El terremoto Gaitanista sacude al gobierno de Uribe

COLOMBIA: UNA CRISIS DE CONSECUENCIAS IMPREDECIBLES EN COLOMBIA

Colombia está estremecida por una crisis política de consecuencias impredecibles, producto de la acumulación de los gravísimos errores que en el desarrollo de las diferentes políticas neoliberales, fondomonetariastas, entreguistas de la soberanía al imperialismo norteamericano, altamente represivas y criminales desarrolladas por el Estado colombiano desde la llegada del presidente Alvaro Uribe al poder hace algo más de un año, encuadradas dentro de las políticas más agresivas del imperio yanqui y el gobierno fascista de Bush y cuyo programa político lo constituye el siniestro Plan Colombia.

El señor Alvaro Uribe, prepotente, soberbio subestimó, como todos los dictadores, al pueblo al pueblo colombiano quien le tenía preparada una derrota, una paliza con las propias armas del régimen burgués pro imperialista, anti popular que él encarna: las elecciones, ese comodín utilizado frecuentemente por las oligarquías latinoamericanas para darle un barniz seudo democrático a sus políticas autoritarias y legitimar una cada vez más evidente dictadura sangrienta y militarista, injerencista y provocadora; de explotación del pueblo y entrega de la soberanía de la patria y sus riquezas a los capitales norteamericanos.

Así, el pueblo colombiano esperó a Uribe en la bajadita de la cuesta política donde tenía necesariamente que pasar y le asestó un golpe que ni el gobierno, la oligarquía ni el imperialismo yanqui esperaban. Le propinó dos descomunales derrotas en dos días electorales seguidos, desatando un verdadero terremoto político.


DOS DERROTAS POLÍTICAS ANUNCIADAS

La primera fue el sábado 25 de octubre donde fueron puesta a consideración del electorado las propuestas de ¨reformas¨ que legitimarían el plan neoliberal en su nueva fase. El 75% de los electores se abstuvo de votar y un escaso 20% sufragó por el referéndum-plesbicito. Allí comenzó a derrumbarse el débil y minoritario gobierno de Uribe.

Una parte de ese pueblo que no votó, pero que le asestó con su abstención un golpe demoledor a Uribe, reivindicó, a nuestro juicio, a ese extraordinario líder que un 9 de abril de 1948 caería mortalmente asesinado en un siniestro complot urdido por la oligarquía colombiana y el imperialismo cuando estaban dadas las condiciones para el pueblo irrumpiera en la escena política conducido por el carisma y la genialidad de política de Jorge Eliécer Gaitán. Porque Gaitán iba más allá del liberalismo y el oportunismo, era el nacionalismo antimperialista en ciernes, era una visión nueva del socialismo y de una revolución latinoamericana que apenas hoy se está vislumbrando.

La segunda derrota, coherente con la primera, fue sufragar el domingo 6 de octubre por los candidatos de la izquierda, comenzando con la elección del dirigente obrero petrolero Eduardo Lucho Garzón a la Alcaldía de Bogotá, el segundo puesto de más importancia política en Colombia.


EL GOBIERNO DE URIBE ESTA AISLADO Y EN EVIDENTE MINORÍA

A nuestro juicio el gobierno derechista y pro imperialista de Alvaro Uribe quedó políticamente aislado y evidenció su absoluto carácter minoritario. Mal momento escogió el gobernante para contarse, imaginando que con la manipulación mediática que le daba un 75% de apoyo popular y social, lograría profundizar y legitimar su autoritarismo, el guerrerismo, el militarismo, la feroz represión y el querer convertir a los colombianos en vulgares delatores, sapos y soplones a sueldo de las policías políticas y militares.

Quedó evidenciado que en Colombia manda una minoría, una minoría derrotada que mostró sus profundas debilidades políticas, hecho que abre un interregno en la crisis para el movimiento y avance de otras fuerzas políticas y militares que jugaron un importante papel en la derrota presidencial, fuerzas nada desestimables como las FARC y el ELN-FLP; pero no sólo esas fuerzas, la misma derecha conservadora comienza a hacer distancia del gobierno y de Uribe, un sector de ésta representada por el Ministro del Interior Fernando Londoño, quien anunció públicamente que Uribe renunciaría y llamaría a elecciones anticipadas; el presidente lo desmintió apresuradamente y nombró en su lugar al dirigente empresarial ultra derechista Sabas Pretelt.

EN COLOMBIA TRIUNFO LA IZQUIERDA. UNA DERROTA PARA EL PLAN COLOMBIA QUE FAVORECE A VENEZUELA Y A LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Pero la derrota no es sólo de Uribe, como señalamos, es de la oligarquía colombiana y del imperialismo, es del conservatismo y del liberalismo y le abre las puertas por primera vez en la historia colombiana a la izquierda –izquierda de centro, la calificaron los epígonos del régimen y la prensa interesada para diferenciarla artificialmente de la izquierda insurgente–.

Esa derrota, bien encausada, si los acontecimientos se aceleran como ocurrió en Bolivia y Uribe es obligado a llamar a unas nuevas elecciones y a salir de la escena política, beneficiará altamente al movimiento popular y revolucionario colombiano que deberá entrar en un ascenso y en masivas movilizaciones en el mediano plazo, a Venezuela porque le neutraliza un factor importante en la guerra de baja intensidad que mantiene el imperialismo contra Venezuela y en donde el gobierno colombiano, la oligarquía, la gran prensa, el Ejército, los paramilitares juegan un papel anti bolivariano, de montaje de provocaciones, de falsedades y constantes agresiones contra el gobierno de Chávez, en el marco del siniestro Plan Colombia y del Plan Santa Fe IV.

Lo ocurrido el Colombia, el auge de la abstención anti neoliberal y la apertura a la izquierda por parte de los sectores populares que sufragaron, no está divorciado de lo que acaba de ocurrir en Bolivia donde una insurrección campesina-indígena-obrera anti neoliberal dio al traste con un gobierno entreguista, vende patria y minoritario; tampoco está divorciado de lo que viene sucediendo en Argentina con el formidable ascenso de masas que posibilitó la llegada del actual presidente Kichner y el enfrentamiento al neoliberalismo y al FMI; así mismo los cambios que se comienzan a operar en Brasil con Lula y el avance arrollador de la Revolución Bolivariana en Venezuela; en suma, la insurgencia popular antimperialista, anti oligárquica, anti globalización y anti neoliberal que recorre a Sudamérica desde Venezuela hasta Argentina tiene que ver con la derrota del gobierno derechista, reaccionario y criminal de Alvaro Urive Velez.

Quizás pronto veamos abrirse las grandes alamedas para que por ellas transiten los pueblos latinoamericanos y caribeños en su camino hacia la construcción de sociedades libres, igualitarias, justas, humanas, éticas, con una justa distribución de la riqueza, de la auténtica unidad de pueblos y naciones que nunca debieron separarse de su confederación o anfictionía como lo planteaba Simón Bolívar, El Libertador. 09-11-03

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Humberto Gómez García / Trincheras de Ideas

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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