30 de nov. 2010.-Keane Bhatt: Su nuevo libro Hopes and
Prospects [Esperanzas y Posibilidades] comienza con la historia de
Haití, y eso fue lo que discutimos la última vez, así que es un tema
apropiado para iniciar la entrevista.
Para cientos de miles de
personas, habitar en una vivienda digna resistente a los huracanes es
una quimera. A pesar de los miles de millones de dólares entregados a
organizaciones de asistencia humanitaria, los habitantes del campamento
de Carrefour deben pagar mensualmente un “impuesto” para permanecer
allí, mientras existen 1.3 millones de personas que aún continúan
desplazadas internamente.
Se estima que 8.000 personas
desplazadas han sido desalojadas a la fuerza. Si existiera un estado
democrático funcional en Haití, podría usar el dominio eminente para
obtener tierra y construir viviendas permanentes para la población
afectada. Pero en las próximas elecciones que los EE.UU. está
financiando, el partido político más grande, Fanmi Lavalas, ha sido
excluido, junto a otros trece, y no ha habido una iniciativa integral
que brinde a las personas desplazadas las tarjetas de identificación
necesarias para votar.
Usted ha hablado sobre el desprecio por la
democracia que Estados Unidos ha mostrado anteriormente-la financiación
en Haití de la candidatura del oficial del Banco Mundial y ex-ministro
de Duvalier, Marc Bazin, contra Aristide en 1990, el castigo a Gaza por
votar de manera equivocada, el financiamiento de partidos de oposición
en toda América Latina-pero ahora parece que hasta han abandonado los
pretextos de apoyar los procesos democráticos. Las elecciones de
Honduras bajo el régimen golpista también han sido aceptadas, y es un
ejemplo de ésto. ¿Estamos viendo una nueva tendencia hacia un mayor
descaro y extremismo en este sentido?
Noam Chomsky: Creo
que siempre ha sido cierto. La democracia es un peligro para cualquier
grupo en el poder. Tomemos, por ejemplo, el caso de los Estados
Unidos-formalmente tal vez una de las democracias más avanzadas del
mundo. Y una de las primeras, de hecho-en el siglo 18 lideraban como
tal. Los Padres Fundadores estaban muy preocupados por el peligro de la
democracia y hablaron muy abiertamente sobre la necesidad de construir
las instituciones democráticas que controlarían esa amenaza. Es por eso
que el Senado tiene mucho más poder que la Cámara, para mencionar sólo
un ejemplo.
KB: Pero parece que en cuanto a la política
exterior, solía haber una mayor tolerancia hacia el proceso democrático
formal. Ahora, demostrado por los casos de Honduras y Haití, no hay ni
siquiera un esfuerzo para mantener esa pretensión.
NC: La
literatura académica es bastante clara en este sentido. Con respecto a
América Latina, pero de manera general es cierto en todo el mundo, la
filosofía principal sobre la “promoción de la democracia” viene de
Thomas Carothers. Él es un neo-Reaganista, quien cree que Reagan era una
especie de Woodrow Wilson tratando de fomentar la democracia en el
mundo, y estuvo en el Departamento de Estado en los años de Reagan
trabajando en programas de aumento de democracia. Y él es un académico
honesto. Y sigue con sus estudios al respecto prácticamente hasta el
presente, y no voy a tratar todos los detalles, pero su conclusión es
correcta y previsible. Dice que Estados Unidos apoya la democracia si-y
sólo si-se conforma a sus objetivos sociales y económicos. Y dado que él
es un fuerte partidario, considera esto una especie de paradoja.
KB: Una esquizofrenia...
NC: Sí, es esquizofrenia. Él llama a todo líder “esquizofrénico”. Bueno, los líderes son perfectamente realistas.
KB: En
Estados Fallidos, Ud. menciona siete soluciones para enfrentar
problemas internacionales. La tercera es: “Que la ONU tome la iniciativa
en crisis internacionales.” Aunque entiendo la sabiduría general detrás
de esta recomendación, más que todo con respecto a Irak e Irán, ¿cómo
se aplica esto a Haití, que ha estado bajo la ocupación de la MINUSTAH
de la ONU desde el golpe del 2004?
NC: En primer lugar, la
verdad es que en estos pasajes yo estaba presentando la opinión
pública. La opinión pública declara que “creemos que las Naciones
Unidas, no los EE.UU., debe tomar la iniciativa cuando hay crisis
internacionales,” y creo que esto tiene cierta legitimidad, pero debemos
reconocer-y probablemente lo discutí en ese mismo contexto-que la
Naciones Unidas no es un agente independiente. La ONU es un agente de
los estados que lo constituyen y, más concretamente, de los cinco
estados que poseen el veto en el Consejo de Seguridad, y aún más
específicamente, de los Estados Unidos. La ONU puede ir tan lejos a como
los EE.UU. le permita, pero no más que eso. Y está restringida por las
condiciones que los estados poderosos, lo que significa sobre todo los
EE.UU., imponen. Haití es un ejemplo de ello. Pero hay un montón de
otros. Tomemos, por ejemplo, las sanciones impuestas a Irak bajo Clinton
que se dieron hasta la invasión. Se denominaban sanciones de la ONU, y
fueron administradas a través de la ONU, pero si se analiza más a fondo
resulta que fueron sanciones de los EE.UU. Entonces sí, el defecto que
mencionas está aquí, claramente. Pero eso es algo inherente en la
estructura de la ONU. Claro, las Naciones Unidas, en cierta medida
difunde el poder de los EE.UU. Por lo tanto es una agencia menos directa
de los Estados Unidos que el Ejército estadounidense. Pero aún así, no
puede escapar la distribución de poder en el mundo.
KB: Y
en casos más vulnerables, lugares que no pueden defenderse o reclamar
sus derechos, como Haití, hay una mayor manifestación de eso.
NC:
¿Quién va a oponerse? Inglaterra no se va a oponer, Francia se une a
los Estados Unidos. De hecho, Francia es uno de los más grandes
torturadores de Haití, tanto históricamente como actualmente. China y
Rusia no van a participar. Bueno, entonces sólo queda EE.UU.
KB:
En 1994, el periodista Allan Nairn reportó el parecer del Comandante
Luis Kernisan de la Agencia de Inteligencia de Defensa, quien dijo: “Al
final, se tiene que tratar con la misma gente de antes, con las cinco
familias que mandan el país, el ejército y la burguesía...no va a ser
con el tipo de los tugurios de Cité Soleil.” Este es un ejemplo de lo
que usted ha dicho: planificadores honestos utilizando el análisis
marxista. Las élites y los estrategas parecen tener un buen
entendimiento de las relaciones sociales e internacionales, pero con los
valores invertidos. Usted ha dicho que no le importa mucho Marx. ¿Esto
incluye el marco analítico que los planificadores y las elites usan?
NC: Eso
no es totalmente acertado. Yo no digo que él no me importa mucho. No me
llamaría un marxista, yo no creo que nadie debería ser ningún tipo de
“-ista”. En cuanto al análisis de Marx del capitalismo, hay muchas ideas
útiles en ello, pero tenemos que acordarnos-y él habría sido el primero
en decirlo-que él estaba desarrollando un modelo abstracto del
capitalismo en el siglo diecinueve. Es abstracto y ha cambiado. En
cuanto a sus recetas para el futuro post-capitalista, en realidad no
tuvo mucho que decir. Y con algo de justicia, pienso yo. Por otro lado,
yo no diría que Marx no me importa mucho; él ofreció mucha perspicacia
sobre cómo funciona la sociedad, y fue un excelente analista de la
actualidad de la época. Creo que él daría por sentado que las élites son
básicamente marxistas: creen en el análisis de clase, creen en la lucha
de clases, y en una sociedad dominada por los negocios-como los Estados
Unidos-las élites empresariales están profundamente comprometidas con
la lucha de clases y participan de forma activa en ella todo el tiempo. Y
ellos lo comprenden. Son marxistas instintivos, no tienen que leerlo.
KB: Ha
hablado antes de como a menudo Ud. depende de la prensa élite de
negocios para un retrato fiel de los acontecimientos. Según la lógica,
los inversionistas necesitan tener una comprensión bien clara de los
asuntos del mundo y no recibir propaganda con el fin de beneficiarse de
los acontecimientos políticos y económicos. ¿Cuál, entonces, es el papel
de The Economist, que al parecer no se puede leer sin encontrar graves
distorsiones constantemente dentro de su cobertura? ¿Qué función esta
sirviendo, y por qué difiere tanto su periodismo al del Financial Times o
del Wall Street Journal?
NC: Yo solía leer The Economist
con regularidad, pero no lo hago desde hace un tiempo. Una de las
razones es esa que indicas. Otra es que no dan muchos fundamentos para
lo que afirman, ni siquiera los nombres de sus escritores, para poder
así tener por lo menos algo de credibilidad.
KB: Usted
menciona y aboga por Adam Smith a menudo, a pesar de reconocer sus
defectos. Por ejemplo, usted ha señalado la inverosimilitud de que hasta
los mercados perfectos puedan llevar a una igualdad perfecta. ¿Es esto
parte de un esfuerzo estratégico para privar a la derecha de su héroe,
quien condena la división del trabajo, el imperialismo y el control
empresarial sobre las políticas del estado?
NC: No, para
nada. Es porque creo que tuvo muchas cosas importantes que decir, una
vez que eliminemos la mitología que se ha creado acerca de él. Por
ejemplo, su crítica a la división del trabajo se basa en sus principios
de la Ilustración clásica. O su reconocimiento de que las políticas
estatales son diseñadas por aquellos que dominan la economía para sus
propios intereses, aunque el efecto para los demás sea “perjudicial”,
incluyendo para el pueblo de Inglaterra. Pero más importante para las
víctimas de “la salvaje injusticia de los europeos”, refiriéndose
principalmente a los crímenes británicos en la India, su principal
preocupación como persona honrada. Sus declaraciones se referían a la
Inglaterra de su época, pero se pueden aplicar de forma general. O
también su único uso de la frase “mano invisible” en la Riqueza de las
Naciones, para argumentar (no muy convincentemente) que protegería a
Inglaterra de los estragos de lo que llamamos “neoliberalismo” - Ricardo
hizo lo mismo. O su llamado a favor de la regulación bancaria en
reacción a un colapso financiero masivo. Y mucho más. Y eso es aparte de
su interesante trabajo como filósofo moral.
KB: Hablé con
un inversionista honesto recientemente, un multi-millonario. Se refirió
a como su clase ha renunciado a su lealtad, como una norma social, en
contraste con los capitalistas de la era de Eisenhower en los EE.UU. y
con las élites en el Este de Asia hoy en día.
Si este país
estableciera una tasa marginal de impuestos más alta-aunque muy por
debajo de la tasa de 90 por ciento bajo Eisenhower- él me dijo que
simplemente cerraría lo que queda de sus activos productivos en los
EE.UU., despediría a miles de sus trabajadores, cambiaría de ciudadanía a
los Emiratos Árabes Unidos, y viviría allí. De hecho, después que él
mencionó las tendencias ‘socialistas’ de Obama, él estuvo por hacer
exactamente eso. Esta mentalidad transnacional, sin ataduras, que ahora
predomina es una refutación de la noción de Smith y Ricardo que la clase
capitalista prefiere apoyar a su propio país. ¿Cómo puede la población
en general combatir esta amenaza, que ahora se extiende hasta
físicamente salir de los EE.UU. para evitar que los ingresos de los
impuestos puedan ser recaudados? Usted ha hablado de la toma laboral y
autogestión de los trabajadores como una solución. ¿Qué más existe en el
arsenal de la población en general, trabajando a través de los
sindicatos, el gobierno o por otros medios?
NC: Lo que él
está describiendo es sincero y acertado. De hecho, la clase capitalista
en los años 50 era más o menos parte de un contrato social. Era parte de
la naturaleza de la época. Durante la Gran Depresión y la Guerra hubo
una verdadera radicalización de la población-no sólo aquí sino en todo
el mundo. Y el sistema después de la guerra fue diseñado para reflejar
eso. Es por eso que se vio un desarrollo de los estados benefactores en
los años 50-había mucha presión popular de la cual no se podía escapar.
Han pasado muchos cambios desde entonces, pero en realidad ha habido un
retorno a una forma extrema del capitalismo depredador, lo que significa
que no sólo voy a cerrar mi negocio o mudarme si no me gusta lo que
haces, pero otra cosa interesante está ocurriendo. En las instituciones
financieras, que ahora dominan el sistema económico, el nivel
administrativo en muchas ocasiones actúa en maneras que pueden destruir
sus propias instituciones si aumentan sus beneficios, los cuales no son
pequeños. Analiza los ingresos de, por ejemplo, Goldman Sachs-un
porcentaje muy alto de ello va sólo al pago de la administración y sus
bonos. Hubo un tiempo tradicionalmente-por ejemplo, General Motors en la
década de 1950-donde GM estaba tratando de desarrollar una base de
consumidores que iba a ser leal y duradera porque se pensaba en términos
de una institución que permanecería y crecería y prosperaría en la
sociedad. En la actualidad muchas de las empresas de inversión- bancos,
fondos de cobertura-están perfectamente contentos con destruir el lugar
donde trabajan y salir de ahí con enormes beneficios. Esta es una nueva
etapa del capitalismo.
En cuanto a tu pregunta sobre estrategias:
entre las opciones menos radicales, utilizar la urna electoral, como se
hizo en los años de los 1930s y 1960s-claro, acompañado con una ola de
activismo popular a gran escala. Tuvo muy buenos resultados, dejando un
legado que se puede llevar hacia adelante. Y hay muchas otras opciones,
dependiendo de las circunstancias y el nivel de organización, la
comprensión y el compromiso popular. Este siempre es el paso
fundamental.
KB: En Hopes and Prospects usted habla sobre
la hipocresía en los inicios de la crisis financiera: las propuestas del
FMI para el Tercer Mundo fueron las de pagar la deuda a los países
centrales, elevar las tasas de interés, privatizar, y en general,
dedicarse a políticas a favor de los cíclos económicos. Para los EE.UU.,
las prescripciones aceptadas fueron: estimular la economía, olvidarse
de la deuda, y nacionalizar la industria. Pero desde entonces, ha habido
una corriente muy poderosa que cambió el debate político - ahora se
trata de la reducción del déficit y de la austeridad fiscal, la cual la
administración de Obama está impulsando activamente con su comisión
sobre el déficit y sus discursos sobre como el gobierno federal debe
abrocharse el cinturón. ¿Es este cambio otro indicador de lo que dice
Simon Johnson, especificamente sobre las similitudes entre los EE.UU. y
las oligarquías de los mercados emergentes? ¿Se está “convirtiendo en
una república bananera” los EE.UU., como él dice? Tu libro menciona el
análisis optimista que hizo Citigroup sobre las plutonomías, donde la
economía funciona en todos sus aspectos hacia los intereses del 10 por
ciento más rico, sin tomar en cuenta las necesidades del resto. ¿Es esto
lo que está ocurriendo?
NC: Es un acontecimiento que ha
estado sucediendo, aunque más aún en Europa. Los Estados Unidos en
muchos aspectos se asemeja a un país del Tercer Mundo-mucho más
desarrollado, pero tiene muchas de las mismas características
estructurales: extrema desigualdad de la riqueza, el deterioro de la
infraestructura, ya que sólo le sirve a los pobres, operaciones
depredadoras, corrupción enorme, entre otras cosas. Todo esto es
bastante típico de países del Tercer Mundo y no de países que están
tratando de desarrollar una economía con un futuro sólido. Se roban lo
que pueden y se van. En cuanto al análisis de Citigroup, tiene más
validez ahora que antes. Nunca ha sido falso, pero sin duda menos ahora.
Hablemos del período en el que se movía hacia la democracia social de
algún tipo-por ejemplo los años 50 y los años 60, que fue cuando la
tecnología que estás usando en este momento se desarrolló. Y fue
desarrollada a expensas de los ciudadanos, o sea, de aquellos que pagan
sus impuestos, pero no se tenía pensado particularmente que ellos se
beneficiarían de ella. Aquellos que se beneficiarían de ella fueron IBM,
Microsoft, y así sucesivamente. El sector empresarial quería que la
población del país pagara los costos y asumiera los riesgos. Y se hizo
de una manera totalmente fraudulenta, no para que pudieras tener una
computadora. La gente pensaba que se estaban defendiendo de los rusos o
algo así. Pero los planificadores entendían.
KB: Estaban construyendo la base para la economía del futuro.
NC: Estaban
construyendo la economía del futuro, de la cual ellos se beneficiarían.
Y tal vez, de casualidad, otros se beneficiarían, pero sólo de forma
secundaria. IBM es un caso interesante. Entonces IBM fue una gran
industria, con tarjetas perforadas y lo demás, pero en los años 50,
esencialmente, aprendió a cambiar de tarjetas perforadas a computadoras
digitales que funcionaban efectivamente en laboratorios gubernamentales.
En realidad, aquí, allá abajo, donde estamos sentados en el Edificio 20
(del Massachusetts Institute of Technology), fue donde mucho de esto
ocurrió. Y para los años 60, IBM había adquirido suficiente capacidad
para poder construir su propia computadora. Tuvieron la computadora más
rápida del mundo: el Stretch.
KB: Y el Gobierno de los EE.UU. lo procuró.
NC: El
gobierno lo tuvo que comprar, porque nadie lo compraría. No había
interés. Y la procuración pública es una técnica importante de la
subvención estatal, un hecho que ha sido bien estudiado dentro de la
literatura profesional. Y esto continúa. No es posible sino hasta los
80s, más o menos-treinta años después de todo esto-cuando IBM realmente
podría vender PCs y generar mucho dinero, y Microsoft podría escindirse
de eso, y así sucesivamente. Pero lo que está pasando ahora es muy
interesante y está siendo discutido por los líderes de industria. La
Fundación Alfred P. Sloan ha hecho algunos estudios que señalan que,
según lo que ellos presentan, ‘lo que es bueno para General Motors es
bueno para el país’ ya no es cierto. Porque ahora-y usan IBM como su
ejemplo, o tal vez el Wall Street Journal informa sobre el hecho-IBM no
sólo intenta desplazar sus operaciones productivas en donde pueda
conseguir mano de obra barata, pero está casi forzando a su personal
doméstico a ir a la India [Project Match]. Entonces ya no te queremos
aquí, ve a vivir como una persona del Tercer Mundo en la India. Vamos a
pagarte menos y vas a trabajar igual que antes. Así que aquí hay una
empresa que básicamente se construyó por medio de los impuestos de los
estadounidenses, se hicieron muy ricos, y su responsabilidad ante el
país es no sólo mandar puestos de trabajo al exterior, pero enviar a sus
propios trabajadores a la India. Creo que alrededor del 75 por ciento
de la fuerza laboral de IBM se encuentra en el extranjero.
KB: Volviendo
a la cuestión de las prescripciones del FMI, Olivier Blanchard, su
economista principal, abogó por un objetivo más alto de inflación,
alrededor del 4 por ciento. El Wall Street Journal informó que “el señor
Blanchard dice que el FMI debería liderar el replanteamiento de ideas
necesario después de la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.”
¿Qué, si acaso, puede significar la aprobación del FMI de una política
monetaria más expansiva para los países en vías desarrollo, que
normalmente tienen que obedecer al FMI?, y ¿puede ser esto una señal de
un cambio real en el FMI, o es sólo una maniobra temporal?
NC:
Ha habido algunos cambios en el FMI, pero no creo que sean suficientes,
digo yo. Los economistas del FMI sin duda fueron perturbados por los
fracasos extremos debido a sus recetas durante muchos años, y por el
colapso del edificio intelectual de la teoría económica en la que
confiaban.
KB: En su caracterización de la crisis
financiera de EE.UU., usted dice que “los mercados son
ineficientes...Pueden ser controlados por medio de un cierto grado de
regulación, pero esta regulación se fue desmantelando gracias a un
fanatismo religioso de mercados eficientes, que carecía de soporte
empírico y de base teórica, nada más se basaba en el fanatismo
religioso”. ¿Fue este “fundamentalismo irracional” el factor principal
en el desarrollo de la actual crisis económica mundial? Le pregunto
porque en Hopes and Prospects, usted dirige a los lectores que desean
comprender mejor las raíces de la crisis al libro La Gran Crisis
Financiera por Foster y Magdoff. La tesis que ellos exponen es que
debido a las tendencias de estancamiento a largo plazo en la economía
real, “las ganancias fueron dirigidas cada vez menos hacia la inversión
en la expansión de la capacidad productiva y cada vez más hacia la
especulación financiera.” Para Foster y Magdoff, el fanatismo religioso
era de conveniencia política, y ayudó a alimentar una serie de burbujas
financieras enormes, pero este esfuerzo se compensó por las tendencias
de estancamiento a largo plazo subyacentes en la economía real.
NC: Creo
que hay cierta verdad en eso. Hay libros que ahora están disponibles a
los cuales me hubiera referido también, que van mucho más allá de lo que
he dicho-gente en medio de la profesión económica llegando al punto de
declarar que los economistas son criminales. Por ejemplo, el libro de
Yves Smith-que es realmente bueno-quiero decir, ella dice que estos
tipos son una plaga. Que el campo de estudio debe ser desmantelado. Y
ella entra en detalles serios y muestra que la teoría económica es tan
corrupta que es difícil hablar del tema. Es un gran libro. Y hay un par
más, como probablemente los 13 Bankers (Trece Banqueros) de Simon
Johnson, que no he leído todavía.
KB: Según Foster y
Magdoff, la contradicción fundamental en la economía real, relativo al
incremento en la desigualdad de ingresos y riqueza, con el tiempo se
ejerció con fuerza de gravedad, lo que llevó a cabo una implosión
financiera. La disyunción entre el estancamiento de la economía real y
la esfera financiera cada vez más hinchada había crecido a tal punto que
cuando la burbuja inmobiliaria finalmente estalló, las consecuencias
resultantes abrumaron el poder de los bancos centrales para poder
contrarrestarlas en su rol de “prestamistas de última instancia.”
¿Sugiere todo esto que las posibilidades de regular los mercados
ineficientes del sistema son más limitadas de lo que comúnmente se
supone?
NC: No lo creo, porque hubo un período de
regulación desde la era del “New Deal” hasta los años 70, y no había
crisis financieras. Desde los años 70, la estructura normativa se ha ido
desmantelando parcialmente y parcialmente capturada-ya sabes, la
captura reguladora-y en parte ha sido afectada por lo que a veces se
llama captura reguladora cognitiva. Es decir, los reguladores se han
tragado la ideología que está siendo vendida por los economistas, y el
mundo de negocios felizmente propaga estas ideas porque son muy buenas
para ellos, no porque se crea que haya algún mérito en ellas. Y como
resultado, desde los años 70 se han producido repetidas crisis
financieras; esta no es la primera, ha habido muchas.
En los
países de Asia, hubo una reacción natural a la crisis a finales de los
años 90: después de que los países más o menos salieran de la crisis
financiera asiática, comenzaron a construir sus reservas financieras.
Eso ahora se condena. Ese es el famoso exceso del capital que está
causando desequilibrios globales, forzando que bajen nuestras tasas de
interés, y haciendo todo tipo de cosas horribles. Fue una reacción muy
racional al enorme flujo de capital especulativo y a las teorías de los
economistas. Así que sí, nunca estaban en el sistema del mercado por
mucho tiempo, pero ahora están saliendo de él aún más, almacenando
reservas, creando desequilibrios en la economía global, mientras lo que
se hizo aquí fue todo lo contrario: vamos a tomar prestado. Tomemos
prestado como locos, nada puede salir mal, ya que tenemos una teoría que
demuestra que los mercados son eficientes y que los participantes
tienen información perfecta-hasta en el futuro indefinido, de hecho, si
se toman en serio los teoremas. Así que ahora existe una peor crisis
financiera, pero si nos fijamos bien, Reagan dejó al país con una crisis
financiera seria-la de Ahorro y Préstamos (después de otra en
1987)-diez años más tarde tuvo lugar la burbuja tecnológica, en medio de
eso ocurrió la del Long Term Capital Management (la Gestión del Capital
a Largo Plazo), y el hecho de que la profesión económica ha podido
sobrevivir todo esto es asombroso. Se conoce la historia, un par de años
después de eso vino la burbuja inmobiliaria. Para la población, la
economía ha sobrevivido por la inflación de activos, el incremento de la
deuda y de horas de trabajo, a menudo para ambos adultos en la familia.
KB:
Usted saca el tema de la crisis financiera de Asia y los países que no
habían seguido la ortodoxia de abrir sus mercados de capitales salieron
ilesos-la India, China, Taiwán...
NC: En Corea del Sur se
puede obtener la pena de muerte por la fuga de capitales. Malasia, de
hecho, también salió de la crisis asiática. Impuso controles de capital y
en el momento todos los economistas advirtieron que iba a ser un
desastre. Pero les fue bastante bien. Lo mismo con Argentina, el antiguo
modelo ideal del FMI, lo que le llevó a una crisis grave. Luego no le
hizo caso a las advertencias y las doctrinas y le fue muy bien a su
economía, contrario a lo que predecían.
KB: Para analizar
los países en vías de desarrollo, usted insiste en desagregarlos para
arrojar luz sobre los varios niveles de crecimiento y desarrollo social
durante la era neoliberal. En el caso de la India, que creció a un ritmo
rápido, usted cree que sólo pudo haber ocurrido por haber violado las
reglas neoliberales: India mantenía el control sobre los flujos de
capital e ignoró las reglas del FMI en muchas maneras. Esto no habría
sucedido si hubiera sido un alumno disciplinado, como Argentina, el cual
usted menciona, o los países de América Latina y África en general.
NC:
Bueno, hay una alta tasa de crecimiento, pero mira lo que le ha pasado a
la población. ¡Su consumo de alimentos está disminuyendo!
KB: Correcto.
Así que lo que le quería preguntar es, ¿qué es la índole de la economía
de la India? Comparte casi todas las facetas de los resultados
neoliberales-el empobrecimiento absoluto de la población en medición de,
como usted dice, el consumo de calorías, y la aparición de los
plutócratas y el fortalecimiento de su posición-pero goza de un alto
crecimiento en lugar de bajo crecimiento. ¿Es este un modelo distinto?.
NC:
Hay un sector en la India-es un país grande, por lo que el sector no es
pequeño, probablemente abarca un par de cientos de millones de
personas-y ellos se benefician mucho con esto. Y si tienen que dejar de
lado a los mendigos hambrientos en la calle, bueno, entonces está bien.
Has vivido en la India, así que sabes como es.
En una ocasión
viajé en carro por las calles de Delhi con una india radical, Aruna
Roy-probablemente sabes de ella-quien ha dedicado su vida a vivir en una
de las aldeas más pobres y trabajar en los asuntos de la mujer.
Sumamente dedicada. Mientras viajábamos, me di cuenta de que ella no
estaba mirando por las ventanas. Cada vez que el carro paraba, un grupo
de gente venía a suplicar por una rupia, y hay un bebé moribundo, sabes.
Y ella me dijo: “No lo hagas.” Y luego mientras continuaba andando el
carro, me di cuenta que ella ni siquiera miraba. Y le pregunté, “¿Cómo
puedes vivir así?” Ella respondió: “Si miras, te vas a matar a ti mismo.
Así que deja de mirar. No hay manera de sobrevivir en esta sociedad
loca.”
Y ella es una mujer muy interesante, fue profesora en la
Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) que hace veinte años renunció y se
fue para Rajasthan, y vive en una aldea muy pobre en una choza de barro.
Y trabaja en asuntos acerca la mujer. Entonces, aquí hay alguien muy
dedicada y te dice francamente, “Si quieres sobrevivir aquí, no mires.”
KB: Un
economista de JNU, Prabhat Patnaik, quien es también Vice-Presidente de
la Junta de Planificación del Estado de Kerala, saca a colación un caso
que me gustaría compartir con usted por sus implicaciones: según él,
Kerala disfrutó de excelentes logros en el sector social, pero estuvo
prácticamente estancado. Después del ’87-88, Kerala creció de forma muy
rápida, y nadie estaba seguro por qué, pero fue precisamente el período
del declive de los logros del sector social. Él concluye que el alto
crecimiento no necesariamente implica mejoras sociales, pero lo
contrario ocurrió en Kerala.
NC: Lo conozco a él un poco, y
él sabe mucho más que yo, pero creo que hay otro factor ahí: las
remesas. Se enviaba un número enorme de personas al Golfo. Ellos tenían
un buen sistema educativo, para que pudieran salir y hacer el trabajo
técnico para dirigir los estados del Golfo, que, hablando de economías
depredadoras, son grotescas. Si uno va a Kuwait, los kuwaitíes no hacen
nada. Todo lo hacen los asiáticos del sur, los filipinos y los
palestinos, hasta que fueron echados. Y Kerala podía proveer eso y
enviar remesas, y no sé la escala, pero era grande. Y de hecho, yo
estaba allí alrededor del 2002, supongo, pero es un poco doloroso
conducir por la región. Es una tierra muy fecunda, pero si miras los
hermosos llanos de arroz-están abandonados. No pueden competir con el
arroz de Vietnam. Los bosques de caucho están deteriorándose. Se podría
resolver, pero requerirían de inversiones, y hay muy pocas yendo a las
zonas rurales.
KB: Aparte de estudios de Utsa Patnaik
sobre la disminución de consumo de calorías en la India, hay una gran
cantidad de estudios que cuestionan la veracidad de la narrativa de la
Encuesta Nacional de India [NSS] y del Banco Mundial que aseguran que ha
habido una reducción de pobreza admirable. Uno de los estudios,
realizado por la Comisión Nacional para las Empresas en el Sector No
Organizado en el 2007, encontró que 836 millones, o 77 por ciento de la
población, vivía con menos de 20 rupias al día [50 centavos
estadounidenses]. La Iniciativa sobre la Pobreza y el Desarrollo Humano
de Oxford, utilizando el índice de pobreza multidimensional, dijo que
habían 645 millones pobres en la India-el 55 por ciento de su
población-más gente que en los 26 más pobres países africanos juntos. El
Banco Asiático de Desarrollo calculó la cantidad de pobres en 622 - 740
millones de personas. Pero hay altas tasas de crecimiento acompañando,
de manera conservadora, un estancamiento en las mejoras
sociales-efectivamente no hay cambios en la malnutrición infantil, tasas
más altas de desnutrición que en África subsahariana-y por otras
medidas, una privación agravada.
NC: Se ha producido un
estudio interesante que recientemente he leído en The Guardian acerca
del Sistema de Distribución Público [PDS] de la India. Quiero decir, hay
una verdadera crisis alimentaria en la India y según el artículo,
alrededor del 40 por ciento de los alimentos en el sistema PDS se pudre o
lo se lo llevan los ricos. Lo que hacen es, si una persona pobre no
puede pagar a su usurero, vende su billete PDS y lo toma una persona
rica que recibe la comida gratis.
KB: Una pregunta sobre
este tema: en la India independiente, 400 millones de personas no pueden
darse el lujo de comprar alimentos en el mercado libre ydecenas de
miles de toneladas de cereales se pudren desde hace años en los
almacenes del gobierno. No se procura grano nuevo, lo que perjudica a
los agricultores. Manmohan Singh, puso en duda la sabiduría de la
decisión de la Corte Suprema en proporcionar comida gratis a los pobres y
todavía hay un marasmo en lo que será esta política. Mike Davis, en su
libro Late Victorian Holocausts cita a la Comisión Británica de la
Hambruna del 1878-1880 que dijo:“La doctrina de que en tiempo de
hambruna los pobres tienen derecho a exigir socorro...probablemente
resultaría en la doctrina de que tienen derecho a tal socorro en todo
momento, y por lo tanto se establecerían la fundación de un sistema
benéfico general para los pobres, el cual no podemos contemplar sin
temor grave.” ¿Qué ha cambiado desde la época en la que los británicos
almacenaban los cereales durante la hambruna en la India?
NC:
Este mismo artículo en The Guardian señaló que Jean Drèze y otros están
tratando de establecer algún principio de un suministro alimentario
universal que eliminaría el sistema PDS y diría simplemente, “Mira, hay
una cierta cantidad de alimentos que hay que darle a todo el mundo-que
no hayan boletos, ni tiendas, ni nada.” Aparentemente estará llegando a
votación pronto. Si algo así se legislara y claro, se implementara-ya
que las oportunidades de corrupción son altísimas-se podría distribuir
algo de este alimento. Quiero decir, en la India-es simplemente grotesco
lo que está pasando. Es muy abrumador. Acabo de estar en China. China
tiene un montón de problemas, pero no este tipo, que yo sepa.
KB: Hay
una narrativa que el alto crecimiento ha ‘pasado por’ la población en
general y debe ser más equitativo e incluyente. Prabhat Patnaik, sin
embargo, creeque el crecimiento se basa en la exacerbación del
antagonismo de clases y la expropiación de los medios de producción de
los pequeños productores y campesinos. Él piensa que la misma índole del
crecimiento requiere la exclusión y del sufrimiento. Afirma que es
ingenuo hablar más sobre la inclusión, mientras se mantiene y se opera
dentro de este esquema. ¿Cómo lo ves?.
NC: Supongo que se
refiere al modelo específico del crecimiento adoptado en la India, no al
crecimiento en general. Si es así, parece que hay evidencia
considerable para apoyar la conclusión.
KB: Volviendo al
tema de China: la disminución de la pobreza no parece tan controversial
como en la India. ¿Hay progreso verdadero y significativo allí?.
NC: No
estuve en las áreas rurales, así que no pude averiguar. Y vale la pena
comentar que es mucho más fácil obtener información acerca de la India,
porque la sociedad es mucho más abierta.
KB: Usted ha
mencionado los estudios de Hart-Landsberg y Ching Lee Kwan, que destacan
la fragilidad del modelo de desarrollo de China, las condiciones
horribles para los trabajadores, las protestas laborales, y sentimientos
de abandono y de traición. ¿Y con respecto al medio ambiente?
NC:
Es bastante horrible, y las catástrofes ambientales son perfectamente
reales. Pero por otro lado, yo estaba en Beijing y Xi’an, pero me dieron
la vuelta por todo Beijing, porque los lugares donde iba estaban por
todas partes. No se ve la pobreza que se ve en todas las ciudades
estadounidenses. O la han escondido en algún lugar, o la han arrojado en
el campo. Por otro lado, es extremadamente autoritario. Hay mucho
optimismo y exuberancia, y la gente está emocionada por ello, y así.
Cuando pasamos por un lugar en el centro de la ciudad, le pregunté al
conductor-que resultó ser bastante crítico y franco-”¿dónde vive la
gente?” Me explicó que hay empresas que construyen viviendas para que
hayan grandes rascacielos para los trabajadores. No sé cómo son por
dentro, pero no se ven tan mal desde afuera. Pasamos por algún centro
grande de la ciudad, y él nos dijo que todas las personas ahí iban a ser
desalojadas y enviadas al campo para que ellos hicieran que el área
fuera más orientada a negocios. Así que le dije, “Bueno, ¿qué pasará con
la gente en el campo?” Ellos dijeron que estaban construyendo un metro
que iba a llegar hasta allá, y le pregunté si realmente lo harían, y me
dijo que probablemente sí; suelen hacer estas cosas. Entonces les hice
una pregunta, sabiendo que era ridícula, pero yo quería oír lo que
dirían: “¿Tiene alguna elección la gente en esto?” Me miraban como si no
entendían la pregunta. La suposición tácita parecía ser: “No es asunto
de ellos; se les dice que serán mandados al campo.”
Me acordó de
un evento en la India, cuando yo estaba allí antes de las llamadas
“reformas” en el ’72. Yo era un invitado del gobierno y me llevaban por
todos lados. Todos los días que estuvimos en Delhi, íbamos a través de
la Plaza Connaught y todos los días estaba completamente llena de gente
sin hogar, decenas de miles de personas en tiendas de campaña. Un día en
la mañana me dirigí por la plaza y no había nadie allí. Así que
pregunté, “¿qué pasó?”, y me dijeron, “la Feria de Asia está llegando y
quieren purificar la ciudad, por eso ya no están”. Entonces les dije,
“¿Qué pasó con ellos?” Mandaron camiones y los llevaron a alguna parte
en el desierto y los botaron allí. Sin metro ni nada.
KB: Hasta
en América Latina, he encontrado que cuando un presidente visita una
región en particular, convierten las áreas en una especie de aldea
Potemkin, limpias de miseria y suciedad.
En los casos
esperanzadores que ha mencionado, como en América Latina, ha habido
progreso auténtico, como ha señalado. Al mismo tiempo, a veces
hayconflictos dramáticos entre los desarrollistas, como el presidente
izquierdista Correa, y las comunidades indígenas afectadas por la
minería y las represas.Además, Evo Morales, a pesar de ser muy popular,
recientemente tuvo que lidiar con una huelga general bien grande en
Potosí. ¿Qué opina de esta dinámica? ¿Cuáles son las esperanzas y
posibilidades en América Latina con respecto al elevar los niveles de
vida, los caminos hacia la industrialización, la consideración para el
medio ambiente, el papel de los movimientos sociales, y el evitar la
coacción de parte de los estados?
NC: Todo esto es cierto.
En Ecuador existe un serio conflicto entre el gobierno de Correa y las
comunidades indígenas oponiéndose a proyectos de desarrollo que han
estado arruinando sus vidas y sociedades. Los derrames de petróleo en la
Amazonia podrían ser peores que el desastre del Golfo de BP.
Probablemente esté mejorando bajo Correa, pero todavía hay fuertes
objeciones. Morales es de hecho popular, pero hay muchas quejas sobre el
autoritarismo y la corrupción. La lucha en contra de los proyectos de
desarrollo está pasando en todo el mundo. En la India, como sabes, hay
una gran guerra en curso en gran parte por culpa de proyectos de
desarrollo en zonas tribales. Yo estaba en el sur de Colombia
recientemente visitando aldeas remotas donde campesinos y pueblos
indígenas están tratando de luchar contra la minería y la privatización
del agua que amenazan sus vidas y recursos. No sé de ninguna respuesta
general sencilla a tu pregunta de cómo va a resultar todo eso. Los
problemas a menudo no son simples. Hay mucho en juego, no sólo para la
gente de estos países. La extracción de recursos afecta a un medio
ambiente global que está en una situación de riesgo cada vez más grave.
KB: Ya
que menciona los derrames, una estrategia clara para los ciudadanos de
EE.UU. en medio de tantas complejidades puede ser la reestructuración de
las características institucionales de las corporaciones para evitar el
saqueo de recursos y la depredación de los estados más débiles por
parte de empresas como BP y Chevron. En Hopes and Prospects usted
menciona el intento legal que ocurrió hace 30 años en Youngstown, Ohio,
liderado por el abogado radical Staughton Lynd para convencer a los
tribunales que las partes interesadas-miembros de la comunidad, los
trabajadores, y así sucesivamente-deberían tener la mayor prioridad en
la orientación jurídica de las empresas. A pesar de que fracasó, usted
escribe que “con suficiente apoyo popular, la iniciativa podría tener
éxito.” ¿Podría describirnos un posible escenario en el cual las
comunidades podrían recurrir a los tribunales para avanzar una
concepción de la corporacion que se alejara de una obligación a los
accionistas y se acercara hacia una obligación a las partes interesadas?
Teniendo en cuenta la naturaleza generalmente conservadora de los
tribunales y resoluciones como la de Citizens United, ¿cómo podrían ser
influenciados por la presión popular?
NC: Los tribunales
sí están influenciados por la presión popular. Incluso, los
nombramientos judiciales son influenciados por ellos. Tomemos como
ejemplo los años 60, cuando finalmente se consiguió llegar a
resoluciones avanzadas sobre la libertad de expresión, y así
sucesivamente. No fue que los miembros de la corte habían cambiado, sino
que el clima social y cultural había cambiado y ellos respondieron a
tales circunstancias. Nunca he leído la decisión del juez de Youngstown
quien decidió en contra de la iniciativa, pero no me sorprendería que si
hubiera habido agitación en las calles y la gente del país hubiera
hecho llamamientos al apoyo y así, la decisión opuesta se hubiera podido
lograr. Además, puedes elegir funcionarios que te darán jueces
diferentes. Mucho de esto depende en el apoyo por la causa. Los
tribunales, por ejemplo, se esforzaron para bloquear las resoluciones
del New Deal, hasta el punto que Roosevelt trató de nombrar muchos de
sus partidarios a las cortes, pero la mayoría de las resoluciones
finalmente se aprobaron a través de la enorme presión popular.
KB: En
lo que respecta al progresismo tras la Gran Depresión, ¿es esto una
excepción a la tendencia general de la población de votar por la derecha
durante tiempos economicamente difíciles? Los economistas Markus
Brückner y Hans Peter Grüner publicaron un documento donde descubrieron
esta tendencia histórica en los EE.UU. y en Europa.
NC: No
creo que haya tal cosa, creo que varía demasiado. Tomemos, por ejemplo,
Alemania y los Estados Unidos en la década de 1930. En parte había
circunstancias similares. Alemania se lanzó a la derecha extrema, y los
Estados Unidos hacia la socialdemocracia. Había muchas razones
diferentes, pero dudo que se pueda generalizar.
KB: Lo
pregunto por su relevancia hoy en día. Con estas dificultades económicas
actuales, se están viendo manifestaciones feas de nacionalismo y
tribalismo en los EE.UU. Se pueden ver que los índices de aprobación
pública hacia los sindicatos se encuentran en los niveles más bajos de
todos los tiempos. En contraste, el 7 de septiembre hubo una huelga
general en Francia en la cual participaron entre 2 millones y 3 millones
de personas, con un índice de aprobación popular del70%, protestando el
aumento de la edad de jubilación implementado por el gobierno de
Sarkozy.
NC: Ellos protestan por su propio bien. Puede que
estén haciendo lo correcto, pero no es en sí una acción progresiva a
menos que haya implicaciones a largo plazo para la sociedad en su
totalidad.
KB: ¿Y qué tal el caso de Grecia? Ha habido una serie de huelgas generales que han tenido lugar.
NC: Bueno,
la gente en Grecia está en huelga contra una represión gubernamental
bien dura, pero no es siempre clarísimo para qué están en huelga. Lo que
está pasando aquí en los EE.UU es interesante. Es cierto que los
sindicatos son odiados, pero eso es el resultado de cincuenta años de
propaganda intensa, que se remonta a principios de los 50s. Y de hecho,
los trabajadores, en su mayoría, están a favor de los sindicatos. Aún
hoy en día. Investigaciones del EPI [Economic Policy Institute
(Instituto de Política Económica)] lo muestran. Pero sí, los sindicatos
son odiados, pero acuérdate que todo lo demás que es odiado. El congreso
es odiado, los banqueros son odiados, los partidos políticos son
odiados. La gente odia a todo. Ellos piensan que todo está podrido. Es
un poco similar a Alemania en los años 30, donde todas las instituciones
se derrumbaban. Y luego viene un líder carismático; entonces bien, lo
seguiremos.
KB: Además de todo este odio hacia las
instituciones dominantes, existen fuertes sentimientos contra los
latinos y musulmanes. Usted también ha mencionado el encarcelamiento
masivo de afroamericanos y otras minorías durante el periodo neoliberal.
Además, en Hopes and Prospects usted hace referencia al libro de
Douglas Blackmon, que revela la poca conocida criminalización de la vida
de los afroamericanos en Estados Unidos, comenzando desde el periodo
después de la reconstrucción hasta la Segunda Guerra Mundial. Usted
concluye que “la vida para la mayoría de los afroestadunidenses apenas
ha escapado las cadenas de la esclavitud.” Ante todo esto, ¿está
reconsiderando usted su opinión de que Europa es más racista que los
EE.UU?
NC: Europa es peor, en mi opinión. Lo que está
pasando en Europa es escandaloso. Tomemos como ejemplo la manifestación
en Nueva York en contra de la mezquita. Quiero decir, tuvieron que traer
a alguien de Holanda. No pudieron encontrar a un parlamentario
estadounidense que hablara. Fue Geert Wilders quien vino. Eso no lo
prueba, pero ... yo estuve en París hace poco, fue bien interesante,
grandes multitudes por todas partes y un montón de gente, lo de siempre.
Pero la prensa élite como Le Monde se estaba volviendo loca, lo odiaba
todo. Pero una de las cosas que particularmente odiaban fue cuando
algunos amigos míos que trabajan en las afueras de la ciudad, donde vive
mucha gente pobre, arreglaron para que yo pudiera conocer a muchachos
adolescentes en Clichy, en las afueras. Eran en su mayoría norafricanos.
Al principio no querían que hubiera un encuentro, de manera razonable,
porque no les gusta ser los conejillos de Indias para visitantes ricos y
blancos. Pero finalmente acordaron que tal vez yo realmente sí estaba
interesado en ellos. Así que salí y tuvimos buenas conversaciones. Una
de las cosas de las cuales se quejaron fue del desprecio que sentían por
parte de la gente en París, que piensan que ellos son delincuentes y
matones y no entienden que ellos tienen una cultura vibrante y que creen
que sus propias vidas tienen importancia y así. Entonces les dije en un
momento dado, “¿Por qué no organizan una exposición cultural y la
llevan a París y muestran a la gente lo que hay detrás de sus vidas?” Y
lo pensaron, y dijeron que tal vez lo harían. Sin embargo, los
periódicos fueron interesantes. Tenían un par de periodistas allí. Al
día siguiente la prensa decía algo así como: “Gracias, Sr. Chomsky, por
decirles a estos matones y criminales que entren a París para que nos
maten y nos roben.” Es como si fueran una caricatura de sí mismos.
La
criminalización de la vida de los afroamericanos fue algo que se dio
específicamente en los Estados Unidos en el período posterior a la
reconstrucción, y hay algo parecido sucediendo hoy con el
encarcelamiento de grandes multitudes, en gran medida directamente en
contra de hombres negros. Francia no tenía la esclavitud interna, de
modo que sí, en ese aspecto es diferente. Pero el racismo en Europa toma
la forma de un extremismo anti-inmigrante, que es bastante malo aquí, y
creo que es difícil de medir, pero mi suposición es que es
probablemente peor allá.
KB: Me gustaría seguir hablando
un poco más sobre la opinión pública y cómo evaluarla. Como a manera de
continuar el tratamiento de halago hacia personas como Héctor Gramajo,
la comunidad diplomática e intelectual le ofrece ahora al ex-presidente
colombiano Alvaro Uribe una posición como profesor distinguido en la
universidad de Georgetown, y la vicepresidencia en el grupo de
investigación de la ONU sobre los ataques israelíes contra la flotilla.
NC: Es repugnante.
KB: Aunque
esta respuesta de la élite tiene sentido, Obama afirmó que “Si yo fuera
a servir dos términos, estoy bastante seguro de que no contaría con el
nivel de aprobación del 70 por ciento que tuvo el presidente Uribe”. De
hecho, el Inter Press Service informó que Uribe disfrutó de niveles de
aprobación del 75 por ciento cuando dejó su cargo en un país que,
después de Sudán, tiene la mayor población de desplazados internos en el
mundo. El gobierno ha sido implicado enasesinatos de muchos de sus
propios civiles. ¿Hay problemas epistémicos con los datos de las
encuestas, y si no, que será que está pasando en la mentalidad colectiva
de los colombianos?
NC: Miremos cuidadosamente estas
encuestas. Son sondeos telefónicos. Se está excluyendo un gran
porcentaje de la población. Hay una enorme población de desplazados
internos en los barrios pobres afuera de Bogotá y estoy seguro de que no
están siendo encuestados. En aldeas remotas en el sur de Colombia,
quiero decir, pueblos de los cuales muchos nunca han conocido ni por
nombre, si es que fueron encuestados en absoluto fue bajo la coacción y
la intimidación. Esa no es una gran parte de la población. Pero para la
gente en Bogotá, Uribe les ha dado las cosas que quieren. Bogotá es más
segura, los paramilitares se han asimilado en el gobierno, y ahora
tienen un papel importante en su funcionamiento. Hay muchos asesinatos,
pero son de líderes sindicales y activistas de derechos humanos y
campesinos, no son de la gente de la élite, así que no les molesta. Se
puede mencionar que en las mejores estimaciones en 1939, Hitler fue
apoyado probablemente por un 90 por ciento de la población. Y puedo
entender los motivos.
KB: Hablando un poco de lo mismo,
mientras CNN informa que mientras que dos tercios de la población de
EE.UU. se oponen a la guerra en Afganistán, unaencuesta de ABC publicada
el 3 de septiembre con los datos recopilados en mayo indica que el 63
por ciento de afganos creen que su país va en la dirección correcta.
¿Podría analizar estas aparentes contradicciones? ¿Es Afganistán un caso
genuino de “vengan a ayudarnos”?.
NC: Escribí sobre eso
en Hopes and Prospects. Si le ponemos atención a estas encuestas, por un
lado, no encuestan mucho en las regiones Pashtun, porque son muy
inaccesibles. Ni se puede enviar a los Marines ahí.
KB: En
enero, una encuesta de ABC encontró que las opiniones favorables en
Afganistán hacia los Estados Unidos cayeron a un 35 por ciento en el
este del país y a un 29 por ciento en el sur (comparadas al 59 por
ciento en el resto del país), de nuevo, desplomándose en donde los
EE.UU. está más activo en combate.
NC: Mira, eso es en
alrededor 40 por ciento de la población. Las áreas tribales, los tayikos
y hazaras y uzbekos, a menudo se llevan bien con las tropas
estadounidenses. Ellos son los que se están beneficiando de las tropas.
Por otra parte, si se pone mucha atención, es muy posible que estas
encuestas estén diciendo: “Quédense aquí para la reconstrucción.”
¿Estarán diciendo: “Quédense aquí para combatir”, o “Quédense aquí para
la reconstrucción”? No hacen esa pregunta. Pero si nos fijamos en las
pocas preguntas que sí dan algo de información sobre el tema, hay una
posibilidad razonable de que estén diciendo, “Queremos que se queden
aquí e inviertan dinero al país.” Deberían ser encuestados
adecuadamente. Yo no pasaría por alto las encuestas, pero hay que
observar con cuidado lo que están pidiendo.
KB: ¿Por qué
la población general confiaría en tropas invasoras extranjeras con tal
historial de violencia-ejemplos incluyen bombardeos aéreos y fuerzas
secretas de asesinos que presuntamente asesinan a afganos civiles por
deporte-para que permanezcan en una capacidad diferente, como
administradores de asistencia a la reconstrucción?.
NC:
Bueno, primero que todo, en las áreas de los tayikos, uzbekos, y
hazaras, eso no es muy cierto. La mayoría de esta violencia está pasando
en las zonas Pashtun. Y en segundo lugar, si hubiera habido una
encuesta en París bajo la ocupación de los nazis, los alemanes hubieran
tenido mucho apoyo. Ellos eran los que tenían el dinero, ellos eran los
que tenían los recursos, ellos eran los que repartían los empleos.
Probablemente había más gente involucrada en la colaboración con los
alemanes que aquellos apoyando la resistencia.
KB: ¿Entonces qué implicaciones tiene todo esto para su idea del sentido común Cartesiano de la población en general?
NC: Creo
que colaborar es algo sensible. ¿Si tienes tropas de asalto tomando tu
área a la fuerza, vas a colaborar o resistir? Hay un buen cálculo en
decir que voy a callarme y colaborar. Si los Estados Unidos estuviera
ocupado por una fuerza extranjera, aquellos que ondean sus banderas
colaborarían. De hecho, esto lo vi de forma muy destacada en mi propia
infancia. Me tocó vivir en un barrio en su mayoría católico irlandés y
alemán. Ellos estaban muy a favor de los nazis. El 8 de Diciembre de
1941-nunca voy a olvidar esto-las personas que celebraban la caída de
París llevaban sombreros de estaño y agitaban banderas y te decían que
bajaras las persianas porque iba a haber un apagón. Fue instantáneo.
KB:
La guerra en Afganistán cumple casi una década, con una disminución en
la cantidad de tropas en Irak y su incremento en Afganistán, un cambio
de liderazgo militar y el apoyo de parte de los aliados cada vez más
escaso, ¿ha visto algún cambio en las motivaciones y objetivos de los
Estados Unidos? Su énfasis en la honestidad de la editorial del
Washington Post en el 2008 viene a mente: “la importancia estratégica de
Afganistán no se compara a la de Irak, que se encuentra en el centro
geopolítico del Medio Oriente y contiene unas de las reservas más
grandes del petróleo en el mundo”. El informe del Afghanistan Study
Group (Grupo de Trabajo sobre Afganistán) defiende la distribución del
poder y la reducción de tropas, y también abogan por ponerle fin a las
operaciones militares en el sur de Afganistán. ¿Qué esperan los
planificadores estatales lograr en la actualidad?.
NC: Me
parece que por ahora están intentando encontrar una forma de
desvincularse del conflicto de tal manera que ellos puedan declarar
victoria, y mantener un estado cliente dentro del poder lo más que sea
posible. No es muy diferente a lo que los rusos estaban tratando de
hacer a finales de los 80s.
Fuente: http://revista-amauta.org/2010/11/chomsky-...s-lograr-mucho/
Traducción: Keane Bhatt y Eric French Monge