Resistencia indígena y producción de alimentos en el estado Lara y Occidente del país

Expresiones en nuestro territorio, Venezuela, antes de la llegada de los españoles

Basado en el trabajo "La población indígena en la Provincia de Venezuela" de la Dra. Otilia Margarita Rosas Gonz (2015), describimos:

Entre las décadas tercera y cuarta del siglo XX se llevaron a cabo diversos estudios arqueológicos que señalaron que el poblamiento del territorio que hoy conocemos como Venezuela, tuvo sus orígenes en dos grandes olas migratorias, una en el Occidente y otra en el Oriente. La primera provenía desde América Central y el Oeste de Suramérica (eje occidental N-S); la segunda había llegado del Este de Suramérica, siguiendo hacia las Antillas (eje oriental N-S), incluyendo las influencias provenientes del Noroeste de Suramérica hacia el Sureste del continente. La variedad de patrones culturales infiltrados en estas olas migratorias entraron en contacto al presentarse desplazamientos humanos de Este a Oeste y viceversa. El contacto produjo la formación de corredores o rutas de poblamiento así como las variantes resultantes del intercambio cultural. Se reproducía en este territorio la famosa "H" de la teoría homónima sobre poblamiento americano expresada por Osgood y Howard (1943). Siguiendo los planteamientos de este primer modelo teórico surgieron otros que intentan complementarlos. En este sentido, se ha dicho que estos corredores migratorios propiciaron una dicotomía cultural donde la característica primordial se basaba en el tipo de cultivo agrícola, lo que tendió a diferenciar al Occidente con el cultivo del maíz, y al Oriente con el de la yuca. Por otro lado, desde una perspectiva lingüística, también se habla de una dicotomía, donde dos grandes troncos se destacan, el arawak y el caribe, cuyos orígenes se sitúan hacia el centro de Suramérica. Se estima que los primeros grupos que se asentaron en este territorio pertenecían a la familia lingüística arawak, a esta también se les ha adjudicado la infiltración y posterior auge de la agricultura. Más tarde habría irrumpido en este escenario otra ola migratoria proveniente del Oriente que se expandió hacia el Occidente encontrándose con los grupos asentados, lo que provocaría su fragmentación y, arriesgamos a afirmar, a producirse un proceso de cambio cultural.

Por otra parte, las evidencias arqueológicas locales llevaron a la enunciación de clasificaciones específicas. Siguiendo esta línea de ideas, Cruxent y Rouse (1961) formularon una propuesta en 4 etapas evolutivas, que aun siendo de corte descriptivo, dio cuenta de las diferencias geográficas regionales y de los vínculos con áreas vecinas, esta obra culmina en una teoría sobre el desarrollo cultural que enfatiza la dicotomía entre el Occidente y Oriente del país. Estas etapas son:

Paleo-Indio (22000 - 7000 a. p.), caracterizado por una tecnología de artefactos líticos, subsistiendo en base a la recolección y la cacería directa y semidirecta de megafauna, lo que conllevaba una constante movilidad para evitar la sobreexplotación de los recursos naturales. Este nomadismo imponía una cultura material ligera, es decir, que permitiera la transportación de la misma sin mayores complicaciones

Meso-Indio (5000 - 1000 a. C.), se inició aproximadamente 7000 años antes del presente en Venezuela. La extinción de la megafauna producida por los cambios climáticos, llevó a un cambio en los patrones de subsistencia. Se intensifica la recolección de frutos, raíces y tubérculos, la cacería se dirige hacia pequeños mamíferos, y especialmente se desarrolla la explotación de recursos marinos en las costas. Hubo, a su vez, una mayor especialización tecnológica. Esta etapa tiene un carácter de transición entre el paleo-indio y el neo-indio ya que en ella coexistían patrones característicos propios de ambos períodos. Se produjo cierto sedentarismo que puso en marcha la búsqueda de nuevos recursos, como la domesticación de plantas. Esta fue una época de navegación y exploración marítima, de ahí que fueran pobladas nuevas áreas, particularmente en las Antillas, con contingentes que vendrían de Tierra Firme

El Neo-Indio (1000 a. C. - 1500 d. C.) se caracterizó por la adopción de un sistema agrícola eficiente, lo cual permitió el establecimiento de comunidades permanentes cuya subsistencia se basó principalmente en las plantas cultivadas. La agricultura se complementó con la caza, la pesca, la recolección y la cría de animales domésticos, la producción variada de bienes materiales elaborados de diversas materias primas (piedra, barro, hueso, concha, madera y otros productos más perecederos como plumas, semillas y fibras) y la eventual especialización de diversas artesanías. La cerámica constituye uno de los indicadores más abundantes y diagnósticos de esta época.

El Indo-hispano (1500 d. C. - presente), se inicia con el contacto con los europeos. Desde una perspectiva arqueológica y etnohistórica, es la etapa menos estudiada.

La teoría de los dos grandes ejes de desarrollo cultural de Cruxent y Rouse ha sido modificada al postularse otro centro, el andino, que se basó en el cultivo de tubérculos como la papa (Solanum tuberosum). Wagner (1988) definió 3 patrones culturales distintos: Patrón andino (regiones altas de los Andes), patrón sub-andino (altitudes más bajas, caracterizadas principalmente por el cultivo del maíz) y patrón de selva tropical (que coincide con el centro oriental de Cruxent y Rouse). El Patrón andino centrado en los altos Andes se identificaba por: Las construcciones de piedra, las terrazas agrícolas, los mintoyes, los santuarios en cuevas, los entierros complejos y una variada parafernalia ceremonial. En relación con la subsistencia, los cultivos principales parecen haber sido la papa y otros tubérculos parecidos a la papa (oca y olluco). Es precisamente en el área de piedemonte andino donde se han hallado hasta ahora las primeras evidencias sobre vida sedentaria en el continente. Por otro lado, hay que agregar que en los últimos años se están recolectado datos sobre otros centros que van más allá de la interacción regional como la Esfera de interacción del Orinoco y la costa venezolana oriental y la Esfera de interacción del Noroeste de Suramérica, evidenciado por nexos estilísticos cerámicos entre el Noroeste de Suramérica y las Antillas Mayores.

El trabajo de Cruxent y Rouse, fundó las bases para las investigaciones arqueológicas posteriores que han hecho énfasis en los estudios regionales, en períodos específicos. Una de ellas el de Sanoja y Vargas.

Sanoja y Vargas (1991) describen tres grandes períodos histórico-sociales:

La Formación Social Apropiadora de Alimentos o de Recolectores y Cazadores (16.000 a. p. -3.000 a. p.), antes llamada Formación de Cazadores y Recolectores

La Formación Social Productora de Alimentos o Tribal (3.000 a. p. - 1.500 d.C.), llamada anteriormente (1974) Formación Social Agricultora, la cual coincide más o menos con la época neo-india de Cruxent y Rouse. Se compone de dos fases de desarrollo histórico: la igualitaria y la jerárquica, que corresponden a lo que denominaron respectivamente Modo de Producción Tropical y Modo de Producción Teocrático. La fase igualitaria se caracterizó por dos Modos de vida Igualitario (Vargas 1990). Uno, llamado Vegecultor, donde los tubérculos tropicales, especialmente la yuca (Manihot esculenta Crantz) era el cultivo básico, y corresponde, hasta cierto punto, al concepto de Cultura de Selva Tropical de otros autores. El otro, llamado Semi-cultor por la agricultura de granos, basada en el cultivo del maíz (Zea Mays) como producto alimentario dominante. Por su parte, en la fase jerárquica, "las relaciones sociales de producción basadas en el parentesco, devienen progresivamente desiguales, destacándose determinados linajes que controlan la fuerza de trabajo, la distribución y el consumo de determinados bienes materiales

La Formación Indohispana (1.500 d.C. – 1.700 d.C.), con el Modo de Vida Colonial Venezolano. Definen la fase Indohispana desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XVII, caracterizado por la coexistencia y la convivencia de las tradiciones aborígenes y las hispanas dentro del marco de capitalismo mercantil, para ser suplantado a partir del siglo XVIII, por un régimen muy definido de subordinación económica, cultural y política a la metrópolis que implicaba la desaparición definitiva de las formas culturales y tradicionales técnicas aborígenes

Orientados por Sanoja y Vargas, hagamos un breve paseo histórico, por el Estado Lara, haciendo énfasis en lo alimentario, en lo gastronómico:

Las regiones subandinas del actual estado Lara, ocupadas desde 10.000 años antes del presente por bandas de recolectores cazadores, fueron el asiento -hacia 3000 años antes de ahora- de antiguas poblaciones agroalfareras como la de Camay, área de Carora, vinculadas a la Cultura Valdivia de la costa ecuatoriana, las cuales parecen haber operado la domesticación secundaria de razas locales de maíz, propiciando así el surgimiento de una forma de vida sedentaria fundamentada en el cultivo del maíz, de la auyama, posiblemente de la yuca amarga y de diversos frutales como la papaya o lechosa. De igual manera, parecen haber originado cultivos como el algodón cuyas fibras se empleaban para fabricar tejidos y telas diversas. La decoración de las vasijas de barro sugiere que conocían también diversas técnicas para la manufactura de cestería, similares a las que se infieren de la decoración de las vasijas manufacturadas por las antiguas poblaciones valdivianas de la costa del Ecuador.

Las poblaciones indígenas que habitaban en Camay, Estado Lara, manufacturaban y utilizaban ollas y recipientes de pequeño tamaño para la preparación de sus alimentos (Sanoja 2001). Esta característica es compartida también por los pueblos que habitaban el sitio La Gruta, en el Medio Orinoco, hacia 650 años antes de Cristo (Vargas-Arenas 1981). Llama la atención la existencia en ambos de una manera común de aproximarse a la preparación y el consumo de alimentos utilizando recipientes de poco volumen que se prestan a formas de consumo individual dentro del marco de la familia nuclear.

En el valle de Quíbor, Estado Lara, las investigaciones arqueológicas nos han permitido reconstituir los equipos individuales de recipientes para preparar y consumir los alimentos. Ya alrededor del año 700 de la era, cada mujer o persona encargada de la cocina disponía de un conjunto de ollas globulares para cocinar y almacenar agua, al mismo tiempo que varias jofainas y cuencos para presentar la comida. Así mismo, cada fogón tenía asociado un pequeño bol trípode, decorado con motivos geométricos pintados en rojo, blanco y negro, el cual se empleaba, al parecer, durante la preparación misma de los alimentos, para las ofrendas rituales de comida a los muertos u otras divinidades que presidían la esfera de la vida social doméstica femenina (Sanoja y Vargas 1999).

Durante el último milenio antes de Cristo, diversos grupos humanos desprendidos de las antiguas poblaciones agro-alfareras del estado Lara, colonizaron la cuenca del lago de Maracaibo, estableciendo una red de aldeas sedentarias que se prolongaba hacia las planicies del territorio de la Guajira y el noreste de Colombia. Para comienzos de la era cristiana ya se había constituido en el noroeste de Venezuela lo que podríamos considerar un oekumene arawako. El núcleo de dicha formación social se hallaba localizado en los valles subandinos del estado Lara, donde se estaba produciendo para aquella época la consolidación de una sociedad política, social y culturalmente jerarquizada. La organización económica se apoyaba en una agricultura intensificada mediante la utilización de sistemas de regadío y cultivo en terrazas artificiales, lo que permitía obtener una importante producción excedentaria

La antigua sociedad igualitaria arawaka que habitaba el territorio del actual estado Lara comenzó a devenir desigual al dividirse la comunidad original en linajes endógamos, segmentaciones de la comunidad originaria cuyos individuos se reconocían como descendientes de un antepasado mítico o tótem y preservaban su identidad grupal mediante uniones matrimoniales entre miembros del mismo linaje o endogamia. De esa manera se preservaba el patrimonio comunal y se mantenían las relaciones de dominación política que ejercía la élite social sobre las personas del común

En algunos linajes de las antiguas sociedades jerárquicas larenses se produjeron procesos de acumulación de fuerza de trabajo, particularmente de artesanas y artesanos, quienes trabajaban las conchas de moluscos marinos y terrestres y los huesos de ciertos mamíferos para producir una compleja industria de pectorales alados, cuentas de collar, pendientes, pulseras, cubre sexos, tapaojos y demás adornos corporales que eran utilizados como parafernalia funeraria. De igual manera, rasgo que ya había aparecido desde siglos anteriores, se producía gran cantidad de cerámica funeraria, cestas y tejidos de algodón o cocuiza como ofrendas votivas para enterramientos humanos localizados en grandes necrópolis donde se inhumaban centenares de difuntos

La región noroeste de Venezuela tuvo como núcleo central el territorio integrado por los valle del río Tocuyo, Carora, Quíbor y el valle del río Turbio, el cual parece haber funcionado desde comienzos de la era cristiana como el centro de una economía mundo cuya vasta periferia comprendía el territorio de los actuales estados Yaracuy, parte de Carabobo, Falcón, Zulia, Trujillo y Mérida, y quizás la periferia más lejana; el valle de los caracas, los actuales territorios insulares venezolanos, además de Curazao, Aruba, Bonaire y las remotas islas antillanas.

Lo anterior se ha visto confirmado con base en las más recientes investigaciones arqueológicas y etnohistóricas realizadas en el Estado Lara, las cuales demuestran que para el siglo XVI ya existía en aquella región del noroeste de Venezuela una extensa y compleja sociedad de tipo Estado, es decir, políticamente compleja sin alcanzar la materialidad de los Estados arcaicos, la cual correspondía geohistóricamente con el territorio ocupado por el señorío de Manaure, cuyo lugar central se localizaba en la región integrada por los valles del río Tocuyo, el valle de Quíbor, el valle de Carora y el valle del río Turbio, este último hoy Barquisimeto.

Ahora bien, indaguemos un poco más sobre quienes eran esas poblaciones aborígenes en el Estado Lara y Occidente, como surgieron y desarrollaron? Que producían y que comían? ¿Como eran sus modos de vida y de trabajo? Veamos.

CAQUETIOS

Caquetío fue un pueblo indígena americano perteneciente a la familia de los arawakos que ocupó amplios territorios en el occidente de Venezuela (estados Falcón, Lara, Yaracuy y Apure). Era un pueblo de cazadores-recolectores

Los caquetios estaban divididos, un grupo se encontraba al norte de Falcón, cerca de Coro, los cuales eran llamados Caquetios de Paraguaná, según la actual división política de Venezuela, esta populosa nación aborigen poseía el Distrito Miranda del Estado Zulia y en Falcón los Distritos Buchivacoa, Democracia y Miranda en su parte baja, todo el Distrito Falcón (Paraguaná), gran parte del Distrito Colina, las costas y parte del Distrito Zamora, incluyendo sus grandes sabanas, la sección Norte del Distrito Acosta y todo el litoral del Distrito Silva

Otro grupo se encontraba en el Estado Lara, ocupaban el valle del Turbio y las sabanas de Barquisimeto y descendían al Sur, aprovechando las favorables condiciones topográficas del terreno, por Sarare y Acarigua hasta las tierras llanas del Estado Cojedes. Colindando con el Estado Yaracuy, eran vecinos de los Ciparicoto, una tribu de habitaba las cosas occidentales, al este de Falcón y gran parte de Carabobo, los cuales en pertenecían a la etnia Caribe, en lugar de Arawak, a la que pertenecen los Caquetios. El pueblo caquetío era caracterizado como pacífico, trabajador y laborioso, y en las faenas agrícolas fue el más sobresaliente. De los Caquetíos que habitaban en Barquisimeto informó Federmann, robustos y bien proporcionados eran los hombres, y tal la hermosura de las mujeres, que indujo a Federmann a llamar aquel valle "de las Damas"

Cuando Nicolás Federmann llegó a Barquisimeto desde Coro describió las viviendas de los Caquetíos en esta región como admirables... "Las viviendas eran construidas una al lado de la otra, en línea, cerca de sus campos cultivados o cerca de los ríos"... de los cuales ellos obtenían los recursos necesarios para su alimentación y subsistencia. Algunas de las aldeas medían hasta una milla, con una o dos calles y hasta 8 familias podían vivir en cada choza". Los Caquetios tenían agricultura muy desarrollada que incluía maíz, yuca y batatas; los del Valle del Turbio habían ideado un sistema de riego para llevar el agua de los ríos hacia los campos de cultivo; comían frutos del cactus, cazaban con arco y flecha venados, tapires y otros animales, que constituían un renglón importante de su dieta.

GAYONES

Estos indígenas pertenecían a la familia de los Arawacos, por tanto con relación directa con los Caquetíos y los Ajaguas. Los Gayones que vivían en los márgenes del Río Tocuyo estaban dedicados a la siembra de maíz, yuca, batatas, etc.; la cacería era otra actividad que llevaban a cabo. Eran indios de características guerreras

Antes de la llegada de los exterminadores europeos, el territorio "Gayón" comprendía desde las estribaciones de la serranía Matatere, ubicada al norte de lo que hoy día se conoce como Estado Lara, en la ancha y larga región llamada antiguamente por nuestros Ancestros: "Aribicoa", el cual incluye a Bobare, Carorita, Duaca y Aroa, para unirse con la zona del Turbio ó Barquisimeto, también con los valles de Quibor, las riberas del río Tocuyo y por su puesto a través de su curso hasta llegar a las montañas que antiguamente se llamaron Dinta y Dinira, es decir, hasta Sanare, Los Humocaros, Barbacoas, Guaríco, Guaitó, Chabasquén y buena parte de la zona alta del hoy llamado Estado Portuguesa.

Para pescar el boca chico, la palambra, las lizas, sardinas, puyón y saltador, utilizaban anzuelos hechos con huesos, arpones y tarrayas. Esta Cultura también desarrollo el sistema de pesca por emborrachamiento, que consistía en utilizar el extracto de la raíz de una planta llamada "Barbaco" que atontaba a los peces y de esta manera solían sacarlos con mayor facilidad.

Los Gayones, fabricaban cerámicas, cultivaron el máiz como alimento básico y prioritario, también cultivaron las caraotas, las lentejas, el quinchoncho, el cactus llamado cadushi, del cual preparaban una harina para hacer sopa como alimento de alta estima y la penca de cocuy horneada como rica fuente de proteínas, el guaje, la auyama, la yuca, la nuez, la palma, el cambur, la flor del Bucare, la cual servía como una deliciosa y nutritiva carne vegetal

AYAMANES

El territorio del pueblo indígena Ayamán, comprendía en tiempos coloniales a los actuales municipios del Estado Falcón, Democracia, Sucre, Federación, Unión y Silva. En el Estado Lara ocupaban desde el Río Tocuyo hasta la Sierra de Parupano en los municipios Iribarren, Torres, Crespo y Urdaneta. Hoy los Ayamanes habitan en el Estado Lara en el Cerro Moroturo, La Venta, Aguada Grande, Las Catalinas, El Palmar, San Miguel de Ayaman, entre otros.

La mayoría de los Ayamanes se dedica a la producción agrícola, en conucos familiares donde cultivan maíz, frijol, quinchoncho, yuca, ñame, caña de azúcar, entre otros productos. En las zonas áridas del valle de Siquisique y en los cardonales de Mátatere siembran sisal y cocuy. Con la fibra del sisal fabrican chinchorros, y con la madera construyen los techos de las casas, trojas, taburetes, bateas e instrumentos para la cacería. El cocuy se hornea para el consumo, y se utiliza en la preparación de bebidas alcohólicas. También recolectan una gran diversidad de frutos como guanajos, buches, cotoperiz, mamones, semerucos y maya. En las regiones boscosas recogen palmas, miel y cera. En algunas comunidades todavía se practica la cacería de venados, dantas, conejos y aves, sin embargo esta práctica ha disminuido significativamente debido a la expansión de hatos ganaderos y a la falta de acceso a tierras boscosas. Los Ayamanes también han incorporado a su economía la cría de ganado, chivo, ovejo, porcinos, y aves los cuales son destinados al consumo familiar y a la venta en mercados locales.

La mayoría de los Ayamanes se identifican como "tureros" o "devotos" del Baile de las Turas.

BAILE DE LAS TURAS

El Baile de Las Turas, ceremonia religiosa practicada etnias venezolanas ayamanes y jirajaras, que sobrevive en el Centro-Occidente venezolano. Se realiza en Falcón y Lara en los Municipios Federación y Urdaneta del estado Lara y Mapararí en el estado Falcón. Es una Celebración de ascendencia indígena donde el hombre rinde culto a la naturaleza, dándole gracias por los frutos recibidos y pidiendo buenas cosechas para el año venidero.

El cronista de Barquisimeto, y censado en el último registro nacional como ayamán, Ramón Querales, recordó que este ritual, que se realiza a principios de marzo y finales de septiembre de cada año, es una de las expresiones culturales que ha permitido que esta etnia no haya sido exterminada en su totalidad por la cultura occidental

Querales explicó que el Baile de Las Turas es una danza ceremonial utilizada por los ayamanes antes del inicio de las cosechas y luego de éstas.

Esta danza se realiza en marzo de cada año para solicitar a los dioses el favor de las cosechas y posteriormente se lleva a cabo a finales de septiembre para dar las gracias por los buenos frutos.

La fiesta comienza en la noche y culmina en la mañana del día siguiente. Entre sus características se encuentra la danza de personas abrazadas y que forman un círculo, como si fuese una serpiente que se mueve alrededor de un gran altar. Danzan hacia adelante y hacia atrás, de derecha a izquierda y viceversa, en sentido contrario a las agujas del reloj. Es liderado y coordinado por capataces y mayordomos. También hay una reina.

El Baile de Las Turas, junto con la producción del cocuy y el tejido de chinchorros, son prácticas socioculturales y económicas ancestrales que ha logrado mantener a este grupo indígena."La danza de Las Turas y la producción de cocuy es una demostración cultural de los ayamanes", expresó Querales

AXAGUAS

Axaguas, Achaguas, Xaguas o Ajaguas: estos indígenas ocuparon el territorio que es hoy el municipio Torres, montes y planicies que rodean a Carora y montañas aledañas a Río Tocuyo. Se afirma que estos indios eran afines de los Caquetíos y pertenecían a la gran familia Arawaca, y se le atribuye que era un pueblo más dedicado a la caza que a la agricultura

Los Ayamanes y los Axaguas comparten (Caza, pesca, tierra y agua) con los Jirajaras.". La explicación para esto es que los Ayamanes y Axaguas eran tribus principalmente del estado Lara, en cambio los Jirajaras eran del sur del Estado Falcón. Las tribus convergían en la frontera de Falcón y Lara, quizás los separaba algún río, por lo que debido a la cercanía hacían intercambios culturales, sociales, etc. Se dice que los indígenas del Estado Lara disponían de sal (que usaban como preservante de sus alimentos) y ostras marinas, utilizándolas como moneda (especialmente los Achaguas), collares y decoración.

Siquisique se formó con indígenas: "Ciparicotos y Arawuacos; Jirajaras, Ayamanes y Axaguas"". Los Ciparicotos, como mencionamos anteriormente, eran una mezcla entre Caribes y Arawacos, y los "Arawacos puros" por decirlo de una forma, eran los Jirajaras, Ayamanes y Axaguas (en el estado Lara y Falcón). Siquisique, al igual que Carora y otras ciudades de Lara, necesitaba de personas para producir y mantener el territorio, siendo los españoles y sus descendientes una minoría, tuvieron que utilizar las poblaciones indígenas de la región, en este caso, Siquisique, es una ciudad al norte del Estado Lara, y estaba rodeada de las tribus mencionadas: Ciparicotos (Caribes+Arawaks) y Arawaks de las tribus Jirajaras, Ayamanes y Axaguas.

RESISTENCIA INDÍGENA

Ahora bien, es importante resaltar que todo este poblamiento y desarrollo de nuestros pueblos originarios no transcurrieron en permanente paz, sino todo lo contrario, se dio en constante lucha contra el invasor español, la Resistencia Indígena fue permanente.

Al respecto Luis Beltrán Acosta nos dice: La conquista y colonización de la Madre Tierra. No fue totalmente pasiva. El rechazo nativo se extendió por toda la geografía de la Madre Tierra, abarcando a todos los grupos aborígenes…la lucha de los indígenas por perpetuarse sobre la faz de la Madre Tierra, a partir de la conquista y colonización española, cubrió todas las formas de resistencia. Se desarrolló en forma pacífica o a través de la guerra. En tiempos de paz, se expresó mediante conductas pasivas, que en muchos casos formaban parte de tácticas de combate; y en condiciones de guerra, la resistencia adquirió ribetes de máxima expresión a través de planes de combate. Entre uno y otro extremo, mediaron diferentes formas de lucha, que hablan de la multiplicidad de las formas de resistencia nativa. Los pueblos indígenas…desarrollaron el espionaje y contraespionaje como tácticas ofensivas y defensivas, en su lucha contra los españoles (…) eran diestros en todas las áreas de guerra. Abrían sus operaciones con el objeto de impactar y desmoralizar a los europeos. Eran comandos ofensivos de acción rápida, y siempre operaban de forma sorpresiva, para distraer o preparar trampas, emboscadas o el cerco contra las fuerzas invasoras…Su entrenamiento implicaba la utilización de las más rigurosas pruebas físicas frente al dolor y abnegación a la causa colectiva de nuestros pueblos ancestrales. (Acosta, Beltrán, 2008)

Como ejemplo de las tácticas de contraespionaje utilizadas por nuestros aborígenes está el famoso mito del Dorado, que tras la quimera o el paraíso perdido buscado por los españoles, los nativos solo pretendían que los invasores se alejaran de los dominios nativos que visitaban en determinado momento.

Este mismo autor sostiene que "La historia de las enseñanzas de la lucha militar indígena, señala que la guerra de guerrillas fue la forma de lucha más utilizada por los llamados indios de guerra"

Igualmente el espíritu indoblegable de los indígenas se puede evidenciar en la afirmación realizada por el historiador Federico Brito Figueroa cuando afirma La violencia es una realidad concreta no sólo al observar la captura legal e ilegal de los indios, en las expediciones, depredatorias contra sus aldeas y en el propio sistema de explotación esclavista, sino también al constatar las acciones de protesta de los explotados contra explotadores, manifestadas a través de la oposición armada, la destrucción de las edificaciones construidas por los conquistadores, asaltos a los conventos e iglesias, organización de rebeliones indígenas. (Brito, Federico, 1987)

Como muestra de este espíritu de guerra de nuestros aborígenes, tenemos como ejemplo la cacica Ana Soto, quien en territorio de Barquisimeto, servía en casa de una familia española como cocinera, de donde se fuga uniéndose a la resistencia de los Gayones y Camagos, liderando a más de 2.000 hombres y mujeres que, con tácticas de guerrilla, mantuvieron su lucha por muchas décadas.

El proceso de invasión del territorio venezolano tardó un siglo, nuestros ancestros no intercambiaron espejo por oro como interesadamente lo afirman los historiadores hispanistas; por el contrario, combatieron de forma incesante contra el imperio más poderoso de entonces, sentando cátedra en tácticas y estrategias guerrilleras que luego copiara e implementara el ejército español para enfrentar a sus rivales en Europa.

La Guerra de Guerrillas, el espionaje, el contraespionaje, el correaje, entre otras, fueron tácticas utilizadas por nuestros aborígenes para sorprender a los invasores. Siglos más tardes, nuestros guerrilleros acudieron a mecanismos similares para sorprender al enemigo. Ambos acontecimientos demostraron que la lucha contra cualquier invasor siempre va a ser justa, necesaria y libertaria, que los pueblos pueden hacerla y que además hay mujeres y hombres con dignidad, valor y entereza. Que no hay pueblo vencido y que siempre va a estar presente el espíritu indoblegable y rebelde capaz de enfrentarse a cualquier imperio. (Correo del Orinoco, Artillería del Pensamiento, 2019)

En conclusión, sobre invasión, conquista, colonización en Abya Yala

Los viajes de Colon contribuyeron a la expansión económica y social de Europa, teniendo como base la explotación despiadada de nuestras poblaciones originarias. La invasión de América comienza a finales del siglo XV, y en la primera mitad del siglo XVI comienza el trafico esclavista desde África Esto contribuyo a acelerar la transformación de los medios de producción, multiplicando el comercio y creando las condiciones que permitirían la formación del mercado mundial, convirtiéndose Europa en el centro de confluencia de productos y riqueza llegado de los territorios colonizados

En la conquista de América, no hubo igualdad ni respeto por la cultura de nuestros pueblos originarios .Fue una masacre salvaje llevada a cabo por los europeos, sin piedad alguna. Primero, mediante los métodos sanguinarios de la conquista y la colonización; luego mediante los métodos "civilizados" de la explotación capitalista. El conjunto de asesinatos que acompañaron en América la génesis del capitalismo europeo no fueron accidentales ni caprichosos…cuando la matanza de muchísimas personas se lleva a cabo con el objetivo de robar, sojuzgar y aniquilar sistemáticamente al pueblo sometido, se denomina Genocidio…el Genocidio de América, no fue simplemente el fruto de la maldad humana(aunque, obviamente, hubo mucha).Los conquistadores perseguían fines muy específicos: sobresale en primer lugar la expropiación de las condiciones de vida de nuestros pueblos originarios. Con la apropiación de los territorios indígenas, sus minas , sus selvas, sus tierras comunales y el robo de los metales preciosos( fundamentalmente oro y plata), los colonizadores despojaban a nuestros pueblos originarios de sus condiciones de vida …El saqueo colonialista del tercer mundo posibilitó la acumulación originaria europea, esta a su vez, permite el desarrollo de la revolución industrial a fines del siglo XVIII…Sin ese flujo de riqueza del tercer mundo a Europa, no hubiera habido tal revolución industrial, la revolución que inaugura la máquina de vapor (Kohan,Nestor,2008).

Espeluznante es el saldo trágico de este genocidio ejecutado durante siglos, revisemos algunos datos:

"Más de 70.000.000 de indígenas pertenecientes, dependientes o descendientes de las civilizaciones azteca, maya, inca, aymara, tupi-guarani, araucana, chibcha, timote, arawuaco y caribe, durante los siglos XVI,XVII,XVIII fueron exterminados en el denominado Nuevo Mundo, a causa de la conquista y colonización europea( española, portuguesa, francesa, inglesa, holandesa y danesa) y, en particular, de la "evangelización" conducida a sangre y fuego por los sectores más reaccionarios de la iglesia católica, apostólica y romana, preponderantes en los decadentes imperios mercantilistas, absolutistas, parasitarios e inquisitoriales enquistados en la península ibérica" (Ribero,Darcy,1992)

"El aniquilamiento de más de 45.000.000 de negros y negras africanos y africanas y sus descendientes que, luego de ser violentamente desterrados, fueron convertidos , junto a la población indígena que " sobrevivió" a la conquista y la colonización, en mano de obra esclava o semi-esclava que reclamaban las brutales tareas vinculadas a la extracción, fundición y acuñación de los metales preciosos( oro y plata), unido a las agobiantes labores relacionadas con las plantaciones de azúcar, algodón, y otros productos agrícolas que , según denuncio Carlos Marx en el Capital, tanto contribuyeron a la acumulación originaria del capital y a la reproducción ampliada de la injusta y sanguinaria división internacional del trabajo que caracterizó , desde sus albores, al sistema capitalista mundial" (Suarez, Luis 2006)

Unido a ello, agregamos No hay leyenda rosa en la historia de las relaciones de la colonización europea en América Latina: el genocidio, el expolio, la esclavitud y el memoricidio fueron realidades lamentables que ya nadie puede ignorar sin complicidad…En el proceso de la transculturación, los conquistadores sentían que no bastaba con imponer la cultura occidental o el cristianismo, sino que debían borrar todo rastro posible de las culturas dominadas, las cuales fueron reducidas a trofeos y curiosidades…Los códices y objetos de arte religioso representaban un peligro enorme porque eran testimonios palpables, que animaban la resistencia indígena a la evangelización y a la aceptación del servilismo. El mensaje era claro y sigue siendo claro: no hay triunfo militar ni económico sin dominio cultural (Báez, Fernando, 2010)

…Fue la existencia de los libros mesoamericanos y de los quipus y keros peruanos algo de los que más maravilló a los conquistadores y catequizadores del siglo XVI. La mayoría de ellos, como los obispos Zumárraga y Sandoval de México, y Diego de Landa de Yucatán, quemaron sin contemplaciones cuanto libro con caracteres jeroglíficos tuvieron a mano…mandaban a quemar los queros, los tejidos y los quipus, porque en estos tres elementos se encontraba la historia de ese pueblo al que querían destruirle la conciencia de su pasado (Galich, Manuel 1974)

…en cuanto al saqueo cultural de la América, Europa decretó el silencio sobre este tema, lo relegó a un plano académico irrelevante, y vemos que esta tesis triunfó. Baste observar la xenofobia de las nuevas generaciones europeas repitiendo el profundo desprecio que tienen por cualquier cultura que represente un desafío a sus postulados. En América Latina somos víctimas de una educación basada en la estrategia de la amnesia…ha sido el precio del memoricidio" (Báez, Fernando, 2010)

Jesús Perez

7.449.044

Nota: extracto de documento publicado en Diplomado de Planificacion de Politicas agroalimentarias de la FEVP- 2020- Grupo occidente.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

-Acosta, Luis Beltrán (2008).La Verdadera Resistencia Indígena contra la corona española. Caracas: Fondo Editorial IPASME

-Alimentación de los aborígenes en América. (1989).Revista Creces

-Báez, Fernando (2010).Saqueo cultural de América Latina https://www.centrocultural.coop/blogs/utopia/2017/07/07/saqueo-cultural-de-america-latina-entrevista-al-director-de-la-biblioteca .biblioteca utopía

-Brito Figueroa, Federico. (1987). Historia Económica y Social de Venezuela. Tomo I y IV. Ediciones de la Biblioteca. Caracas, Venezuela

-Correo del Orinoco. (2019). Artillería del Pensamiento

-Información indígena Yajure.https://apellidoyajure.blogspot.com/2012/05/informacion-indigena

-Rosas González, Otilia (2015).La población indígena en la Provincia de Venezuela. Tesis doctoral. Universidad de Salamanca

-Vargas, Iraida, Sanoja Mario (2004) Proceso civilizatorio y cambio histórico en Venezuela https:// www.voltairenet.org/article120838.html

- Vargas Iraida, Sanoja Mario (2017). La larga marcha hacia la sociedad comunal .libro digital. Fundación editorial el perro y la rana



Esta nota ha sido leída aproximadamente 7441 veces.



Jesús Pérez Q


Visite el perfil de Jesús Pérez Q para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas