Bogotá, 29 Sep. ABN.- Un coronel del ejército y un capitán de la policía, ya retirados, serán juzgados como presuntos coautores del asesinato de al menos cuatro personas en hechos ocurridos entre 1986 y 1994 en el suroeste de Colombia, informó la Fiscalía de ese país este lunes.
El llamado a juicio forma parte de un proceso que la Fiscalía colombiana reabrió hace pocas semanas por la masacre de unas 245 personas a manos de grupos paramilitares al servicio del narcotráfico, en la población de Trujillo, departamento de Valle (suroeste), según reseñó el portal web de Telesur.
Los oficiales involucrados son el coronel Alirio Urueña y el capitán José Berrío. Cuando ocurrieron los hechos, Urueña era comandante de un batallón del ejército localizado en cercanías a Trujillo, mientras que Berrío tenía a su cargo la policía en esa población.
Según la Fiscalía, los narcotraficantes le entregaban dinero a la policía para que los dejaran actuar en la zona, como lo señaló un testigo citado por el organismo judicial, quien precisó que "todos esos policías que yo reconocí allí, especialmente el teniente Berrío, eran colaboradores, orientadores de los paras".
En el caso del coronel Urueña, la Fiscalía indicó que "hay pruebas suficientes de que fue promotor, auspiciador y encubridor del grupo de exterminio que operó en Trujillo".
La semana pasada la Fiscalía ordenó la captura de al menos 20 personas, entre militares y policías en retiro, funcionarios y paramilitares de ultraderecha, sindicados de participar en la masacre en la que muchas de las víctimas fueron desmembradas vivas con motosierras.
Por esas muertes el Estado colombiano fue condenado en 1995 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).