El jurado de la II Edición del Premio Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas, integrado por María Josefina Tejera, Individuo de Número de la Academia de la Lengua, y profesora titular de Literatura de la UCV; Mirla Alcibíades, investigadora del Celarg y ganadora de la I Edición del Premio Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas y el escritor y periodista Luis Britto García, seleccionó como ganador el ensayo La canción protesta latinoamericana y la teología de la liberación. Estudio de género y análisis de vínculo sociopolítico y religioso, años 1968 – 2000, firmado con el seudónimo Martín Garatuza.
Una vez abierta la plica, se reveló el nombre del ganador que resultó ser el guatemalteco Juan José Guerrero Pérez. Maestro y médico cirujano, de cincuenta años de edad, Guerrero Pérez ha incursionado en los géneros de ensayo, narrativa y poesía, con bastante éxito, habiendo recibido diversos reconocimientos en certámenes literarios de su país natal. Graduado Magna Cum Laude de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, su tesis de grado, aunque escrita hace 25 años es aún referencia y consulta en hospitales y escuelas de medicina guatemaltecas.
En esta oportunidad participaron cincuenta y siete obras inéditas escritas en lengua castellana. El ganador se hizo acreedor de la cantidad de veinte mil dólares ($20,000), o su equivalente en moneda nacional, a los que se le aplicarán las retenciones previstas en la legislación tributaria vigente, diploma y la publicación de la obra ganadora.
Según el veredicto emitido por el jurado “el ensayo explora los mecanismos de contacto entre la Canción Protesta y la Teología de la Liberación, para colocar el énfasis en la trascendencia que esa vinculación ha tenido para la vida social, política y religiosa de los pueblos de América Latina. Al tomar en cuenta esa influencia mutua entre Canción Protesta y Teología de la Liberación, esta indagación apuesta a favor de escenarios que se distancian de la cultura letrada para conceder protagonismo a amplios sectores latinoamericanos que son, a final de cuentas, la justificación última tanto de estos cantos populares como de la liturgia cristiana de acuñación latinoamericana. Destaca, a su vez, el carácter novedoso de este enfoque, pues al establecer corrientes de influencia entre manifestaciones musicales y prácticas religiosas inaugura, sin lugar a dudas, nuevas rutas de investigación que anuncian diligencias académicas futuras. Tiene lugar destacado en este ensayo la decidida vocación latinoamericanista que se patentiza en un recorrido cultural, a partir de la música y de la religión, por la vasta geografía continental: desde México, pasando por Centroamérica y el Caribe, hasta la zona Sur de la región (Venezuela, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, etc.) sin excluir al Brasil. Vale la pena enfatizar en que, si bien el discurso no esquiva explorar en los dominios propios de la filosofía y de la teología, al hacerlo no distrae la condición propia del género ensayístico, cual es ganar la disposición lectora de un amplio universo receptor”.
El premio se adjudicó por mayoría de votos. María Josefina Tejera consignó su voto a favor del ensayo titulado La curiosidad compartida. Estrategias de la descripción de la naturaleza en Plinio El Viejo y la Crónica de la Conquista de Venezuela. Las bases señalan que el premio no podrá ser compartido. No se entregarán accésit ni menciones honoríficas y en ningún caso será otorgado más de una vez a un mismo autor. El premio será entregado al ganador en acto público el 26 de enero de 2005 en la sede del Celarg.