Cubierta o envoltura rígida (calcárea u ósea) que protege total o parcialmente el cuerpo de las tortugas, los crustáceos y otros animales.
También en este PATRIA se le da ese nombre a la osamenta del pollo y que usan mucho los pobres después que los ricos le sacan la piel, a la carne y dejan el el hueso pelao, para sustanciar la alimentación.
Está vez como en la mota anterior; estoy refiriéndome a los animales y las palabras escatológicas, para hacer un símil con lo humano y retratar a determinadas personas sin ofender al que no se sienta aludido en lo que planteo: pero el que revise su actitud de vida y descubra parecido, es pura coincidencia; bienvenido al mundo donde se retratan los que se aluden y se sienten identificado.
La palabra en si es despectiva y en verdad parece a un ser humano después que su cuerpo es despojado de su capacidad de pensar y se convierte en un zombi, que no puede reaccionar a esa imposición que ofrece como alternativa de vida el capitalismo. Se podría decir, como el que se sienta aludido queda en el carapacho; porque entrega todo lo que le da forma, para quedar sin nada que lo proteja, manteniendo una apariencia que podría aceptarse, como de algo que ayude a sostener, una verdad intangible cómo la vergüenza.
El carapacho es la parte desechable de lo que antes tuvo forma y queda sin la sustancia que lo sostenga, su aspecto adquiere una condición que niega los conceptos de belleza y se hace repulsivo.
Cuando un carapacho sin sustancia siente que ya no puede presentarse ante el resto de la especie, su autoestima empieza a reflejar en violencia, el reconocimiento de lo perdido y siente que estuvo mintiendo y nunca descubrió lo que significa para un revolucionario de vida: PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
