El más terrible, feroz i extendido imperio de la Historia (ParteII)

Es indudable que el origen de los pobladores del país, tiene importancia como ya vimos en parte; pero no hai que olvidar que tanto holandeses como franceses llegaron a aquellas tierras frías i nevadas, en el mismo afán de conquista que los españoles, de manera que las motivaciones, mercantiles, religiosas i políticas, o simplemente imperialistas, fueron la gran atracción para los europeos del norte.

Desde 1664 hubo el primer asentamiento de holandeses en el norte, Nueva Bélgica como le llamaron en principio, Nueva Holanda o Nueva Ámsterdam (Nueva York, después) i también la expansión francesa allí, i más al norte en Canadá. A todos estos se fueron sumando poco a poco irlandeses i otros nórdico, confeccionando una población heterogénea, pero radicalmente distinta a la española i portuguesa del resto de América. Por eso no es de extrañar que, una organización como la OEA, está escindida desde el comienzo i cuando llegan situaciones como el caso de la Guerra de las Malvinas, Norteamérica olvida lo americano i se coloca al lado de sus ancestros anglosajones.

Desde entonces, ese país que exterminó a los indios i a sus rebaños hasta de búfalos, concibió el aniquilar al enemigo como una cosa absolutamente ética; i la primera guerra que promovieron los puritanos de Nueva Inglaterra en 1637, destruyeron a los indios quemando una ranchería en la cual murieron quemados más de 500 indios entre hombres, mujeres i niños, a manos de un “héroe” el capitán John Mason. Un autor americanos ha escrito respecto a que esa guerra fue: “La historia de la agresión blanca y el odio de raza que infortunadamente había de repetirse en casi toda la frontera, durante dos siglos y medio”. En eso, además, han tenido la ventaja que, según apunta Chomsky, “la última vez que el territorio nacional de Estados Unidos sufrió un ataque fue cuando los británicos quemaron Washington en 1814. Es común recordar a Pearl Harbor, pero no es una buena analogía porque eso eran bases situada en islas lejanas arrebatadas a los naturales”; además, algunos dicen que Roosevelt sabía de ese ataque, pero lo permitió para buscar un pretexto para entrar en la guerra. Igual se dice del atentado a las Torres gemelas. Lo cierto es que todas sus atrocidades bélicas han sido lejanas i por ello pocos les importa, excepto para poner sus garras en los recursos naturales de otros países, especialmente el petróleo. Más adelante agrega Chomsky: “Estados Unidos conquistó Hawai y las Filipinas, matando a 100.000 filipinos”.

Sin embargo, es de destacar que, por ejemplo, el Imperio Romano se extendía ganando nuevos territorios empujando fronteras i, aunque no tuvieron el “espíritu Ulisíaco” que tuvieron los griegos, imponían la fuerza i el terror, pero al mismo tiempo civilizaban, puesto que en cada país fueron sembrando monumentos, ciudades i cultura, de modo que ayudaban al proceso de progreso o superación de los pueblos. Poco a poco fue perdiendo su “virilidad” i como todas las cosas siguen un ciclo, terminaron por desaparecer como imperio, con la feliz agravante de ser la involución, mucho más rápida que el auge i la plenitud. I eso le pasará también a los Estados Unidos, como le sucedió a la Unión Soviética. Me gustaría vivir un poco más, para presenciar esa caída.

Los Estados Unidos, también imitan a su Madre Patria, extendiendo lo que muchos han denominado el “mal inglés” practicado por los ingleses, especialmente en el Medio Oriente, en Asia Occidental i en África, apabullando pueblos, haciendo de la guerra el primer gran negocio del mundo i estableciendo límites i fronteras a voluntar real, sin importarle el sentir de los habitantes de diversos países, sus costumbres, lenguas, religiones, cultura, etc., estableciendo diferencias i enfrentamientos entre esos mismo pueblos divididos, i estimulándolos para que se dediquen a la guerra, para lograr un gran mercado para sus deshechos bélicos. Lo que ya consideran chatarra; está superado por nueva tecnología i no tendrá repuestos; se vende a los países débiles i malvados, como nos han vendido viejos submarinos “salados” o un viejo acorazado a la Argentina, de dos sobrevivientes de Pearl Harbor; uno era el “Belgrado” argentino que, un colega con humor me decía que el torpedo que lo hundió no le llegó, sino le pasó por un lado i lo hundió el “marulllo” como decimos en Maracaibo a las olas pequeñas; el otro superviviente, es buque “museo” en la bahía de San Francisco. Lo nuevo para ellos, necesitan probarlo i, en consecuencia, hai que fomentar más guerras para probar la eficacia de nuevos armamentos o escoger islas cerca de Puerto Rico, para probar sus explosivos. Así, cuando la zona petrolífera más rica de Irak les interesó, mutilaron ese pedazo de territorio, compraron un jeque títere i el petróleo pasó a su dominio. Cuando Irak pretendió recobrarlo por las malas, pues por medios internacionales nada vale para los débiles, entonces se aplastó a ese país con la Guerra del Golfo. La única soberanía que existe en el mundo, es la estadounidense; las demás están expuestas a sus caprichos bélicos. Por eso, guerras como la reciente en Irak, no eran solamente por el petróleo, inventando pretextos ya demostrados como falsos, sino también para probar nuevos armamentos, tanques, aviones, gases, metralletas, etc. Los pueblos como ese, de “un oscuro rincón del mundo” como dijo el presidente Bush, son simples conejillos de india, no seres humanos. Para agredir, no se necesita saber historia universal ni tener cultura.

Sin embargo, con repugnante ironía, los Estados Unidos empiezan con la reiterada indicación de que se están violando los derechos humanos. Al respecto hice un artículo que casi no pude difundir, el 6 de marzo del año anterior, recopilando ejemplos citados por Amnistía Internacional i otras Instituciones que se ocupan del cuido de esos Derechos Humanos, concluyéndose que, es país que más viola todos los derechos humanos, en su propio suelo i en el resto del mundo, es precisamente los Estados Unidos de Norteamérica.

Por eso indigna, i fue la motivación de aquel escrito, una noticia como esta: “Los Estados Unidos de Norteamérica, no ven bien el cuido de los Derechos Humanos en Venezuela” por lo que decía que, arbitrariamente, sin ninguna autoridad moral ni ética, se consideran certificadores de la vida política i social de todos los países del mundo, además de querer constituirse en la policía del planeta. I allá i en todas partes, sus cadenas informativas, especialmente la maligna CNN, se encarga del engaño permanente a todos los habitantes del planeta. Con razón vimos en la proclamación de Kerry –el candidato que derrotará al terrorista Bush- una pancarta que decía: “CNN is bad new”. Ese es uno de los tantos tentáculos, con los que estrangulan al mundo.

(Continuará)






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Roberto Jimenez Maggiolo


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