta velocidad", le dijo al juez al conocer los hechos, según publicó la agencia AFP.

Dominique P., un padre de familia supuestamente modélico y amante de las excursiones en bicicleta, publicitaba la posibilidad de violar a su mujer en el chat de un foro que tituló "Sin su conocimiento". Según ha publicado el periódico Le Monde, solo dos de esas 72 personas ―algunos la violaron hasta seis veces― se negaron a participar tras el ofrecimiento del marido. Una de ellas, un aficionado a los clubes de intercambio de parejas y al llamado libertinaje, habló durante días con el acusado que trataba de convencerle para que formase parte de los abusos. Finalmente, explicó, renunció porque consideró que se trataba de una violación. A pesar de ello, no alertó a la policía.

La mayoría de acusados señaló ante la policía que la víctima simulaba estar dormida y que eso, en realidad, era la gracia del supuesto juego: un "delirio de una pareja libertina", lo describieron. Como ese trabajador de la construcción, de 54 años, que habló de "una fantasía", sin sentir ni la intención ni la impresión de cometer una violación, pero obedeciendo, "desconectado", las directrices de Dominique P., a quien describen como un "director de orquesta". "Su juego consistía en que su esposa fingía estar dormida", según uno de ellos.

Los testimonios que recoge Le Monde subrayan la atrocidad de la historia. "No es una violación porque fue su marido quien lo propuso", se defendió un electricista de 55 años. Un jubilado, hoy de 68 años, incluso llegó a hablar de "una violación involuntaria". Algunos, como un exmilitar, admitieron ser conscientes de que la mujer se encontraba bajo un estado de sumisión química. Este sabía que "él drogaba a su esposa, quien no estaba de acuerdo en tener relaciones sexuales con otros hombres". Ninguno sufre de alguna patología psíquica reseñable, pero todos, según los expertos forenses, tienen un sentimiento de "omnipotencia" sobre el cuerpo femenino.

La víctima Giséle P., de 72 años, llegó al tribunal, rodeada de sus abogados y de sus tres hijos para el inicio del juicio en Aviñón, que se prolongará hasta el 20 de diciembre. La mujer asistirá al testimonio de los 51 acusados, de los que solo 18 se encuentran en prisión preventiva. Giséle P. deberá ahora revivir en diferido las violaciones a las que fue sometida durante 9 años y de las que jamás tuvo la mínima consciencia.



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