Mayoría silenciosa

Ninguna revolución puede surgir de la pretensión de encarnar el bien absoluto contra el mal absoluto facilidad con la que los mercaderes de lo irracional han captado la revolución, tiene algo de inquietante así como la intolerancia y anarquía que resulta de ello.

En realidad los progresos insuficientes pero innegables de la revolución realizados desde el 2000 tanto en la lucha contra la pobreza, salud, educación, obras publicas así como en la integración se han debido también a una mezcla sutil de revueltas y reclamos de la sociedad, lo que por otro lado posibilita la utilización de medios democráticos en las posibilidades revolucionarias de los medios de acción nada silenciosos que ofrece la participación del pueblo. Las revoluciones bolivarianas no han extinguido las protestas y reclamos clásicos de la lucha social. Los obreros divididos por los sindicatos no han cambiado su estructura sociomental sirviendo unas veces de ayuda para el proceso revolucionario otras para el estancamiento del mismo. Quien realmente ha demostrado su combatividad es el mismo pueblo que aglutina en su seno a todo el mundo. Lo que asusta al pueblo es la violencia extrema y todo tipo de extremismo y el poco avance en la revolución cultural.

La cultura es necesaria porque permite otro tipo de enfoque en la libertad responsable tanto para pueblo como para políticos. Condición imprescindible para las naciones en revolución por la globalización del sistema capitalista. Pero insuficiente para el progreso de una revolución, algo mas a de completarla. El poder para el pueblo. ¿cómo lograrlo? En las sociedades como la ex URSS donde la forma de gobierno era rudimentaria y centralizada el poder al pueblo es una operación simple y rápida. Por eso es necesario diferenciar entre contestación de las masas y una revolución socialista. La guerrilla salvo honrosas excepciones como la cubana no constituye en la practica una guerra revolucionaria, por eso sus fracasos. Es simplemente una contestación armada no el paso a la revolución. Una cosa es un movimiento armado otra un proceso revolucionario. Revolución es una mutación de la forma de acción política opción real a las necesidades del pueblo que obliga al cambio social por medio de un desplazamiento de poder y eso requiere tiempo.

Establecer una evaluación de la mayoría llamada silenciosa resulta difícil, ante todo porque no es una mayoría. Las elecciones o referéndum han demostrado excepto las presidenciales del 2006, que la mayoría que podríamos llamar silenciosa es la abstención. Son una constante de un 42% en nueve años. Las ultimas encuestas oficiales y de la oposición sostienen ese porcentaje a esa masa se le podría llamar mayoría silenciosa son los que a la larga decidían los triunfos revolucionarios hasta el 2D. Revolución que poco ha hecho por la responsabilidad ideológica colectiva. Hablar de una tendencia como país hacia el socialismo es una exageración si decimos revolución con Chávez no lo es, aunque las cosas han cambiado mucho desde el 2006. En términos operativos la gente es revolucionaria en un 47% cantidad que tampoco es real considerando el incremento del aparato publico y las misiones, el problema es ideológico en ese 47% que trabaja en estructuras revolucionarias y en ese 42% que no quiere intervenir en las elecciones o que no sabe no contesta en las encuestas.

El ultimo candidato a la presidencia de la oposición Manuel Rosales se presento con un programa negro de compra de conciencia de extrema derecha. Sufrió una severa derrota. La mayoría silenciosa se inclino por el presidente Chávez y su proyecto revolucionario al socialismo. Lo único que se puede decir en esta década que esta por finalizar es que no revela una tendencia hacia esa dirección a pesar de la agitación, las marchas, los impresionantes respaldos en avenidas y estadios porque no hay cambios en los hábitos y principios de vida. Las reivindicaciones sociales ejercidas por el gobierno se sumergen por el temor que el líder de este proceso se equivoque o le pase algo o por las consecuencias de la crisis capitalista que empiezan azotar el mundo, ese compás de espera producirá cambios ineludibles y sustanciales en las elecciones de noviembre próximo. La inquietud de la masa, su estupor, la ira, los hace cautivos en esta revolución de la cual a veces olvidan que son sus creadores.

En las naciones de América del Sur con gobiernos revolucionarios ¿ como pretender que exista una mayoría silenciosa reaccionaria cuya opción sea la insurrección de ruptura o absoluta?. Supone que para triunfar la policía y el ejercito pasen a su lado, lo que es poco probable por ser gobiernos colocados por los pueblos. Los gobiernos estatales o municipales cuando están manejados por ineficientes su derrocamiento no puede realizarse moviendo las masas silenciosamente pues estas están divididas acuden a uno y a otro y no son mayoría todavía. Las condiciones sociológicas ya no son tan simples para satisfacer un esquema tan complicado porque ya no es una lucha de clases, es evitar que un traidor se postule con éxito para el cargo que viene desempeñando y para eso el maniqueísmo psicológico no es suficiente, solo es posible en la imaginación de aquellos en quienes habita. Sur América no esta formada de una mayoría silenciosa ante todo porque el latino es locuaz y bullicioso. Los pobres mayoría absoluta y sus reclamos por vivienda, salud, empleo, educación, transporte, nunca fueron silenciosas. La inconformidad no es silenciosa la gente pobre diseña su propia cultura para que la otra se derrumbe. Fácilmente se advierte que la gente pobre no es una clase social ni por la masa global ni por su composición puesto que el problema de la pobreza es un asunto de sobre vivencia, es un asunto de vida.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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