La clase media o, el invento para pendejos

¿Qué es la clase media? Para mi concepto, la clase media es un sector de la población asalariada, que por tener una profesión especifica, obtiene un mejor salario respecto a los obreros. Pueden tener los ingresos que sean, pero son unos asalariados, lo mismo que los que poseen pequeños comercios. Esa clase media a sido utilizada y manipulada en su vanidad, egoísmo y dependencia, para servir de colchón amortiguador entre las exigencias legitimas de los trabajadores y la explotación descarada del dueño del capital. No es que esa clase media no sea también explotada, no, lo que pasa es que en su corta visión de la realidad, se identifica mas con los intereses del patrón que con los de sus hermanos obreros. El tener acceso a ciertos beneficios sociales y algunos privilegios que paga con sacrificio. Los hace tender la vista hacia el patrón, con envidia. Pretendiendo estar en una cumbre de mentiras, ve con desprecio al obrero.

Ciertamente la llamada clase media, es poseedora de niveles de profesionalización y estudios mayores que sus hermanos de la clase obrera, pero es también blanco de un bombardeo permanente en sus valores éticos, profesionales y morales, que los convierte en defensores de quienes los subyugan. En la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI, la clase media ha sido instrumento de campañas de dominación sicológica y emocional, por los sectores económicos que se adueñaron de todos los medios de producción nacional e internacional. El proceso de transculturización, de desarraigamiento de lo propio, por aceptar lo ajeno. Condujo a esa clase media de los años setenta y ochenta - ante la ilusión de la llamada Venezuela Saudita - a renegar hasta de su nacionalidad y costumbres. Por mecanismos sicológicos propagandísticos, fueron inducidos como borregos descerebrados a procurar el capital legitimo o no, para invertirlos en espejitos y cuentas, en MIAMI, NUEVA YORK O EUROPA.

Era común ver la jactancia de enfermiza echonería, de los viajeros alegres, pavoneándose ante los vecinos en las urbanizaciones o playas, y en alguno que otro barrio de la capital, Maracaibo o Barquisimeto, mirando con desdén, al menos afortunado.

Esa misma clase media, es la que hoy sufre las consecuencias de un bombardeo incesante por todos los medios de comunicación asocial. Es la que se ciega ante la realidad del mundo y la decadencia capitalista. Esa clase media con tapa ojos; no ve la cantidad de familias de su misma condición que se quedan diariamente sin viviendas, empleos y salud, educación etc. en Estados Unidos, Europa o Japón. Esa clase media se tapa los oídos ante el clamor de las clases medias de otras regiones , que tienen que dormir en remolques, en sus autos, en parques (cuando los dejan) o en refugios insalubres y maltratados. Esa clase media se distraen hacia otro lado para no ver las colas de los desempleados, en las oficinas gubernamentales, para recibir un cheque que les medio palee la situación de caos.

Es tanto el desorden mental que se le ha producido a esa pobre gente, que cuando las políticas obligatorias del estado Venezolano, les defiende sus derechos a salud, educación, vivienda, vacaciones, derechos laborales y algunos lujo como autos y una segunda vivienda. Se sienten amenazados y ofendidos; salen a los cuatro vientos a cerrar calles, avenidas y centros comerciales, vociferando por los medios de comunicación que los enfermaron, frases incoherentes, en uno casos, o consignas inducidas en otros. La irrealidad no les deja ver como viven estables en Venezuela a diferencia de lo acontecido en otros países capitalistas añorados por éllos.

Algunos han llamado a esto, guerra de cuarta generación o guerra en las psiquis de los seres humanos. YO POR MI PARTE LO LLAMO: HOMICIDIO MENTAL, CON PREMEDITACIÓN, ALEVOSÍA Y VENTAJA ( al matar la mente: es decir. la capacidad de discernimiento, independencia y raciocinio del ser humano, solo queda un ente manipulable). Destrucción de la condición humana, con la que convierten a las personas en entes de ataque sin voluntad, de las que se sirven para lograr objetivos políticos y económicos.

Con tristeza debo decir que en estos momento la clase media Venezolana en su mayoría, está mortalmente herida en su condición de independencia intelectual. Y no solo hago responsable de ese crimen a los culpables directos de tan ruin barbaridad (sionistas dueños de los medios de producción, medios de comunicación masiva, con sus cómplices oligárquicos y el vaticano) también responsabilizo al gobierno nacional, por permitir que se hiciera tan descarada masacre, durante tanto tiempo y de manera tan impune. De haber actuado con diligencia y acatando su responsabilidad constitucional, se habrían evitado males mayores, como los de abril del 2002; enero, febrero y marzo del 2003. Internacionalmente, lo ocurrido en Bolivia, Argentina, Haití; pues seria un precedente con el cual las oligarquías y los poderes criminales monopolistas, hubiesen tenido que lidiar.

En estos momentos, el poder económico – mediático; viene nuevamente con su pretensión de tomar el poder por asalto. Se están cometiendo los mismos errores del pasado, pero hay algo que no se tenia antes a favor de los asaltantes: es el apoyo de fuerzas paramilitares experimentadas en la guerra sanguinaria y de terror, que han tomado posición estratégica en el teatro de lucha, han acorralado a un grueso sector de la sociedad con los crímenes programados, las calles de los barrios y urbanizaciones, poco a poco se llenan de rejas, ni las autoridades municipales o estadales le ponen coto a la cosa. A la hora de las chiquitas, nos encontraran encerrados y sometidos.

Hasta este extremo ha conducido el ataque a los sectores de la clase media y a la población en general. Lo procedente ahora es tomar medidas urgentes de organización popular para frenar lo que ya está decidido, delatado y en fase ultima de ejecución para dar el puntillazo. No pretendo alarmar, es solo que los signos están en el aire y en los medios del enemigo. Pretender no verlos, es hacer el papel de pendejos.

javierdelvallemonagas@gmail.com


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Javier Monagas Maita


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