Los rebullones

I En el imaginario galleguiano el rebullón es un pájaro de mal agüero. Cuando las bandadas de rebullones se abaten sobre las sabanas llaneras la gente se persigna. Su vuelo es premonitorio de tragedias. Así ocurre en la actualidad con algunas voces de la oposición. Si el país no hubiera vivido la experiencia del 11 de abril y el sabotaje petrolero, posiblemente no atribuiría a los heraldos negros de estos días la connotación que en realidad tienen.

Preceden, sin duda, a aventuras que se gestan en algunos sectores que ya olvidaron lo que pasó en Venezuela en los años 2002-2003. En esos años los anuncios agoreros -anticipo de la trama que se tejía- no despertaban sospecha sobre sus verdaderas intenciones.

Había un gobierno ingenuo en Miraflores y también una oposición mayoritariamente ingenua -como se demostró al final de la aventura cuando muchos manifestaron haber sido víctimas de un grotesco engaño-. La combinación de diversas formas de lucha para demoler el orden constitucional, desde el discurso en la plaza pública, el mensaje mediático, la movilización guarimbera, caotizadora de las ciudades, el empleo de la mentira en todas sus formas, la descalificación brutal de las instituciones, desembocó en la traición de un grupo de oficiales manipulados por dirigentes políticos y dueños de medios opositores. Basta con recordar los ataques bestiales a la leyes habilitantes, la embestida personal contra el Jefe de Estado, el llamado a desconocer la Constitución de 1999, cuyas bondades democráticas ahora descubren. Todo concluiría ese 11A por la tarde cuando una multitud que desconocía los planes golpistas fue lanzada sobre la sede del Ejecutivo.

Previamente se montó la masacre y un diario nacional anunció, en edición extra, que la batalla final era en Miraflores.


II
El actual formato es idéntico.

No hay cambio alguno, salvo que para ese entonces la oposición contaba con los recursos y fuerza que ahora no tiene. Es patética la falta de imaginación de quienes pretenden reeditar lo sucedido seis años atrás. Se pronuncia Fedecámaras (el cascarón que queda); se pronuncia Conindustria (lo que resta); se pronuncia Fedenaga (lo que sobrevive); se pronuncia la CTV (inexistente); se pronuncia la Cámara de Comercio (¿existe?); se pronuncian intelectuales y columnistas incondicionales de los medios comprometidos con la desestabilización; se pronuncia el movimiento 2-D, híbrido de opinadores y dirigentes políticos; se pronuncia la Conferencia Episcopal (ahora con un cardenal que no es Velasco); se pronuncian los medios escritos, radiales y algunas televisoras (los mismos que lo hicieron el 11A); se pronuncian cadáveres muertos y vivos; y se pronuncia, por ejemplo, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, especie de museo de cera que, de pronto, advierte que "el 350 de la Constitución llama a la desobediencia civil, y que hay que utilizar los recursos jurídicos que permitan construir la base para aplicar el referido artículo". Y la Academia va más allá: sus directivos manifiestan que "se impone pedir la renuncia de los magistrados de la Sala Constitucional que prefieren exponerse a la vergüenza pública de sus decisiones a tener que enfrentar el temor de decirle no al Presidente". La presidenta de la institución se deja de pendejadas y declara sin rubor que "las leyes habilitantes dan la posibilidad de decretar cualquier propiedad como de utilidad pública, sin procedimiento previo (?), la intervención de la cadena alimentaria (?), lo cual permite violentar la intimidad de los ciudadanos y que el Estado defina cómo hay que vestirse, lo que se debe comer, cómo transitar, cómo vivir y qué comprar" (?).

¿Qué leyes leyeron estos señores? Desde luego que ninguna de las aprobadas por el Presidente. Pero el propósito no es establecer la verdad de la nueva legislación, es convertir las 26 leyes habilitantes y los inhabilitados en detonante subversivo. Ambos temas forman parte del paquete que un sector opositor maneja de forma sesgada en el contexto de la actual campaña electoral. Conectado con mensajes sediciosos dirigidos a los cuarteles y a una campaña internacional contra la democracia y el estado de derecho venezolanos. Pretende crear ese sector las condiciones para un Plan B el próximo 23 de noviembre. Mi conclusión al respecto: 1) Hay un sector de la oposición dispuesto a participar democráticamente en el proceso para elegir gobernadores y alcaldes. Lo hace con la convicción de que hay que asumir la lucha cívica porque otras formas conducen al fracaso y fortalecen a Chávez. 2) Hay sectores que participan con una carta oculta en la manga y están dispuestos, si los resultados electorales les son adversos, a denunciar como siempre un fraude. 3) Y hay sectores que definitivamente trabajan para el golpe. Su mensaje se basa en el desconocimiento de todos los poderes públicos. En su discurso sostienen que en Venezuela hay una dictadura, que no hay estado de derecho ni libertad, y que, por tanto, hay que salir de Chávez como sea. Esto no es nuevo. Es el mismo planteamiento que condujo a la oposición al desastre en el año 2002. Poco a poco, por el control mediático de esos sectores, por los recursos económicos nacionales y extranjeros que manejan, les están imponiendo las reglas a la oposición, decidiendo sobre candidaturas y la táctica. Se repite el solapamiento de los partidos, que esos mismos sectores lograron entonces, que anuló el poder de decisión de éstos e impuso la línea que los lanzó por el despeñadero. ¿No se dan cuenta los verdaderos dirigentes opositores del riesgo que corren? ¿Permitirán que los medios, la Academia, Fedecámaras, gremios, la Conferencia Episcopal, el extrapartido 2-D, se impongan otra vez?.


LABERINTO

Lectura de Evo.

Muchos, incluyendo simpatizantes del presidente boliviano, daban por segura su derrota en el referéndum. El cúmulo de problemas manipulado por la ultraderecha de ese país, por el agresivo establecimiento internacional con el concurso de dinero y medios, creó una imagen de caos. Pero se impuso la fortaleza telúrica y social de un proceso, y una conducción hábil, acertada, que no cayó en provocaciones. Evo Morales es mucho más que él: es un pueblo. Por eso la equivocación. Igual pasa con otras expresiones del proceso de cambio que ocurre en la región...

Lo niegan en Colombia,
pero es cierto: se resquebraja la relación de Uribe-Santos.

Ambos se necesitan, pero están conscientes de que cada uno mueve proyectos que terminan enfrentándolos.

Uribe tiene la popularidad; Santos cuenta con resortes claves del poder. Los dos tienen el beneplácito de Washington, pero Santos es el operador privilegiado...

Por cierto
es estrecha la relación Santos-Baduel...

La respuesta de EEUU
a la cancelación de la Base de Manta por Ecuador se orienta a suspenderle los beneficios arancelarios al país (diplomacia del garrote)...

Negocio es negocio:
John Green, asesor de McCain, cabildea a favor de una licorera -propiedad de la esposa del candidatoasociada a Cuba. Pero su jefe insiste en el bloqueo...

La reunión de Chávez
con el Consejo Mundial Judío dejó sin aliento al escualidismo nacional e internacional. En especial al mediático. Los medios locales de oposición optaron por desestimar su importancia.

jvrangelv@yahoo.es


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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