Grito de Carnaval

Suenan alborotados los celulares, echan humo los Blackberries, funcionarios y funcionarias, dirigentes y dirigentas adictos al poder corren, seguidos por sus séquitos de jalamecates y jalamecatas, sin ver por donde pisan: apártense si no quieren un codazo en la costilla, que no hay tiempo que perder, hay que montar la mejor comparsa, la comparsa triunfadora.

Vuelve la fiesta de máscaras, tenemos elecciones primarias por la bases.

Justo cuando pensaban que esta vez evitarían las molestias del calor, el sol, los besos de viejita de pueblo… Justo cuando habían decidido que, en lugar de una fiesta electoral, sería mejor hacer un pequeño ágape VIP, por estricta invitación y con vigilante en la puerta. Justo cuando empezaban a mostrarnos sus adequísimos colmillos blancos, viene mi presidente y pega el grito de carnaval.

Cual las oscuras golondrinas de Bécquer volverán las franelas rojas, las cachuchas aplastando cabelleras alisadas en costosas peluquerías, volverán las amenazas “que mira que te borro” a indefensas madres del barrio, empleados temerosos, viejitos cuyos votos son marcados por jóvenes dedos de acompañantes usurpadores de voluntades, zancadillas, codazos, mordiscos, trampas tan poco refinadas que, además de indignación, dan pena ajena.

Volverán las máscaras desgastadas por el uso excesivo. Volverán peligrosamente porque saben que sabemos. Volverán sin importarles lo que está en juego. Volverán, más Torquemadas que nunca, señalando contrarrevolucionarios a diestra y siniestra como para que no se les note su propio bojote. Volverán las sonrisas que sugieren amenazas, los abrazos públicos y los insultos privados. Volverán dispuestos a todo.

Volverán los vencidos prometiendo victorias, justificando fracasos, achacando sus propias torpezas a los siempre torpes partidos de oposición. Volverán, reforzadas, la vallas publicitarias de “Fulano con Chávez rumbo al socialismo”. Volverán las promesas que nunca han cumplido; las llamadas “de Chávez” a celulares que interrumpen, convenientemente, importantes reuniones; los recursos de algunas alcaldías a disposición de algún favorito. Y, en este carnaval tan revuelto, no podrían dejar de volver los Rambos de la revolución, esos que se la pasan escapando milagrosamente, una y otra vez, de terribles atentados que existen sólo en su ambiciosa imaginación, pero que dan un aura heroica que ni te cuento, camarada. Brillarán enjoyados puños jurando Patria, Socialismo o Muerte. Y el pueblo primero muerto que votando por ellos porque, al fin y al cabo, son lo mismo que los otros por quienes tampoco votamos.

Volverán pero no pasarán.



carolachavez.blogspot.com


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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

 tongorocho@gmail.com      @tongorocho

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