Miércoles, 01 de octubre de 2025.- Yo creo que el ser humano es perfectible
Todos dormían, era temprano y todos dormían, era esa hora entre la tarde que cae y la noche que se enseñorea.
Todos dormían.
Todos los de la casa, llovía un poco y el ambiente se prestaba para relajarse.
Todos dormían, complicidad onírica no pensada, espontánea y efectiva.
Todos dormían.
Todos los de la casa, los gatos y los humanos, como si se hubiesen puesto de acuerdo.
Pero yo no me sumé a ese festín relajante, no dormía, pensaba y me vino esta idea que quiero compartir con todos ustedes.
Ella, la idea, tiene rato dándome vueltas en la cabeza y es algo en lo que creo y pide salir a la luz, al aire, a refrescarse e iluminarse.
Es algo en lo que creo.
Yo creo que el ser humano es perfectible.
Es mejorable, puede crecer y desarrollarse, evolucionar y alcanzar con esfuerzo, disciplina y voluntad férrea, niveles superiores a los que ocupa en la actualidad, sumido en el ahora, que muchas veces nos transforma en su prisionero.
Por supuesto, que también puede desmejorar, retroceder, deteriorarse y abandonarse, pero ese no es el caso que nos ocupa hoy y por eso no lo tocaremos, por el momento.
Yo creo que el ser humano es perfectible.
Es mejorable.
En eso creo.
Creo que los hombres y mujeres que habitamos en este planeta azul, hermoso, amenazado, ardiente, vibrante y maltratado sin descanso por nosotros mismos y creo que a pesar de todos nuestros defectos y errores somos mejorables, perfectibles.
Podemos mejorar, aunque los pasajeros del otro lado de la vía, los adoradores de la negación persistente del posible avance de la raza humana, los de la ecuación que siempre da resultados negativos, se afanen en demostrar lo contrario.
Somos mejorables, lo somos, a pesar de los que se niegan persistentemente a ello, o de los que sólo ven los aspectos negativos de la vida y no pueden ver más allá de la queja y del desengaño constante.
Si, creo que somos perfectibles.
Pero ese no es un proceso gratuito, ni espontáneo, requiere de esfuerzo, disciplina y un convencimiento absoluto de que esa búsqueda hacia el mejoramiento personal, es posible lograrla.
Trabajo, disciplina y constancia son parte de la receta para avanzar.
Y sobre todo estar convencidos que somos capaces de mejorar y superar nuestras limitaciones.
Se te quiere Venezuela.
