Como dicen los hípicos, tenía “dos fijas” para publicar hoy, pero el sábado me llegó el siguiente mensaje: “SOS, yo no entiendo camarada. ¿Será que estoy en el bus equivocado? ¿cómo es que vamos camino al socialismo y mi gobierno gasta unos cuantos millones en avisos para promocionar consumismo por el día de la madre? ¿me puedes explicar? No entiendo”.
Marisol, periodista de izquierda a quien conozco desde hace años, fue la autora de las interrogantes y del llamado de auxilio. Se refería a la promoción que públicamente hizo “mi gobierno”, de las ofertas que por el Día de las Madres brindaba en diferentes enseres el hipermercado Bicentenario, el mismo que está en manos del Estado desde hace poca data.
La reflexión “marisoliana” me obligó al reencuentro con esa tesis que yo mismo he abrazado en otras ocasiones. “¿Cómo es posible que estemos importa que importa carros cuando en esta ciudad no cabe un perol más?” he cuestionado a veces, pero de inmediato recordé la otra oferta, esa del socialismo del siglo 21 que nos vendió Hugo Chávez y que todos compramos al contado sin saber mucho cómo se come pero que algo interesante debe tener, pues el líder supremo de la revolución se atreve a mercadearla ahora hasta por el twitter messssssmo.
Sí, entiendo a Marisol. Los izquierdistas ¿duros? pensamos así pero también razón tiene el Presidente quien ha dicho mil millones de veces algo así como que “este socialismo nuestro no se parece a ningún otro”, y ahí estamos: construyéndolo día a día. Con aciertos y desaciertos. Con ensayo y error. Con alegrías y caras serias. Con sueños y esperanzas.
Pero cuando vi que el Bicentenario ofrecía unos televisorzotes por 500 BsF y unos DVD por 200 y los comparé con los precios de la competencia no me quedó más que admitir que otra vez Hugo Rafael la volvió a pegar: sólo en un socialismo como el nuestro, que no se parece a ningún otro, esos aparatos pueden ser tan baratos. Lo que me provocó fue salir en carrera a comprarme uno pa’ botar el viejito que tengo y disfrutar en pantalla plana y con toda nitidez de Aló Presidente y de las cadenas que sólo nos anuncian buenas noticias, ánimo y coraje pa’ seguir en la pelea. Un beso, Marisol.
ildegargil@gmail.com
