Objetivo mílitar

En un país cuya historia contemporánea ha estado signada por la guerra y el magnicidio de candidatos presidenciales y destacadas figuras de la vida nacional, la posibilidad que se repitan tales hechos en una situación de posible alternancia política, no es, desgraciadamente, tan improbable.

El asesinato en 1948 del abogado Jorge Eliécer Gaitán, candidato presidencial del liberalismo popular, fue una respuesta del imperialismo y las fuerzas más reaccionarias de la oligarquía santanderiana, para eliminar a quien, a todas luces, parecía la figura que podría romper su control del Estado y la sociedad colombiana e iniciar un nuevo ciclo histórico en ese martirizado país pero, para alcanzar tal propósito, a los asesinos no les importó los miles de muertos ocasionado por el Bogotazo y el nuevo ciclo de guerras fraticidas que se mantiene hasta nuestros días.

Tampoco los procesos de Paz pactados con la guerrilla de las FARC y el ELN fueron impedimento para que la alianza de narcotraficantes y oligarcas acabaran con la vida de Bernardo Jaramillo Ossa, candidato de La Unión Patriótica y la de Carlos Pizarro Leongómez, candidato del desmovilizado Movimiento 19 DE Abril (M19), quienes fueron asesinados por sicarios con le fin de impedirle a Colombia que se abriera un procesos efectivo de Paz y Reconciliación con Justicia y superar sus cien años de guerras fraticidas.

Ni aún, tratándose de un candidato liberal como Juan Carlos Galán, los grupos de la alianza narco-oligárquica colombiana se limitaron en su saña asesina, al declararlo “Objetivo Militar” y darle muerte en pleno acto público y con ello, acabar con la esperanza del Nuevo Liberalismo y millones de colombianos y colombianas, de que al Palacio de Nariño llegara un hombre comprometido con la búsqueda de la Paz y la Justicia en la martirizada Colombia.

Hoy, cuando ex rector de la Universidad Nacional de Colombia y dos veces Alcalde Mayor de Bogotá, Antanas Mockus, liderizando una alianza de pequeños partidos y algunas figuras importantes del centro político colombiano, pareciera rivalizar las elecciones del 30 de Mayo, con el candidato de la oligarquía santanderiana, Juan Manuel Santos, no sorprendería que un nuevo magnicidio se pudiera estar fraguando entre los enemigos de la Paz y beneficiarios del orden oligárquico imperialista que gobierna la hermana República,

Para estos sanguinarios grupos poco importa que este candidato sea parte del sistema y que declare su apoyo critico a la “Seguridad Democrática” que mantiene la confrontación armada en Colombia, sino los efectos modificatorios que un triunfo de este candidato puede producir en el escenario político y militar colombiano, con el desplazamiento de los grupos más comprometidos con la política imperialista de continuación de la guerra y de amenazas a los procesos políticos que se desarrollan en la República Bolivariana de Venezuela y en la República de Ecuador y en general, en América Latina y el Caribe.

Por ello, las voces sensatas y autorizadas de Nuestra América deben alzarse para prevenir semejante atentado a la Paz del pueblo colombiano y de América Latina y el Caribe, exhortando al gobierno de la República de Colombia que proteja y garantice la vida del profesor Mockus y de todos los candidatos de la presente contienda electoral.

yoelpmarcano@yahoo.com


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Yoel Pérez Marcano


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