Los miserables, en la mira de los ganadores del Premio Nobel

Ya nadie rechaza nada, especialmente un Premio Nobel. Sin embargo, en el pasado, cuando la columna vertebral de intelectuales y políticos aún era sólida, ocurría; basta pensar en Sartre, Shaw o Lê Đức Thọ. Hoy en día, incluso un premio inmerecido, o uno merecido por sus propias deficiencias, se acepta sin vacilación. El Premio de la Paz otorgado a María Corina Machado es otra provocación occidental, proveniente de quienes buscan la paz tanto como el diablo busca agua bendita. Se trata, una vez más, de abrir camino para desestabilizar a Venezuela, sacando a la luz a los típicos títeres proestadounidenses listos para ser útiles en el momento oportuno.

Hablamos de una de las figuras habituales de la oposición venezolana, creada de la nada, porque su verdadera esencia e influencia política son nulas; esas mujeres y hombres cuya supervivencia depende del favor de las llamadas democracias. Estados Unidos siempre saca a estos conejos de la chistera para intentar derrocar el orden establecido de los países que no se someten a su arrogancia. Tras el fracaso del títere de Guaidó, esta es la nueva máscara que Occidente pretende usar para deshacerse de Maduro.

El Premio Nobel de la Paz se otorga así a una mujer que, en el pasado, pidió una intervención militar externa para derrocar al gobierno legítimo venezolano. En esencia, recompensan a agentes provocadores que, con sus movimientos políticos, alimentan, como alguien observó, "un clima de caos mediante actos de sabotaje y terrorismo". Tras recibir la noticia de su "Nobelización", Machado lanzó un enérgico llamado a que la transición a la democracia en Venezuela se lograra de inmediato. Pero con "inmediatamente", ¿se refiere también a través de la violencia? A juzgar por su pasado, todo indica que sí. El Premio Nobel de la Paz para alguien así es irrisorio; habría sido mejor dárselo a Trump, quien al menos es el verdadero líder de los sinvergüenzas.

No los aburriré con las estrategias habituales que estos supuestos demócratas emplean para desencadenar sus "revoluciones sistémicas", que hemos visto en acción varias veces en todo el mundo, instigadas por Estados Unidos, y de forma muy inteligente. Miserables, en la mira de los ganadores del Premio Nobel; ellos crearán la ruina y la llamarán civilización.
 

https://www.conflittiestrategie.it/poveri-i-popoli-presi-di-mira-dai-nobel

 

*Traducción de Carlos X. Blanco



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