Gandhi: Educar en la no-violencia (I)

"Gandhi fue el primer pensador-reformador en reinventar la ética cristiana del amor como instrumento para la transformación social y colectiva"

Martin Luther King, Jr.

"Vendrán generaciones, puede ser, que difícilmente crean que un hombre como este caminó alguna vez en carne y sangre sobre la tierra"

Albert Einstein

Satyagraha es gentil, jamás lastima. No puede ser resultado de la ira o la malicia. Jamás hace estrépito, nunca es impaciente ni vocifera. Es el opuesto directo de la compulsión. Se concibió como sustituto completo de la violencia

Mohandas K. Gandhi

"Comparado con esta alma iluminada, no soy nada... Cuando llegue el momento, Gandhi será conocido pues el mundo lo necesita con su mensaje de amor, libertad y hermandad. El alma de Oriente ha encontrado un símbolo valioso en Gandhi, pues elocuentemente está demostrando que el hombre es esencialmente un ser espiritual, que florece mejor en el ámbito de lo moral y espiritual, y que decididamente sucumbe en cuerpo y alma en una atmósfera de odio y pólvora humeante".

Rabindranath Tagore

Si estuviera vivo, Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) habría cumplido 154 años este mes. Creo que merece la pena reflexionar un poco sobre lo que para él fue el motivo de toda su vida: La no- violencia activa.

¿Qué significado tiene esta palabra que se hizo carne en su vida? Se podría decir que la no-violencia es "una manera de hacer que deriva de una manera de ser" y en palabras de Lanza del Vasto, un radical seguidor de Gandhi, "la no-violencia es la más fina cualidad del alma, que sólo se desarrolla mediante la práctica".

Violencia y odio son normales, están íntimamente ligados al instinto de conservación. Contraataque y huida son las dos reacciones instintivas normales, que con frecuencia se dan juntas, de los animales atacados. Como nos describe José Luis Aranguren, "la conducta agresiva del ser humano le es común a los animales. Pero en estos la agresividad se limita a la territorialidad o defensa del propio territorio, al establecimiento de una jerarquía general y, en especial, al orden de procedencia en el apareamiento sexual. La "novedad" en la especie humana consiste en la extensión del impulso agresivo hasta poder alcanzar la casi-totalidad de su comportamiento, y la conversión de la agresividad en violencia. Novedad en el ser humano sería también la de la existencia de un impulso de destructividad e incluso autodestructividad y muerte, el llamado impulso tanático. La persona paga el precio de haberse elevado por encima del animal, pro cediendo en ocasiones por debajo de él. Es el coste del yo: egoísmo como la otra cara del altruismo, solidaridad con su reverso de solitariedad".

La violencia produce una reacción en cadena, tendiendo siempre a aumentar en intensidad. Toda res puesta violenta lleva en sí la tendencia al exceso; no a compensar, sino a sobrepasar el mal causado. Un día Gandhi vio que un jefe musulmán en rebeldía contra los ingleses tenía miedo y le dijo: "No tengas miedo. El que tiene miedo, odia; el que odia, mata. Rompe tu espada y arrójala lejos, y el miedo no hará mella en ti. Yo me he liberado del miedo y del deseo, y por eso conozco la fuerza de Dios".

Algunas veces, la respuesta violenta no se exterioriza, pero esto no significa necesariamente que haya sido suprimida. La respuesta natural de un niño que recibe un golpe es devolverlo. Si es un adulto el que pega, el niño sabe que su respuesta podría provocar una violencia irresistible, y es probable, pues, que se abstenga de responder. Pero puede reaccionar de otras maneras: puede "vengarse" sobre un tercero, puede vengarse sobre sí mismo. Es bien sabido que de padres violentos pueden salir hijos introvertidos en una especie de "superyó" violento. Esto puede conducir a un estado perpetuo de tensión interna, a una personalidad comprimida y tensa que, pese a un idealismo superficial, adolece de una gran inestabilidad y puede estallar en violencia en cualquier momento.

Gandhi afirmó que "la violencia es la ley de la bestia, la no-violencia es la ley de la persona". Se trata, pues, de una disposición del corazón para acoger con amor a toda persona. De ahí que la no-violencia exija una constante vigilancia para detectar en el propio comportamiento las manifestaciones de violencia y procurar eliminar sus raíces, pues "la paz es ante todo sacrificio de sí mismo"

Gandhi, al escribir su libro Todos los hombres son hermanos, expresó su convencimiento más profundo con estas palabras: "La no-violencia es la fuerza más grande que la humanidad tiene a su disposición. Es más poderosa que el arma más destructiva inventada por el ser humano".

Pero para esto, la persona y la comunidad no-violenta debe:

1. Procurar desistir de todo espíritu de dominación sobre las demás personas e ir eliminando los signos externos de superioridad, asumiendo el sufrimiento como fuerza de liberación. En esta misma dinámica, otro apóstol de la no-violencia activa, Martin Luther King, nos dice que el perdón no es una cuestión de cantidad sino de calidad: "Una persona no puede perdonar hasta cuatrocientas noventa veces sin que el perdón se integre en la estructura misma de su ser. El perdón no es un acto ocasional, es una actitud permanente... Muy lejos de ser la piadosa exhortación de un soñador utópico, el mandamiento del amor a nuestros enemigos es una necesidad absoluta, si queremos sobrevivir. El que llegue incluso a nuestros enemigos es la clave para resolver los problemas de nuestro mundo. Jesús no es un idealista sin sentido práctico. Es el verdadero realista práctico". La no-violencia no pretende vencer ni humillar al oponente sino ganar su comprensión. Su propósito es despertar vergüenza moral en el adversario y hacer posible la reconciliación. "El resultado de la no violencia es la creación de una bienamada comunidad, mientras el resultado de la violencia es un trágico resentimiento".

2. Renunciar a las armas y a la protección policial como consecuencia del desarme interior. Pacíficos no son los que no hacen la guerra, sino los que hacen la paz. La Paz no es sólo una ausencia de enfrentamiento, sino algo superior: la igualdad, la solidaridad y la justicia. Lo demás es aplazar las guerras, y a eso se le llama tregua y no paz... De ahí se deduce que hay que ir contra las causas inmediatas de las guerras, es decir, contra los militarismos. Como decía Mahatma Gandhi: "La no-cooperación con el mal es un deber tan evidente como la cooperación con el bien".

3. Decir siempre la verdad, con amor, a las personas que concierne y no a segundas o terceras personas. Pues la verdad crea orden y armonía, manifestando la realidad tal cual es. La verdad procura el entendimiento entre las personas. Con la duda o los juicios mal formados se logra hacer el mayor mal que uno pueda imaginarse. Hay que confiar y no dudar; promover y no hundir; alentar y no destruir.

El primero y más fuerte enemigo de la verdad son los prejuicios, tan arraigados en la mente de las personas. El prejuicio surge siempre en cuestiones de significado humano con importancia para la orientación de nuestra vida. A nadie se le ocurre opinar sobre cuestiones de carácter científico sin estar previamente informado, somos muy conscientes de nuestra ignorancia y por eso nos abstenemos de opinar. No ocurre lo mismo en cuestiones de religión, ética o política, donde tenemos ideas preconcebidas y nada ni nadie logra apearnos de ellas, aunque tengan poco o ningún fundamento. Esto ocurre porque no defendemos la verdad sino la idea que nos interesa o conviene. El prejuicio se engendra y se sustenta sobre intereses ocultos que actúan en el sub- consciente y nos impiden ver las cosas como son y nos impulsan a afirmar lo que deseamos que sean. Cada cual sigue su verdad, únicamente la suya, sin cuestionarse si estará equivocado.

4. Solidarizarse con los débiles, los pequeños, los oprimidos de la sociedad.

5. Denunciar las injusticias y las demás violaciones de los Derechos Humanos con medios adecuados a la no-violencia. Si una persona da la propia vida por la justicia, cayendo en la lucha, su acción no cae en el vacío: adquiere validez histórica. Puede llegar a ser la encarnación social de un profetismo realmente eficaz.

6. Promover la resistencia pacífica llegando hasta la desobediencia de las leyes, pues no todo lo que es legal es legítimo, y la verdad, la justicia y el amor son más importantes que la legalidad.

7. Promover un modelo alternativo de sociedad. No basta con condenar la violencia, hay que suscitar una sociedad sin clases, sin oprimidos ni opresores. Una revolución a favor de un futuro mejor y más humano no debe realizarse según el esquema y los medios propios del "viejo mundo" que se trata de superar. Este gran proyecto debe traducirse en un gran número de pequeños proyectos de movilización y de participación popular. Es indispensable establecer un flujo de comunión y participación, sabiendo que la fuerza de los débiles, cuando toman conciencia de su responsabilidad se unen, puede hacer derribar grandes muros y barreras que parecían infranqueables.

¿Quién influenció a Gandhi en la no-violencia?

Henry Thoreau es un personaje peculiar, considerado padre de la desobediencia civil, también es uno de los padres de la ecología. Se enfrentó en los Estados Unidos a la recaudación de impuestos para sufragar la guerra contra México. Se niega a pagar y escribe unas reflexiones muy interesantes que influirán en la no-violencia de Gandhi. Es una fuente laica y no europea a tener en cuenta cuando hablamos de la no-violencia gandhiana (también estuvo en contacto con cristianos cuáqueros).

También tuvo mucha influencia en su pensamiento Lev Tolstoi. Su obra El Reino de Dios está en vosotros le impactó mucho y provocó en él una transformación profunda. Tolstoi como una de las influencias occidentales más notables en Gandhi. Es así, Gandhi se carteó con Tolstoi quien quiso hacer un Ashram a su modo en Rusia y tenía una gran ternura con las clases bajas campesinas que se parecían mucho a los dalits indios. Gandhi siempre tuvo un gran respeto por Tolstoi y esa obra concretamente es un gran referente para él, para su lucha no-violenta.

La otra gran fuente es no solo la hindú, sino especialmente la jainista. Los jainistas llevan la no-violencia al extremo: se tapan la boca y la nariz para no inspirar ningún mosquito y cuando caminan –desnudos o no, porque los hay que van desnudos- van barriendo el suelo por donde van a pasar para no pisar ningún insecto, por pequeño que sea. Gandhi vio esto desde pequeño. Los jainistas ayunan mucho y la madre de Gandhi también ayunaba frecuentemente. Esto explica los ayunos de Gandhi utilizados como arma político-espiritual, norma pasivo-activa de lucha, autoagresión para poner de manifiesto al agresor la violencia que ha realizado sobre la víctima y que opera a modo de medicina homeopática: la víctima de forma consciente y lúcida, haciendo un acto de no-violencia resistente, devuelve al agresor lo absurdo e inadecuado de su acción, buscando su transformación personal. No deja de ser lo de Jesús: "Quien te abofetee en una mejilla, preséntale la otra", porque así le retornas la dignidad que él (el agresor) ha perdido al abofetear a la víctima. El agresor se reencuentra a sí mismo en el rostro que serenamente –no agresivamente- le mira y le dice: "¿qué estás haciendo? Es entonces cuando el agresor puede darse cuenta de su agresión y reaccionar.

La filosofía de Gandhi constituye una actualización histórica de una cultura ancestral de los pueblos de la India, de sus religiones, de su vida social enraizada en las comunidades campesinas autosuficientes; representa la suma de la rebelión contra la servidumbre y los imperios ocupantes. Si tuviésemos que resumir la aportación de las distintas grandes religiones al pensamiento de Gandhi, simplificando mucho, pues muchas de estas ideas se encuentran en más de una creencia religiosa, podríamos decir que: Del Jainismo sacó su idea básica de la no-violencia en un sentido muy amplio; del Budismo aprendió la benevolencia, la "gran compasión" y la serenidad y paz interior; del Hinduismo extrajo su idea de Dios como Verdad y su capacidad de servicio desinteresado; y el Cristianismo le enseñó su "opción preferencial por los más pobres", tal como se predica en el Sermón de la Montaña.



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Luis Antonio Azócar Bates

Matemático y filósofo

 medida713@gmail.com

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