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Seis de Agosto. Se cumplen 80 años de una de las mayores tragedias, producida por el propio hombre contra si mismo.
Cuando los tambores de la guerra comienzan de nuevo a retumbar con fuerza, nos llega, del pasado como si fueran espantos fantasmagóricos, los recuerdos de dos nombres, Hiroshima y Nagasaki, que recuerdan como los auto nombrados "seres humanos", pueden llegar a cometer las acciones más aberrantes, en el nombre de Dios y la Libertad.
Dios y la Libertad, han sido excusas históricas para cometer crímenes de toda índole, pero que detrás de esos conceptos, los que verdaderamente se esconde son las apetencias y ambiciones por el poder y control de del mundo.
A nivel ideológico, Dios y la Libertad, han sido los motivos esgrimidos para las causas más innobles y la Guerra, su instrumento, para logar sus fines, la hegemonía mundial.
"Hasta la fecha, estos bombardeos constituyen los únicos ataques atómicos de la historia. Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki, totalizando unas 246 000 muertes".
Esta es la cifra que aportan sitios web internacionales como Wikelis, pero quizá se quedan cortas, porque en tragedias de tal magnitud la precisión de datos no tiene toda la certeza posible.
Pero si estas cifras nos parecen espantosos, imagínense, si es que nuestra mente en capaz de imaginar, la magnitud del desastre que puede generar una guerra generalizada en nuestro planeta, en pleno silgo XXl, donde la industria armamentística ha llega a tales niveles de sofisticación con bombas nucleares de destrucción masiva y armas biológicas y químicas que espantan por su mortalidad.
Cada día, los países con alta tecnología, capaces de crear estas poderosas y destructivas armas, se excusan para ello con una expresión ya común, Son armas disuasivas, y así las van produciendo y almacenando para en el momento que consideren oportunas utilizarlas, sin contemplación alguna.
Pero si Uds. se ponen a ver y pensar, se preguntaran ¿A quién disuaden? Porque si Ud. hace una pequeña retrospectiva del panorama mundial, puede observar, que gran parte del globo terráqueo está en guerra y la producción de armas, para algunos países, se ha convertido en un negocio de tal magnitud, que no existir, sus economías tendrían que declararse en bancarrota. Es decir que viven como carroñeros, de la muerte, porque en ese afán de ganancias, les venden armas a sus propios pueblos e incitan el odio y el enfrentamiento, para provocar su venta.
¿A cuánto asciende el poder Nuclear en el Mundo?
En el mundo hay actualmente unas 12.500 armas nucleares, según la ONU. Y aunque lograr el desarme nuclear mundial ha sido uno de los objetivos más antiguos de las Naciones Unidas, desde 1946, aún hoy hay una "frustración debido a la lentitud del desarme nuclear".
Y estas son cifras que se quedan muy cortas, primero, por la incapacidad de la ONU, de hacer inspecciones in situ, y segundo, porque existe un desarrollo de nuevas armas undergraund, desconocido por los propios países que tienen poder nuclear, no descartándose incluso, que el espacio, el nicho que nos envuelve a todo, también este siendo utilizado a través de toda la tecnología espacial-satelital, para minarlo también de armas nucleares.
La Biblia en Génesis 3:19, dice: "…..pues tierra eres y en tierra te convertirás". Parece que esa profecía, la cumple el hombre al pie de la letra, no para buscar el pan que lo sustentará, sino, para cavar su propia tumba, por el deseo insaciable de poder.
Una Guerra Mundial, con el actual poderío nuclear que se encuentra en los anaqueles de las grandes potencias, convertirá a la tierra, en tierra, en polvo y se llevará consigo a todo tipo de vida que conocemos y la que no conocemos. "El hombre inventó la bomba atómica, pero ningún ratón en el mundo, construiría una trampa para ratones" Alberto Einstein.