Washington, 03 Jul. Venpres.- La oferta de 40 millones de dólares por la captura de Saddam Hussein y sus dos hijos, anunciada hoy por Estados Unidos, es una evidencia más de la desesperación mostrada por el Pentágono ante la compleja situación que enfrenta en Iraq.
El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, rubricó este jueves un documento que aprueba la recompensa de 25 millones de dólares por Hussein y de 15 por sus dos hijos, Uday y Qusay, reveló Prensa Latina.
La suma está en plena sintonía con la ansiedad mostrada en días recientes por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien achacó la negativa de sectores de la población iraquí a aceptar un poder extranjero a la creencia de que el depuesto gobernante y sus hijos continúen con vida y retornen al poder.
Visiblemente indignado, el halcón mayor del Pentágono dijo que "ellos no regresarán, pueden estar muertos o vivos, y nosotros los hallaremos, tarde o temprano".
Durante el anuncio de la millonaria recompensa, Powell admitió que ésta era una opción que la Casa Blanca consideraba desde hace tiempo y que ahora se decidió adoptar, según él, para contribuir a estabilizar la situación en Iraq.
El dinero podría ir a manos de aquellas personas que brinden información que permita la detención o aniquilamiento del ex gobernante iraquí y sus hijos, e incluso de aquellas que prueben la muerte de éstos.
Las promesas monetarias quedan a cargo del Departamento de Estado, como parte de su programa de Recompensas por la Justicia, y fueron anunciadas también en Bagdad por el jefe del gobierno de ocupación, Paul Bremer, quien ha sostenido que las posibilidades de detener al líder iraquí son muy altas y que será capturado vivo o muerto.
Bremer dijo a los ciudadanos que si cualquiera tenía la información del paradero de la familia Hussein los instaba a dar un paso adelante y dársela a cualquier funcionario de la llamada coalición, civil o militar.
La búsqueda de Hussein y sus descendientes se ha convertido en una verdadera cacería. El pasado fin de semana el Pentágono desplegó la operación "Sidewinder" (tipo de serpiente cascabel), cuya finalidad principal es la captura del ex gobernante iraquí.
Asimismo, la ofensiva persigue aplastar a las fuerzas insurgentes, causantes de las casi 70 bajas que ha tenido Estados Unidos después de finalizada la llamada fase combativa de la invasión a mediados de abril.
"Sidewinder" intenta dar la impresión de que las tropas requisarán cada palmo de los territorios donde supuestamente se esconde el depuesto presidente y algunos de sus más cercanos seguidores, entre ellos sus hijos.
El gobierno del mandatario norteamericano, George W. Bush, también ofreció 25 millones por la cabeza de Osama bin Laden tras la invasión a Afganistán, y hasta la fecha no ha podido dar con el paradero del líder de Al Qaeda.