Mérida, 20 Ene. ABN (Rocío Mejía González).– Más de 10 mil familias que viven de la producción de café en el estado Mérida recibieron con beneplácito la noticia sobre el aumento al precio del café molido.
Resaltó el presidente de los Productores Asociados de Café C.A. (Pacca) Santa Cruz de Mora, John Burguera, que el optimismo se impuso en el sector. La referida empresa agrupa a 960 caficultores del municipio Pinto Salinas.
Dijo que aunque el precio de venta del café verde no alcanzó el margen esperado por los productores (8 mil bolívares por kilogramo), el precio fijado por el Ejecutivo nacional para el lavado bueno B (Bs. 6 mil 130 por kg) reportará beneficios.
Por fin comenzó la venta
Burguera aseguró que decenas de caficultores están comenzando a bajar sus cosechas de las zonas montañosas donde tienen sus fincas de cultivos y almacenamiento para vender a la agroindustria, que por fin comienza a interesarse en comprar luego de un mes sin adquirir un grano de café
Con un precio de venta que se situó por debajo del costo de producción (7 mil 400 bolívares por kg), la agroindustria dejó de comprar café verde a mediados de diciembre de 2005, lo que causó pérdidas a los productores que aún no han sido cuantificadas.
Dijo que a pesar de los atropellos que durante años han sufrido por parte de los agroindustriales, están concientes de que el precio establecido anteriormente llevaría a la ruina a las torrefactoras.
La humedad tiene la culpa
Burguera explicó que mientras se tuesta el café se pierde 20% de su peso, debido a que se suprime completamente la humedad del grano.
De manera que para obtener un kilo de café molido hay que poner a tostar mil 200 gramos del mismo.
Según las cuentas, producir un kilo de café molido hubiese costado a los industriales, tan sólo en mate! ria prim a, más de 7 mil 300 bolívares, sin tener en cuenta lo que vale la mano de obra, el mantenimiento de las torrefactoras, la distribución, entre otros.
Por eso, para los productores era vital que el ajuste al precio del café molido se diera antes de que la crisis económica les obligase a salir de sus cosechas al precio que quisiera pagar el mejor postor.
Un proceso complejo
Burguera precisó que 95% de los caficultores del estado Mérida produce lavado bueno B o café maduro desconchado.
Ese proceso genera un incremento considerable en el costo de producción (10 millones de bolívares por hectárea sembrada), debido a que la mano de obra debe escoger el grano durante la cosecha y, además, despulparlo.
Sin embargo, eso permite que Mérida proporcione a la agroindustria un producto de gran calidad, que sólo mejora si luego del lavado se escogen los granos más grandes y saludables (lavado bueno A), para satisfacer cierta demanda del mercado, señaló.
Burguera explicó que ajustar el precio del café verde según los estándares de calidad ha sido bien visto en el sector, debido a que en algunos estados productores no escogen ni desconchan el café, haciendo el proceso es menos complejo y, por tanto, más barato.
Obtener 6 mil 130 bolívares por cada kilo, obligará a los caficultores a hacer algunos ajustes en el proceso para obtener mayores beneficios de la venta.
Nueva preocupación
Sin embargo, al reciente anuncio presidencial de ajustar el salario mínimo generó una nueva preocupación entre los caficultores, explicó Burguera.
Aseguró que la producción de café demanda gran cantidad de mano de obra que percibe salarios ajustados a lo establecido en la legislación vigente durante cada cosecha.
Eso traerá como consecuencia que a partir de la aplicación del ajuste salarial anunciado vuelva a menguar el margen de ganancia que puedan obtener los productores a partir de la venta del café a los nuevos precios.
Políticas coh! erentes
Luego de seis meses de depresión para el sector cafetalero, el ajuste de precios y los incentivos que comienzan a percibir los productores a través del Plan Café, la tendencia a incrementar la producción es inminente.
Burguera explicó que, también en su caso, cientos de productores prefirieron sustituir los cultivos de café por pasto para ganado vacuno e invertir en animales de doble propósito para aprovechar las tierras.
Las razones: ningún beneficio económico por la producción de café y demoras en la fijación de los nuevos precios, señaló.
Con la llegada de Antonio Albarrán al Ministerio de Agricultura y Tierras, Burguera aseguró que los productores comenzaron a percibir un interés real por mejorar las condiciones del sector y, por tanto, volvieron a sembrar café.
Precisó que el ajuste de los precios y la aplicación de políticas crediticias coherentes son la evidencia de ese interés.