Fecha de redacción de la presente el sábado 24 de mayo 2025 un día antes de la cita comicial, informativamente considero pertinente dejar entre mis artículos de crítica ácida esta apreciación de opinión enmarcada entre las muchísimas de una singular campaña electoral, donde los medios de oposición: prensa escrita, radio y televisión apoyan desde las empresas privadas a los adversarios del gobierno de turno. Por supuesto veo también el derecho ejercido por los factores pro revolución bolivariana socialista, a insertar sus pareceres en los canales dependientes del Estado, es decir los gubernamentales y algunos de empresarios particulares o aquellos en parte afectos a lo realizado por el gobierno, no enemigos acérrimos del proceso socialista, o porque deseen estar en la palestra informativa de ambos lados de la contienda.
Me llama la atención la cobertura escasa de radio y televisión también igual actitud de la prensa escrita opositora, sesgando las informaciones oficiales, el gobierno entonces llama a cadenas de radio y televisión, cumpliendo medida dispuesta desde hace 62 años, es decir en 1963, cuando la democracia representativa tenía cinco años de haber derrocado a la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, quien huyó del país debido a la rebelión popular dando al traste con los diez años del perezjimenismo, régimen donde la jactancia era de obras de ornato o de beneficio, pero en materia política eran apresados impunemente y sin derecho a su defensa quienes se arriesgaran a manifestaciones públicas o por los medios de comunicación censurados por el perezjimenismo.
Lo cierto es que luego, entre 1959 y 1999, la democracia puntofijista pitiyankysta hizo lo mismo bastantes veces, lo digo de corazón por haberlo vivido pues tengo 84 años de edad. Me pareció ese pacto pitiyanky de adeístas y copeyanos una farsa al servicio geo estratégico de los gobiernos estadounidenses, por encima los gringos de nuestro irrenunciable pero desechado derecho a la defensa territorial y de los derechos humanos de venezolanas y venezolanos en su pensamiento, prueba trascendente de la hipocresía fue que, al día siguiente de aprobar la Constitución de 1961, el gobierno de turno en manos de Rómulo Betancourt Bello decretó la falacia de suspender las garantías sociales y económicas, es decir estableció abrupta y descaradamente la censura al pensamiento.
A lo largo de ese contubernio adecopeyano, lo harían a cada rato, mientras era política de estado matar a opositores o desaparecerlos, entre ellos menores de edad asesinados al acudir a manifestaciones anti gobierno. A esas alturas de la presente ácida, usted se preguntará por qué llamo adeístas a los adecos, lo hago intencionadamente a fin de explicar a nuestros dilectos lectores que, el término adeco lo idearon los perezjimenistas a fin de acusar de comunistas a los militantes del partido Acción Democrática, considerando la firma al comunismo realizada por Betancourt en Barranquilla, Colombia años antes de la salida del dictador Pérez Jiménez.
Venezuela vivió cuarenta años de "democracia representativa" le pongo comillas, pues simplemente fuimos conchabados, sirvientes de los gringos y los gobernantes nuestros hacían púbicamente los abandonos al republicanismo de nación independiente y soberana. Tengo derecho entonces a preguntar justo lo que reza el título de esta ácida pero constructiva y analítica opinión, 25 de mayo 2025 una prueba al terrorismo contra Venezuela ¿usted lo aprobó o lo aprueba?