“Prefiero rescatar a los que producen alimentos, que a los que producen miserias”
Franklin D. Roosevelt…
El gobierno nacional bolivariano, debe tomar medidas más radicales contra la especulación, que luce incontenible, en contra del escuálido presupuesto de nuestro pueblo. Hay que construir una estrategia a mediano plazo contra la especulación criminal, Ampliando las medidas contra el especulador contumaz. Es tiempo de acciones, no de palabras o de pura muela. Aplicando políticas públicas más coherentes, como mecanismo para enfrentar la especulación atroz, es el planteamiento de algunos analistas económicos, y de pequeños empresarios consultados; dedicados al análisis, y a la producción agroalimentaria en el país. Hay que sincerar este sector sobre una real política de precios. Estableciendo costos justos referenciales para los productos agroalimentarios, y que los órganos de policía (no con funcionarios, mal pagados, y débiles ante la corrupción), de la mano con el INDEPABIS, controlen severamente que los comerciantes no cobren por encima de los valores establecidos.
Todo esto para evitar la especulación sin control. Expertos en temas alimentarios, me han explicado que puede ser una solución cortoplacista que ataque el verdadero problema: el alza de los precios en la cadena de comercialización es provocada, particularmente por los intermediarios. Un producto alimenticio pasa por entre tres, y cinco manos antes de llegar al consumidor final. En cada uno el precio, según me comentó un productor agropecuario, se incrementa entre un 20% y un 30%. Y luego confirmado por personas vinculadas al sector de los alimentos. Como ejemplo el precio de 1 kilo de pollo: el productor lo vende en 23 bolívares por decir un precio referencial, pero al consumidor final puede llegar a pagarlo hasta en 50 bolívares dependiendo del sector. ¿Como ponerle un freno a esto s desmanes especulativos?
Puede ser con unas políticas públicas de comercialización aplicadas con la información de los precios a nivel del productor: en los mercados, autos mercados, bodegas, medios de comunicación etc., que le faciliten al ciudadano conocer el valor real de un producto.
Debería promocionarse unas ferias del productor agropecuario, en lugares en los que ellos pueden vender directamente al consumidor sus productos. Esto aseguraría al consumidor unos precios más bajos, y con acceso a productos de muy buena calidad. Aplicándose en todo el país, con estimulación en los impuestos exonerados para que funcioné. Es muy conocido en el sector pesquero, agrícola, avícola, pecuario etc. Que los intermediarios, que manejan el proceso de comercialización ejercen, y operan como prestamistas. Los productores quedan amarrados, cuando recurren a estos buitres para enfrentar los altos costos de producción, y la ya concebida necesidad de liquidez, que les niega la banca por el interminable papeleo burocrático. Impactando los costos altos de los insumos en todos los ramos, los pagos por la mano de obra, y la voracidad de los impuestos, entre otros. Por eso el estado debe garantizar un efectivo programa de créditos para la compra de insumos, maquinaria, semillas etc. Esto mejoraría la producción, reduciría los costos, permitiendo, incluso la venta de los excedentes a través de la exportación con mejores precios. Estos mecanismos de apoyo deben ser bien evaluados por el gobierno bolivariano.
Aunque es muy difícil eliminar la intermediación, ya que funciona como parte de la cadena de la comercialización. Pero si se puede controlar, por que es la que alimenta la especulación. En un recorrido hecho por el mercado de pescadores del eje de Soledad-Anzoátegui, se detectó que el kilo de pescado salado en semana santa, por ejemplo, con un valor de 40 a 50 Bs.F , pasaba a comercializarse en El Tigre-Anzoátegui en menos de cuatros horas de traslado, al vendérselo a otros comerciantes en Bs.F de 120 a 150. Es por esto que el Gobierno debe contar con efectivos precios referenciales de los productos en los mercados, en relación a los que ofrecen los productores. Esto determinaría en qué eslabón de la cadena de comercialización se produce la especulación. La idea de lanzar una política de precios justos, es para frenar la especulación, que genera precios altos en los productos alimenticios.
Poscriptum: Muy acertada la labor del joven abogado revolucionario de PDVSA San Tomé Jesús Figuera, el pasado sábado 30 de marzo, en apoyar la recuperación de: la iluminación, y el ornato de la Plaza Bolívar de El Tigre. Ya que las plazas son la vitrinas de entrada de una ciudad.
Percasita11@yahoo.es