Pareciera que la tendencia en el mundo actualmente es tapar una tragedia por otra. La segunda palidece a la ya existente haciendo que el mundo la olvide progresivamente, hasta que surja una nueva, ocultando a la segunda y así sucesivamente, haciendo realidad el viejo refrán de “Un clavo, saca otro clavo”.
Triste realidad, los problemas no se resuelven, se pospones o se olvidan y los pueblos que los sufren sumidos en realidades muchas veces espantosas, y como dice un tango interpretado por Gardel el Mundo gira y gira y los problemas se acumulan, se acumulan.
Hoy las miradas del orbe están enfocadas en el caso de Palestina y la espantosa situación de Gaza, región ésta que el Criminal de Guerra, Netanyahu, presidente de Israel, anuncia, violando toda norma del Derecho Internacional, que se propone expropiarla, por la fuerza, dejando a la deriva a los miles de ciudadanos que legítimamente están allí asentados.
Allí, los medios han documentado millares de muertos, la ciudad en ruina, los niños muriendo de hambre, lesionados e inválidos por los bombardeos que se pueden ni contabilizar. Una de las mayores tragedias de la humanidad en los últimos años, sin que haya poder alguno que pueda parar esta situación, porque Israel y los Estados Unidos, como hermanos carnales, son responsables y los demás países del mundo no se pronuncian o se mantienen con los brazos cruzados para no enfrentarse a Estados Unidos.
El Silencio y la Pasividad, rayan en la complicidad y nuestro mundo ve cometer los crímenes sentados desde cómodas butacas, por TV, campaneando un trago de Whisky y lelos a través de la Redes Sociales.
Justo ese Silencio y Pasividad que raya en la complicidad se observa también el caso de la República de Haití, el primer país que se libero del Colonialismo, hoy sumido en una violencia inusitada y una miseria escandalosa.
De acuerdo a lo que informan medios internacionales en Haití hay tropas desplegadas como parte de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad. Entre ellos se encuentran Bahamas, Bangladés, Barbados, Belice, Benín, Chad, Jamaica y Kenia. Estados Unidos también ha tenido presencia militar en Haití.
Y de qué Seguridad Hablan, y a qué seguridad apoyan, porque lo que se observa y se informa es que en Haití, reina la inseguridad y bandas de todo tipo controlan todo su espectro, mientras la población está a merced de la violencia.
La crisis humanitaria en Haití es demasiado difícil cuantificarla. Por un lado el tema de la seguridad interna que es totalmente caótica, la violencia de las pandillas que allí se multiplican a diario es incesante. Si a eso le agregamos la crisis alimentaria y la pobreza extrema, el cuadro es realmente trágico.
Las cifras son escalofriantes:
“En Haití, alrededor de 1.6 millones de personas enfrentan niveles de hambre de emergencia, mientras que 5.4 millones, más de la mitad de la población, sufren de hambre aguda. Estos datos provienen de la última evaluación de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF)”.
Adicionalmente la hambruna a nivel de los niños es sencillamente escandalosa:
“Adicionalmente, algunos informes indican que 6,000 personas, incluyendo niños, están experimentando niveles catastróficos de hambre (Fase 5 de la CIF), lo que indica que están al borde de la hambruna”.
Frente a este panorama, el Genocidio en Palestina continuará llamando la atención de los medios y palideciendo la dramática situación haitiana.
No sabemos hasta cuando continuará la agresión israelita, ni los resultados finales de la misma, pero lo que si sabemos y es la situación de Haití se agravará más y que continuará minimizada por medios y sin la atención debida de los Organismos Internacionales.
Estamos frente a dos grandes tragedias donde la humanidad se encuentra paralizada, quizás a la espera de una tragedia mayor que las oculte a las dos y fije su atención en alguna hecatombe mundial. Tiempos oscuros vive la humanidad.