El azúcar: oro blanco con sabor dulce y no muy saludable

Azúcar refinada Vs Papelón, producción, virtudes y debilidades.

Azúcar refinada Vs Papelón, producción, virtudes y debilidades.

Credito: www.ivenezuela.travel

5 julio 2016 - El desarrollo de la caña de azúcar se inició en Venezuela entre los siglos XIV y XVI, exactamente en Coro y El Tocuyo, desde donde partió su propagación hasta convertirse en un recurso de amplio cultivo y explotación para el país.

En ese entonces, el crecimiento de este rubro fue lento por varias razones, entre ellas la cuantiosa inversión de capitales para el florecimiento de los paisajes azucareros. Asimismo se sumaba la falta de establecimientos equipados con implementos e instrumentos para producir y moler la caña. Además los trapiches más modestos necesitaban de 20 trabajadores para desempeñar su papel en el proceso azucarero, sin contar con la complejidad del cultivo de la semilla, recolección, transporte y elaboración de los productos finales.

Fue hasta principios del siglo XVIII cuando los cultivos y el montaje de trapiches e ingenios se dispersaron en Caracas, Guanare, Trujillo, Carora, Mérida, Barquisimeto, Turmero, La Victoria, Boconó y San Cristóbal, siendo las zonas cañeras más destacadas de la época: Cumaná, Cumanacoa, Carúpano y Río Caribe, que disponían de tierras óptimas para extender el cultivo de la caña.

Se conoce que la primera referencia de industrialización del azúcar en Venezuela se registra entre 1914 y 1916, momento en el que se comienzan a instalar los primeros centrales azucareros, los cuales sustituyeron los tradicionales trapiches paneleros.

Asimismo las exportaciones de azúcar repuntaron en esos años con la Primera Guerra Mundial, como consecuencia de la escasez del producto en el escenario internacional y el alza de precios que lo ubicó en el renglón prioritario entre las mercaderías tradicionales que se enviaban al exterior, convirtiendo así al azúcar — tanto refinado como en papelón — en uno de los productos más importantes dentro del recetario tradicional venezolano.

PRODUCCIÓN EN VENEZUELA

En la actualidad este cultivo ocupa el lugar número 11 dentro del patrón de consumo venezolano, con una adquisición de 29,6 gramos diarios per cápita.

La mayor producción de azúcar se concentra en la región centro occidental y central. Además de la zona del lago de Maracaibo en el estado Zulia y en parte de la región de Los Andes, así como algunas parroquias de los estados Sucre y Monagas al oriente y Amazonas.

El país cuenta con 15 centrales azucareros —9 públicos y 6 privadas— y la cosecha se lleva a cabo dentro de un período denominado zafra, el cual se inicia generalmente en noviembre – diciembre y culmina en abril, periodo en que se da el mayor arrime de caña a los centrales azucareros. Sin embargo, dadas las condiciones agroecológicas de las distintas zonas productoras, algunos centrales tienen su propia planificación de corte o cosecha.

En Venezuela, se inició el mes pasado el ciclo de siembra para la zafra 2016-2017 en los estados Trujillo y Zulia, mientras en diciembre se comienza en Barinas, Portuguesa, Yaracuy, Lara y Sucre, informó Faiez Kassen, presidente de la Junta Liquidadora de la Corporación Venezolana de Azúcar, S.A.

"Estamos manteniendo mesas de trabajo con cañicultores de todos los estados productores para debatir el Plan de Siembra y tratar el tema de la recuperación de la caña y de los centrales azucareros con el fin de aumentar la producción de azúcar (…) Nos estamos preparando para cultivar alrededor de 5 millones de toneladas de cañar de azúcar para la zafra 2016-2017", afirmó Kassen.

En Venezuela los Centrales Azucareros destinan un mínimo del 60% de su producción al consumo doméstico, mientras que el 40% restante se dirige a la industria de refrescos, galletas y otros productos, así lo establece la Gaceta Oficial número 370.444.

La producción destinada para el sector industrial es usada para la fabricación de azúcar en diferentes presentaciones: refinado, lavado, moscabado, blanco y papelón para el consumo humano.

También se produce azúcar refinado para las industrias de bebidas gaseosas y jugos pasteurizados y el subproducto, conocido como melaza, es usado para la elaboración de alimentos balanceados para animales.

Este cultivo además es usado para la industria farmacéutica, bebidas alcohólicas, tablopan, cachaza (abono orgánico), edulcorantes nutritivos, entre otros.

APOYO DEL PODER POPULAR

Por otra parte, el Presidente de la Junta Liquidadora de la Corporación Venezolana de Azúcar, S.A comentó sobre la importancia de la participación de los centrales azucareros con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

En este sentido, afirmó que con esta nueva forma de distribución de alimentos se garantiza que la azúcar salga de la central y vaya directamente a los hogares.

"El Comandante Hugo Chávez quería ese acercamiento pueblo con pueblo y con los CLAP se está logrando, pues se está evitando la intermediación que es lo que encarece los productos. El poder popular es clave para evitar las irregularidades", agregó Kassen.

En el estado Lara los centrales azucareros La Pastora, en el municipio Torres (Carora) y el Central Río Turbio, en el municipio Iribarren (Barquisimeto), se incorporaron al Sistema Popular de Distribución de Alimentos el pasado mes de mayo.

Esta información la dio a conocer Luis Reyes Flores, coordinador del Estado Mayor de Alimentación en la entidad, quien aseguró que con esta iniciativa se fortalecerá el sistema de distribución de azúcar junto al Poder Popular.

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IMPULSO REVOLUCIONARIO

Este año el Ministerio de Agricultura y Tierras aprobó la reactivación de líneas de créditos para el sector primario del sector cañicultor, en función de hacer frente a la próxima zafra.

En el país además se cuenta con la empresa estatal CVA-AZUCAR, adscrita a la Corporación Venezolana Agraria, que tiene como objetivo: establecer, coordinar, supervisar, ejecutar, inspeccionar, y desarrollar la producción, comercialización, industrialización, importación y exportación de caña de azúcar, y sus derivados: azúcar refinada, alcohol, melaza.

Esta Corporación también se ha encargado de impulsar el sector productivo azucarero nacional a través de planes de financiamiento, transferencia de tecnología, capacitación de mano de obra, importación de maquinaria y equipos, y, en general, cualquier otra actividad de lícito comercio relacionada con la industria azucarera.

Origen del cultivo

La caña de azúcar es una planta proveniente del sureste asiático y Nueva Guinea. La expansión musulmana supuso la introducción de la planta en territorios donde hasta entonces no se cultivaba.

Así llegó al continente europeo, específicamente a la zona costera entre las ciudades de Málaga y Motril, siendo esta franja la única zona de Europa donde arraigó.

Posteriormente los españoles llevaron la planta, primero a las islas Canarias, y luego a América. También se dice que la primera vez que se llevó a América fue por Pedro de Atienza, en el segundo viaje de Colón a la Isla Española.

Fue así como este cultivo se desarrolló en otros países como El Salvador, Cuba, Guatemala, Brasil, México, Argentina, Perú, Ecuador, República Dominicana, Colombia
y Venezuela.

Malezas y plagas

Las malezas entran en competecnia con el cultivo en periodos como la germinación y los primeros meses de crecimiento, además facilita el hospedaje de plagas e impide el libre acceso para las labores de mantenimiento. Las malezas de mayor relevancia en el país son paja peluda, cadillo bravo y corocillo. El método de control químico es el más utilizado, algunas veces alternado con el control manual. Las enfermedades de mayor relevancia son las virales como el mosaico de caña, las bacterianas (roya, escaldura, gomosis) y las fungosas (mildiu lanoso, peca amarila y pudricón del tallo) incluyendo los nematodos. Para su control, los productores han utilizado diferentes métodos químicos; en Venezuela el uso de variedades resistentes han sido de gran ayuda. Las plagas más importantes son: el taladrador del tallo, la candelilla y el coco rinoceronte.

Características y exigencias

La caña de azúcar pertenece a la familia de las gramíneas, género Saccharum. Las variedades cultivadas son híbridos de la especie officinarum y otras afines. Es un cultivo plurianual, es decir, se corta cada 12 meses y la plantación dura aproximadamente 5 años. Tiene un tallo macizo de 2 a 5 metros de altura con 5 o 6 cm de diámetro. El sistema radicular lo compone un robusto rizoma subterráneo, el cual puede propagarse por estos rizomas y por trozos de tallo. La caña tiene una riqueza de sacarosa del 14% aproximadamente, aunque varía a lo largo de toda la recolección. Este cultivo no soporta temperaturas inferiores a 0 ºC, aunque puede llegar a soportar hasta -1 ºC, dependiendo de la duración del invierno. Para crecer exige un mínimo de 14 a 16 ºC, sin embargo, a temperatura óptima de crecimiento se sitúa en torno a los 30 ºC., con humedad relativa alta y buen aporte de agua. Asimismo, la caña de azúcar se adapta a casi todos los tipos de suelos, vegetando mejor y dando más azúcar en los ligeros, si el agua y el abonado es el adecuado.

Fuente de combustible

La materia prima más eficiente para la producción de etanol, conocido como bioetanol, es la caña, que se obtiene a través de la fermentación del azúcar. Este compuesto químico puede utilizarse como combustible y su uso se ha extendido principalmente para reemplazar el consumo de derivados del petróleo. La mayor parte de la producción mundial del etanol se obtiene del procesamiento de materia biológica, en particular en cosechas de maíz y de la caña de azúcar. También se pueden obtener cantidades más reducidas de alcohol combustible de los tallos, elementos reciclados, de la paja y de productos sobrantes de las granjas. Sin embargo, los métodos de producción de bioetanol utilizan una cantidad significativa de energía en comparación a la obtenida por el combustible producido. Por esta razón, no es posible sustituir enteramente el consumo actual de combustibles fósiles por bioetanol. En la actualidad tres países han desarrollado programas para la fabricación de bioetanol: Estados Unidos, a partir de maíz, Brasil y Colombia, ambos a partir de la caña de azúcar.

No muy saludable

El consumo de azúcar blanco ha sido ampliamente vinculado con enfermedades degenerativas, tales como cardiopatías, diabetes y el cáncer entre otras, así como a la obesidad, desórdenes digestivos, hiperactividad y caries dentales. Esto sin contar con el consumo de harinas de trigo, maíz y otros cereales que en el proceso digestivo se transforman en azúcar.

El azúcar que nos da la naturaleza no es pura. Viene acompañada de complejas combinaciones de enzimas, vitaminas y minerales, que permiten que el azúcar pueda ser asimilado y quemado fácilmente en el organismo y así darnos energía. Todo esto se pierde cuando se refina el azúcar (de lo cual queda la sacarosa). Entonces, el organismo se ve obligado a ceder reservas propias de vitaminas (en particular tiamina), enzimas y minerales, para asimilar la sacarosa o azúcar blanco; con la consiguiente alteración del metabolismo y funciones normales de los órganos que pierden dichos biocatalizadores, lo que conduce a la secuela de enfermedades mencionadas. El azúcar blanco, pues, no sólo no nutre, sino que literalmente le roba al cuerpo nutrientes que ya posee. Por si fuera poco, el blanqueo y pulitura del azúcar blanco requiere de algunas sustancias químicas como el ácido fosfórico (usado en la industria como corrosivo), de efectos perjudiciales para la salud.

Las grandes reservas de tiamina (vitamina B1) están en el corazón y el hígado; entonces cuando el consumo de azúcar refinado es alto, se requieren de cantidades extras de tiamina; ¿donde las busca el sistema?, simplemente en las reservas. Luego el corazón y el hígado no podrán cumplir sus funciones a cabalidad por la falta de tiamina. Las fallas hepáticas y cardiacas pueden conducir rápidamente a la hipoglicemia, debilidad general, incluso la muerte.

La tiamina se encuentra en forma natural en las frutas, en la caña de azúcar. El jugo de caña contiene azúcar, pero también tiene tiamina, por tanto no hay problema, allí no hay merma en las reservas del cuerpo. Todo lo contrario ocurre cuando se consumen tortas, galletas, azúcar sintética, cereales preparados con azúcar, café endulzado, helados, pudines, refrescos, golosinas y otros; introducimos al tubo digestivo grandes cantidades de azúcar para ser digeridos y nada de tiamina u otras vitaminas del complejo B, para ayudar al procesamiento.

Por lo tanto no es solo el temor a las caries dentales, es también el temor a las dolencias cardíacas, problemas endocrinos, nerviosos, el envejecimiento y la muerte prematura, lo que nos debería conducir a erradicar el vicio de consumir azúcar refinado. También se conoce que el beriberi se debe a la falta de vitamina B1 y el consumo de alcohol destruye la tiamina corporal; de tal manera que a los alcohólicos se les observa edema en todo el organismo.

Diversos especialistas han llegado a la conclusión, que el azúcar puede inducir al cáncer a través del siguiente mecanismo: La célula del organismo secreta productos de desecho llamados radicales libres. A través de las enzimas, neutraliza los efectos negativos de los radicales libres. Estas enzimas protectoras requieren de un balance adecuado de minerales para ser efectivas y cuando el azúcar reduce los minerales del cuerpo, las enzimas no son tan efectivas en su función de protección. Se incrementa entonces la presencia de radicales libres que pueden causar una reducción en la disponibilidad de oxígeno para las células, esto a su vez puede llevar a la generación de sustancias celulares cancerígenas.

El sistema nervioso consume grandes cantidades de azúcar y oxígeno, nuestro cerebro es el órgano más sensible a los altibajos del azúcar en sangre. La cantidad de glucosa en sangre debe estar en equilibrio con la cantidad de oxigeno sanguíneo. En una situación en la cual el nivel de azúcar en la sangre es relativamente bajo, tiende a hacer pasar hambre a las células del cuerpo, especialmente a las cerebrales. Cuando estos altibajos de azúcar se producen sobrevienen las crisis de nervios, los daños endocrinos a las glándulas adrenales, al páncreas, etc.

En las mujeres se presenta una ligera acidosis en los ovarios, y esto les produce dolores menstruales. En los niños produce: HIPERKINESIA, afección ésta que se caracteriza por una constante agitación e inestabilidad emocional, rabietas frecuentes, llantos, depresiones, etc., así como ANOREXIA (falta de apetito) no desean otra cosa que no sean dulces, caramelos y refrescos. También enfermedades alérgicas, ya que el sistema inmunológico se debilita.

En hombres y mujeres produce HIPOXIA (escasez de oxigeno en sangre) y por tanto vejez prematura y SENILIDAD.

El proceso digestivo del azúcar es realmente sencillo y, en pocos minutos unos gramos de sacarosa o almidón se han convertido en glucosa y pueden pasar a nuestra sangre. El organismo pone funcionamiento una serie de medidas de emergencia, para evitar la alteración de los niveles homeostáticos previsibles, es decir, el nivel de azúcar normal en nuestra sangre, tiene que estar dentro de ciertos márgenes, los cuales son registrados por el organismo, a través de quimioreceptores hipotalámicos, e inmediatamente el sistema nervioso desencadena las respuestas, es decir, da órdenes a las glándulas endocrinas (en especial el páncreas) para regular la glicemia. Pero si cada cierto número de horas, o minutos, estamos introduciendo azúcar en nuestro cuerpo, el organismo no puede responder adecuadamente a estos desbalances de la homeostasis. La sangre tiende a acidificarse con los excesos de azúcar y esto pudiera generar un coma diabético. Ello no ocurre mientras el organismo pueda deshacerse del azúcar sobrante. Nuestro cuerpo, integralmente, se pone en emergencia: trasforma el azúcar en glucógeno y lo almacena. Pero nuestro organismo no puede guardar cantidades ilimitadas de glucógeno. Gran parte del azúcar es trasformado en moco y desechado a través de la mucosa de los bronquios o intestinos. Otra parte es trasformado por el hígado en triglicéridos, es decir, grasa, manteca, cebo.

Nuestra resistencia al mundo microbiano desciende abruptamente y nos hacemos proclives a toda clase de virosis e infecciones bacterianas, micóticas y procesos autoinmunes o alérgicos.

La sacarosa que ingerimos a diario, perturba el equilibrio calcio-fósforo más que ningún otro factor aislado, de manera que sube el calcio en la sangre (produciéndose debilidad en los huesos y dientes) y baja el fósforo (llevando al individuo a sentirte débil, sin energía, sin fuerzas ni para soportar su propio peso). Cuando desaparece el efecto del azúcar hay un rebote del sentido contrario. Esta inestabilidad podría ser controlada por el organismo, si no se presentara tan frecuentemente. La relación entre calcio y fósforo debe ser mínimo 1:1, por lo tanto, al haber un exceso de calcio en la sangre, el organismo no lo puede asimilar, de manera que lo excreta por la orina, generando cálculos renales, o lo deposita en las articulaciones produciendo dolores, calcificaciones y artritis. Asimismo la relación del magnesio con el calcio (1:2), es indispensable para una correcta asimilación de este último.

Para que tengas una idea de la diferencia entre un alimento refinado y otro integral, compara el contenido en minerales y vitaminas del azúcar refinada con la panela, chancaca, raspadura, papelón o piloncillo, como también se le llama al azúcar integral en diferentes países.

 

PANELA

AZÚCAR

Calorías:

220

400

Vitaminas B (mg por cada 100 g.)  
B1 (Tiamina)

245

0

B2 (Riboflavina)

240

0

B3 (Niacina)

4

0

B5 (Pantotenato)

260

0

B6 (Piridoxina)

270

0

B7 (Biotina) o vit. H

16

0

Minerales:    
Calcio

258

1

Fósforo

30

trazas

Hierro

8

0,04

Cobre

2

0,02

Magnesio

0,04

0

Cloruro

317

trazas

Sodio

90

0,03

Potasio

1500

0,5

¡Usa papelón para endulzar tus comidas y bebidas, o en su defecto, miel de abejas pura, que es cruda y muy nutritiva… y por supuesto con moderación!.



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