Ayer, viendo la declaración del General Isaías Baduel y posteriormente la explicación del compañero Mario Silva, en La Hojilla, sentí rabia, frustración y mucha tristeza por la manera tan simple que tienen de despachar para el bando de los “traidores” a todo el que no diga amén a lo que decide nuestro Presidente o la Asamblea Nacional. No pude dejar de recordar varios programas donde este mismo compañero por poco no levanta un altar para el General que dirigió el rescate del Presidente luego del golpe de Estado del 2002.
Sólo bastó que Baduel se manifestara en desacuerdo con la propuesta de Reforma, aliñada con unos cuantos artículos de la Asamblea Nacional, para que de un solo porrazo pasará a formar filas con los golpistas.
A riesgo de que me tilden de lo que les de la gana, yo también quiero decir que no estoy de acuerdo con que votemos la reforma en bloques; porque no todos los artículos apuntan a la profundización del proceso revolucionario. Más aún, algunos nos vuelven a tiempos anteriores a la Constitución del 99 y otros, francamente, son declaraciones vacías que no se a qué apuntan (por ejemplo, Art. 18, 100).
Si de lo que se trata es de profundizar la democracia, preferiría que me dieran la opción de votar tantas veces como artículos haya. Volver a meter en tubo la elección nos lleva a situaciones anteriores, donde elegimos representantes a la AN que no se representan ni a sí mismos.
No puedo votar SI al Art. 272 (El Estado como único garante del sistema penitenciario) porque conozco del esfuerzo del especialista en la materia, Doctor Elio Gómez Grillo en la redacción anterior (1999) y cómo hoy se despedaza su esfuerzo sin evaluar la situación que viven las cárceles y los despojos que reposan en ella.
No puedo votar SI por el Art. 191 (los Diputados no pierden investidura…) porque se contradice con el principio de protagonismo del pueblo. No puede ser que habiendo 24 millones de habitantes en este país, nuestro querido Presidente sólo cuente con los jugadores que tiene en la Asamblea y en los cuarteles. De 24 millones de inservibles que existimos en Venezuela, por lo menos debe haber unos que 2 millones que puedan llevar adelante el desarrollo de políticas públicas con ética, honestidad y firmeza (elementos, por cierto, que no se exhiben mucho actualmente)
No puedo votar SI por el Art. 98 que elimina de un solo plumazo la propiedad intelectual (a pesar de que no soy intelectual) porque el trabajo de éstos es idéntico al de cualquier trabajador y tiene derecho al disfrute de su esfuerzo.
Con relación al artículo que pareciera más polémico, el de la reelección indefinida (Art. 230), definitivamente no me quita el sueño. Creo que ese es un problema para la oposición y para su nula capacidad de levantar liderazgos que compitan con el Presidente Chávez.
No puedo entender como flagelos tan graves como la corrupción y la inseguridad no merezcan una discusión en la Asamblea para reforzar las medidas tendientes a castigar a los cuellos blancos-pañuelos rojos que amenazan con acabar con el proceso que estamos construyendo.
Finalmente querido Mario Silva, negro, perro, gato y quien sea, no creo que debamos leer la realidad a partir de Globoterror (el país no sirve y se está hundiendo) o de VTV (vivimos en el país de Alicia, el país de las maravillas).
Entre el blanco-negro, feo-bonito, bueno-malo existen, afortunadamente, matices; y esa verdad a la fuerza del si o no para los que osemos apuntarnos al NO o a la abstención y se nos catalogue de contrarrevolucionarios, no me la calo. Yo estoy clara, como muchos camaradas que no llegamos a este proceso con Chávez, que podemos seguir defendiendo lo bueno de la revolución y trabajando para la profundización de la misma y atacando las lacras que amenazan con arrebatárnosla. Y si de democracia se trata, el pueblo tiene derecho a votar como mejor le parezca, sin que el maniqueísmo de que somos peones del Imperio nos salpique, porque tenemos cualidad moral (de la que por cierto muchos de los que se rasgan las vestiduras para atacar a Baduel carecen) para decirle a nuestro querido Presidente que no somos corderos para acompañarlo en todo lo que se le antoje.
Piense, compañero Presidente, en las ventajas de ejercer la democracia participativa y protagónica y propongamos la votación de artículo por artículo. Le aseguro que la tan temida alta abstención bajará y que el país que estamos construyendo saldrá ganando.
Yo no soy ni aspiro a ser analista política, hablo desde la pasión y desde el entorno familiar que me rodea, casi absolutamente chavista (24 a 2 a favor) y lo que huelo en ese entorno es que nones… esta vez no acompaño a mi comandante.
Fraternalmente y convencida de que la descalificación no le resta méritos a quien méritos tiene, espero el fusilamiento de mis amigos y enemigos por atreverme a decir lo que siento y los sigo queriendo mucho.
Itza97@yahoo.com
