Las manos derechas de la Revolución


LAS MANOS DERECHAS DE LA REVOLUCIÓN


Secretarias, secretarios, asesores, coordinadores, ayudantes, personal de confianza, todas estas personas de alcaldes, ministros, gobernadores, presidentes y mas son los filtros que cuidan al funcionario, que creen saber lo que es mejor para el, cuando se encuentra cansado, enojado, alegre, triste, cuando se ha bañado o no, son lo que deciden que información es importante y cual no la es, a quien deben ver y a quien no. Pobre de ti si les caes mal a uno de estos personajes, por que no les gustas como vistes o si estas gordo o flaco, son la antesala de la revolución, les importa un comino si se equivocan o aciertan. Son la expresión pura de la burocracia, del burocratismo y la petulancia, son tan dignificados que andan por el mundo aparentando que ya todo lo saben. La prepotencia, el egocentrismo son su carné de identificación. Son las manos derechas de la izquierda revolucionaria.

Hacen añicos las relaciones humanas, derriban los valores de las personas alterando la esencia del socialismo y, no importa la educación que tengan no comprenden por que el jefe no les a dicho o se siente feliz por esta ralea de aduladores que la transición revolucionaria aun conserva.

Novedad, innovaciones, alegría, amor, son un conjunto de reacciones que valoran el humanismo de la reacción sobre las personas, de lo que sus acciones negativas influyen profundamente en la opinión del proceso. Su accionar puede ser eficiente con una persona o con un despacho, pero perjudicial, totalmente negativo, para el cambio al socialismo que una revoluciona exige. Estos son síntomas indiscutibles de la herencia de una estructura social capitalista enferma que sigue funcionando en el proceso, que no puede realizar ni siquiera las funciones básicas de modo acostumbrado, están nadando en la angustia del cambio revolucionario, son la crisis general de la ineficiencia si no me quedo corto en mi apreciación.

Si el fracaso de captar estos hechos entraña la posibilidad de no comprender el presente, ello hace que estas personas por lo demás inteligentes, se comporten estúpidamente cuando hablan sobre los que ellos consideran servicio al pueblo.

Al observar internamente su actitud, conjeturan ingenuamente que habrá más burocratismo el día de mañana, ya que sus complejos mentales no les permiten tener otro tipo de proyección para ofrecer al pueblo una solución a su mediocridad. Estas proyecciones puntuales caracterizan a la mayor parte de quienes hoy son la antesala de la revolución o la mano derecha de los jefes de la izquierda bolivariana, y hace que precisamente nos preocupemos (el pueblo) por lo que no deberíamos hacerlo.

Para ser parte de una revolución se necesitan nuevos hábitos, pues, la revolución no discurre en línea recta, salta, gira, retrocede, se presenta en formas de saltos bruscos y de reversiones dialécticas para admitir que marchamos hacia una nueva fase completamente distinta de desarrollo humano. Solo aceptando la primicia revolucionaria podemos liberar nuestra imaginación para ponerla en condiciones de servir al pueblo. Esta simple observación no ha empezado aun a matizar nuestra conciencia, sin embargo a menos que la comprendamos profundamente y pronto, nos destruiremos a nosotros mismos a tratar de enfrentarnos a nuestras hipócritas costumbre de antaño. Una revolución destruye costumbres de las relaciones oligarcas del poder económico por un cambio de igualdad, para crear una nueva sociedad. No una sociedad cambiada. No una versión ampliada de nuestra sociedad presente, sino una nueva sociedad socialista.

EN ESTE PROCESO MUCHAS PERSONAS SE IDENTIFICAN COMO LA MANO DERECHA DEL PRESIDENTE Y MUY POCOS CON LA MANO IZQUIERDA... LAMENTABLEMENTE POCOS RECUERDAN QUE EL CIUDADANAO PRESIDENTE ES ZURDO...

rcpuma061@yahoo.com




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Raúl Crespo


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