El 23 de Enero y la herencia del modelo económico en el SSXXI

A partir de 1958, Venezuela asume el modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI), diseñado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Así los gobiernos venezolanos (según López Maya, M, 2009, en Economía Rentista Petrolera y Socialismo, artículo publicado en “Ideas para debatir el socialismo del siglo XXI, Volumen II”), a partir de ese año aplicaron “...la renta petrolera para crear las condiciones que permitieran producir en el país volúmenes crecientes de lo que hasta ese momento se importaba. La esperanza era alcanzar una economía que pudiera sostenerse sin necesidad de recurrir constantemente a distintas protecciones y recursos del Estado.”(p. 10)

La siembra del petróleo, planteada por Arturo Uslar Pietri en 1936, intentada por AD a partir del gobierno de Rómulo Betancourt produjo que el cultivo y la cosecha de esta siembra fuesen tan costosos que sólo con el mismo petróleo se pudiese pagarse esta siembra. La dependencia tecnológica para la aplicación de la ISI generó el fracaso de esta política sustentada en la inversión del Estado.

El presidente Chávez desde el inicio de su gobierno, aplica el modelo de ISI, como lo afirma López Maya (2009), con aditivos diferenciadores tales como, la democracia participativa, empoderando a las comunidades, en el marco de una integración latinoamericana, basada en el desarrollo de la apropiación de tecnología y sobre una reforma del modelo petrolero, pero la falta de un modelo económico dentro de la incertidumbre de un emergente SSXXI, ha hecho hasta ahora inviable el proyecto.

El 23 de enero, rememoramos el inicio de un modelo fracasado, que al no integrar al PCV y todos los factores de izquierda del país, como actores protagónicos de la rebelión cívicomilitar de 1958, perjudicó gravemente la unidad nacional para la superación de la dependencia. Lo que retardo a su vez, la posibilidad de haber definido un modelo económico claro que permitiera a esta altura de la época post-perejimenista poseer las herramientas económicas para la superación de la monoproducción petrolera.

Por otra parte, esta situación, en la actualidad genera un conflicto estructural, por la falta de práctica en formulación y aplicación de políticas públicas socialistas, que junto a la falta de nuevas formas de relación social de la producción, nos ancla en la reproducción de modelos económicos absolutamente discordantes con la superación del modelo capitalista.

Es labor impostergable y ya casi tardío del proceso revolucionario, definir parámetros cuantificables del modelo socialista a implementar en nuestro país, si no, seguiremos dando “palos de ciego” en un área tan sensible para el logro de un SSXXI. Al no lograrlo estaríamos apostando al fracaso.


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Nicmer N. Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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