El establecimiento de las bases militares yankys en Colombia, no obstante ser una expresión soberbia del dominio imperial paradójicamente es un signo de su debilidad. Estados Unidos ya no es la potencia que, con la diligencia lacayuna del gobierno venezolano de Betancourt, en 1962 excluyó a Cuba de la OEA. En marzo de 2008 se produjo en el seno de la referida organización una derrota histórica del imperialismo cuando fue aprobada una moción de rechazo a la incursión militar del gobierno uribista en Ecuador; el espíritu pacifista y la solidaridad de los gobiernos del continente, superó todas las presiones y el chantaje acostumbrado por el Norte en este escenario.
Pero no nos equivoquemos. Debilitado por una pavorosa crisis económica; incapaz en Irak y Afganistán; expulsado como sucedió en la base de Manta en Ecuador; repudiado como en la isla de Okinawa en Japón que alberga 14 bases norteamericanas y donde decenas de miles de pobladores y el parlamento local exigen al gobierno central su expulsión; el poder imperial es más peligroso que nunca. Como bestia carnicera salvaje asediada, el imperio se despoja de cualquier sutileza, mostrando abiertamente su carácter guerrerista.. Imposibilitado de apretar con el guante de seda de la maniobra diplomática y la presión económica, aprieta el puño de hierro alistando tanques, aviones y bombas genocidas. De allí su empeño en instalar las bases, flanqueado por Brasil, Ecuador y Venezuela, países cuyos gobiernos demuestran la decisión de ser libres.
Con el mayor descaro, la fauna oligárquica colombiana pretende justificar la escalada intervencionista. Los cazurros de la oposición venezolana, ciegos en su odio al Presidente, argumentan “Chávez debe ocuparse de los problemas internos y dejarle eso al gobierno colombiano”. ¡Cómo si el debate sobre la mayor amenaza extranjera desde el bloqueo en los tiempos de Cipriano Castro fuese un simple amago discursivo!. Mientras, los documentos militares yankys hechos públicos dicen “… el acceso a Colombia (…) ofrece una oportunidad para conducir operaciones de espectro completo por toda Suramérica”.
El expresidente colombiano Daniel Samper, consciente de los riesgos ha dicho recientemente: “A mí nadie me saca de la cabeza que esto no es para luchar contra el narcotráfico y el terrorismo en Colombia (…) El tipo de equipos que van a llegar, aviones C-17, que portan 70 toneladas de material bélico, Boeing 707, aviones de espionaje electrónico Orión o Awards, que son plataformas volantes, no es para perseguir a narcotraficantes colombianos o para fumigar cultivos. Esto es para lanzar operaciones especiales desde Colombia”. Clarito como agua de manantial. Lo dice Samper.
No es el Comandante Chávez quien redobla los tambores de guerra, simplemente reacciona ante la canalla belicista que amenaza la soberanía de los pueblos.
Todos: ¡oído al tambor qué guerra avisada no mata soldado!
*Esta semana, millones de militantes del PSUV, elegiremos los delegados al Primer Congreso Extraordinario. Continua así un proceso democrático que, pese a algunos altibajos y viejas mañas de la vieja política no superadas, es un ejemplo de participación y movilización política del pueblo revolucionario. Miles de patrullas en todos los rincones de Venezuela se activaron eligiendo a los y las compatriotas llamados a decidir el futuro del partido, así como la línea a seguir el 2010 ya en ciernes.
*Contrasta lo anterior con el archipiélago de la oposición. 36 factores se disputan las candidaturas a la Asamblea Nacional. Los zorros viejos no ceden en quererse almorzar a los pollos que enarbolan su derecho a participar en el festín. En el fondo la disputa es por la candidatura del 2012. El abuelo monsters vs. el niño bonito. En la penumbra, Ismael García y Frijolito, sueñan con su momento estelar.
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