Con este aporte deseo poner en conocimiento público sobre lo que viene sucediendo desde ya hace tiempo en muchas de las empresas del estado venezolano. Pero antes hay que abordar la causa raíz como perverso incentivo generador de las consecuencias destructivas del aparato productivo nacional, bueno, lo que queda de él.
El gobierno sostiene el sistema de cambio como arma fundamental para dirigir la guerra económica a muerte contra el aparato productivo privado por dos vías: reduciendo progresivamente la asignación de divisas, y por la otra, generando la hiperinflación. Dentro del sistema de cambio venezolano entra también el dólar paralelo como componente de éste. Hay un efecto Búmeran.
Del abismo de perversidades que este sistema de cambio provoca, aún no se tiene un alcance cercano, ya que los negocios son creados en la multitud de mentes de los particulares. Es así como personas sin escrúpulos, siguiendo el ejemplo de nuestros gobernantes, como bien dicen ellos cuando se les aborda, desmantelan las instalaciones industriales o plantas, equipos y partes mecánicas nuevas para exportarlas a las islas cercanas de nuestras fronteras, como caso específico aquí, el cual tiene impacto doblemente estratégico, amén del contable: propiedad, planta y equipo, los estados financieros y sus implicaciones.
Venezuela se ha convertido en un país potencia exportando cobre y monel entre otros metales codiciados, sin producirlos, es más sin tener dichos minerales para su producción. El cobre proviene de los tendidos eléctricos nacionales, y el monel de las instalaciones que tengo de fondo en mi foto. Este último material (67% Níquel y 23% cobre) se usa en las refinerías de PDVSA, él es imprescindible en las plantas productoras de jet full para el transporte aéreo.
¿Ven el búmeran y el impacto estratégico del asunto tan específico? En cualquier momento se paraliza la producción de combustible aéreo afectando no sólo el tránsito público, sino también a la aviación militar.
Pero aquí viene lo más triste de todo. La mafia es un combo completo, pero nacido de forma espontánea y particular. No se trata de una conspiración bien planificada contra el gobierno, como la propaganda política lo comunica en los casos de los vulgares robos del tendido eléctrico nacional, lo cual luce falso también.
En el caso del monel la repartición del botín es de unos 9 mil dólares por viaje entre muchas manos, pero al cambio es algodón, especialmente para comprar alimentos bachaqueados o vendidos a precios internacionales “legalmente”; además se hace entre 2 a 4 viajes por semana, hasta para jugar caballos alcanza. Los bajos salarios de los empleados y funcionarios no alcanzan para el buen vivir: “hay que rebuscarse, esa es la orden, como lo hacen también los de arriba”, se dice.
Esto lo sabe todo el mundo, solo que yo decidí colocarlo al conocimiento público como un pasatiempo nacional para el fin de semana: País potencia: destrucción progresiva de la nación. Ahora de lo particular a lo general: ¿Dónde más y cuántas veces más estará sucediendo el mismo fenómeno de tales exportaciones?
Somos tan potencia que hasta toneladas de billetes de Bs 100 hemos colocado en el mundo entero desde hace tiempo con el conocimiento del gobierno. Me imagino, iluso como soy, que la modificación del convenio cambiario 34 habrá considerado a este prometedor sector exportador del país potencia.
Moraleja: ¿Contra quién es la guerra económica a muerte? Parece un suicidio masivo https://www.aporrea.org/actualidad/a242085.html . Esta es la causa raíz de todos nuestros males: el sistema de cambio. Esto es lo serio, lo vital, lo fundamental: rectificar. No salir como energúmeno a buscar mensajeros porque los mensajes sean malos. Son multitudes de mentes haciendo negocios bajo el amparo del perverso sistema de cambio nacional.
“Sólo el pueblo virtuoso se salva”
