Reflexiones ingenuas: A las OLP... revisar entre sus filas

Creo que unas de las decisiones más acertadas del gobierno del Presidente Maduro fue crear la OLP pues, de una manera u otra, contribuye a disminuir los índices de inseguridad ciudadana y con ellos la angustia que vive un país en el cual, las mafias de la droga, ladrones de vehículos, aguantadores, asesinos, paramilitares, traficantes de armas y explosivos, extorsionadores, bachaqueros, sicarios, chantajistas y otras especies de peligrosos delincuentes, se han posesionado de inmensos e importantes espacios del territorio nacional, inclusive de sectores enclavados en zonas de seguridad nacional tales como los urbanismos construidos dentro de zonas militares o zonas aledañas a instalaciones petroleras, sectores céntricos de importantes ciudades, y pare Ud. de contar.
A pesar de las críticas que han surgido desde la derecha, como algunas surgidas de las filas del sector revolucionarios “entre comillas” quienes han objetado dichas operaciones con el argumento que defienden los derechos humanos “malandros” que han azotado impunemente, a innumerables habitantes de las zonas menesterosas, a niñas y niños, ancianas y ancianos, trabajadoras y trabajadoras, olvidándose de la violación continua y permanente que han sufrido, de los mismos derechos, por parte del hampa, con lo cual se ponen a espaldas del pueblo que apoya y aprueba los operativos.

Se han cometido errores, es cierto, susceptibles de corregir. Mejorar y perfeccionar es lo que debe hacerse. Pero no suspender un programa que ha dado sus frutos a pasar de lo difícil que es operar en territorios de nadie, en fronteras, sectores marginales, contra delincuentes con alto poder de fuego, amparados por el conocimiento del terreno y el terror que han sembrado entre la población.

Quisiera hacer algunas consideraciones en cuanto a la medida de decretar estado de excepción constitucional la frontera con Colombia. Pienso que esta medida debió hacerse hace tiempo atrás, pero no sólo cerrar la frontera, se trata entre otras cosas de ejercer un control estricto a lo largo y ancho de la frontera con Colombia, ampliando la medida a todas las poblaciones que tienen paso hacia el vecino país, de hacer una operación de inteligencia intensiva (la cual no es difícil porque es vox populi lo que pasa en ella) que permita detectar quienes están involucrado en el bachaqueo, en el contrabando de gasolina, en extorsión, quienes son paracos, quienes financian a los delincuentes, quienes son los comerciantes que acaparan, que venden a sobreprecio, cuales son los contactos en Colombia, etc. Ya verán las sorpresas y no sorpresas que se encontrarán.

Pregunto: ¿Cómo es que llegan a San Antonio, Ureña, etc., gandolas cargadas de cabillas, cemento, cauchos, baterías, productos de la dieta diaria, aseo personal, etc., que tienen otros destinos?¿Cómo logran evadir el control de las alcabalas y otros puntos de control? ¿Cómo es que pasan por las trochas?, ¿Cómo pasan armamento a plena luz del día los paracos ?, ¿Cómo pasan carros robados, personas secuestradas, drogas? ¿Cómo transitan libremente personas indocumentadas o con identidades falsas? Estas u otras preguntas deberían servir para obtener información precisa y tomar acciones.

Además es importante evitar el flujo de papel moneda de grandes denominaciones, así como el uso indiscriminado de las tarjetas de crédito en las poblaciones colombianas aledañas. Igualmente controlar la compra de gasolina y su traslado, por parte de los mototaxistas y taxistas, a Cúcuta y poblaciones cercanas. Es decir, recordar lugares comunes pero existentes.

Pero para ello hay que revisar los closets, detectar quienes filtran información a los delincuentes, que personalidades de peso en el gobierno están involucrados, que boliburgueses financian estas acciones, es decir, tener “cojones” para asumir las acciones que haya que tomar a fin que la OLP no se convierta en un “pote de humo”, que las medidas tomadas por el Presidente no sean un bodrio más.

De lo contrario la credibilidad seguirá en caída y los resultados es de todos conocidos: el fin de la revolución socialista, sueño de nuestro Comandante Eterno.
Es ahora o nunca. Para luego es tarde.
Hasta la victoria siempre. Venceremos

carrodcas@gmail.com


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Carlos M. Rodríguez

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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