Entre el comer y el obrar. Entre el comer y el obrar, han de ser casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso de Maleo 2001, en el punto crucial inflexivo topológico borroso de Bernoulli y de la cubicación de la mierda de Picasso. El obrar, esto es la mas y más importante preocupación de los astronautas en el espacio, endenantes, reciclan el miao en una bacinilla parecida a la de Rosa María la de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes, y, mas y más, endespués, le ingurgitan, el líquido miao divino, sin preocupación alguna, y, de seguida, la repugnancia de tragar la mierda, endenantes, la influencia de la gravedad sobre la mierda, los astronautas han de comer mierda, y, esto no lo dicen, por temor de que se agote la mierda en el mundo, y, aquello que en muchas partes del mundo le dicen a cualquier hijo de vecino ¡Come mierda!, en algún momento ha de ser cosa del pasado, puesto que los astronautas la experimentaron en el espacio, y, algún momento, tendremos la mierda clasificada, porque al decir de Hegel y Marx, la lucha de clase continua, ya no come mierda, sino come miel, se acabó aquello según el cual que son los locos los que comen mierda. La sociedad mundial no está loca por ingurgitar píldoras de mierda. Y, del miao a la mierda hay poca pieza, tanto como del dicho al hecho hay un trecho estrecho arrecho. Y, lo estamos viendo en el espacio. Y, endespués, ¡Que no se pierda la mierda! Y, ya no son los cochinos de engorde, que se pelearan por la mierda, sino de los porcos humanos. Ahora agora hogaño, y, ya nadie dirá ¡A la mierda!, ni por el carajo. Y, mas y más, cada mochuelo a cuidar a su mierda, que es una mercancía de astronomía galáctica cósmica que no cómica la comilona. Y, ahora, cuánto costará el mojón de mi compadre Marcos, que son grandes y pesados, hemos de imaginar un costo y coste ultra millonario. Y, ha de ser un lujo sentarse en la poceta, para recoger el pupú, y, si la poceta es de oro como la de la reina de Inglaterra, hecha con el oro robado de Venezuela en el siglo XXI, un pupú que ha de valer un Perú, un Potosí, que ha de tener una caca riqueza extraordinaria, en que continúa la lucha de clase de mierda. Y, es cuando ha de valer el cuento de don Francisco de Quevedo, de las gracias y desgracias del ojo del culo. Contradictorio ojo avizor borroso de don Francisco, tanto como el cricrí de las margaritas ante porco de don Federico entre el comer y el cagar.

Con digresión y sin digresión, entre el comer y el obrar, casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso de Maleo 2001, en el punto crucial inflexivo topológico borroso de Bernoulli y de la cubicación de la mierda de Picasso. Bernoulli y Picasso, en el hoy es siempre todavía y el doctor Einstein no lo sabía, en el espacio astrofísico de la lemniscata y la parábola cúbica, ahí ha de estar la grafía grata gratificante de las gracias y desgracias de don Francisco, asina asín ansí así la grafía grata gratificante del comer y el obrar.

Con divagancia y sin divagancias, esta perola perorata paraulata llanera cojedeña cantarina, que revienta como chichara en Semana Santa, entre nube con agua y nube sin agua en el siempre verde en del jardín de mi rancho que se llueve que se moja que se llora, y, Maleo que no viene y que no vuelve por los eternos besos de un poeta en despecho y el despacho en la bodega de Martha que me lo recuerda, en que el despecho y el despacho son una misma vaina, y, que no en la pulpería de don Pacho en Cantaclaro de San Carlos de Cojedes, y, como tiénese dicho la perola perorata paraulata deviene de la página web de La iguana del día 06 de septiembre de 2022, https://www.laiguana.tv/articulos/1078266-peor-espacio-astronauta-nasa-confiesa/: "¿Qué es lo peor de ir al espacio? Este antiguo astronauta de la NASA lo confiesa. Estuvo en el espacio durante más de 275 días, en viarios vuelos; trabajó con la NASA entre 1992 y 2012 y volvió recientemente a la Estación Espacial Internacional en el vuelo privado Ax-1. Con toda esa experiencia, Miguel "Michael" López-Alegría saca una conclusión: lo peor de ir al espacio es usar el baño. El español nacionalizado estadounidense, de 64 años, realizó la confesión en un tuit sobre lo mejor y lo peor de la misión Ax-1, vuelo privado de la empresa Axiom y SpaceX que lo llevó de vuelta a la ISS. "Lo mejor: escuchar a mis compañeros ver la Tierra por primera vez. Lo peor: el baño. Sin sorpresas: siempre es el baño", escribió López-Alegría en su cuenta de Twitter.

Con la curiosa publicación, ahondamos en porque ir al baño en el espacio puede ser una experiencia traumática. Cómo van los astronautas al baño en el espacio, una experiencia poco agradable. Samantha Cristoforetti, la primera astronauta europea en realizar una caminata espacial, explicó en un video para la Agencia Espacial Europea, ESA (reproducido por la BBC), cómo hacen sus necesidades en la estación, además de cómo se asean. El video es de 2015, pero no pierde vigencia: no son muchos los avances que puede realizar la tecnología en el espacio. La gravedad siempre jugará en contra, y es un rival complicado. Para orinar, los astronautas usan un pequeño embudo conectado a un tubo con un ventilador, que genera la succión necesaria para que el líquido no quede flotando. La orina ingresa a un sistema de reciclaje, volviéndose potable y apta para el consumo de los tripulantes." Agora ahora hogaño, y, como decía Lucerito la ayudanta de doña Erzé de Cantaclaro: "Yo no miento Milita." Y, las confesiones testimoniales indiciarias presumidas expresadas por la astronauta y por el astronauta, que no mienten, ni mientan la madre por comer mierda, se corresponden con la perola perorata paraulata de la tesis inédita novedosa avanzada cojedeña TINACO de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso de Maleo 2001, en el punto crucial inflexivo topológico borroso de Bernoulli y de la cubicación de la mierda de Picasso. Bernoulli y Picasso, en el hoy es siempre todavía y el doctor Einstein no lo sabía, en el espacio astrofísico de la lemniscata y la parábola cúbica, ahí ha de estar la grafía grata gratificante de las gracias y desgracias de don Francisco, asina asín ansí así la grafía grata gratificante del comer y el obrar.

Si el comer y el obrar, de los astronautas y las astronautas, es tanto como la materia y la energía, tanto como el campo gravitatorio y el campo electromagnético, es tanto como la teoría especial de la relatividad einsteiniana y le teoría general de la relatividad einsteiniana, es tanto como el universo expansivo einsteiniano de luz curvada y el universo contractivo maleoiano de luz tragada, es tanto como el realismo ingenuo einsteiniano y el realismo mágico cervantino quijotesco, es tanto como el algo nuevo ante el Sol maleoiano y el nada nuevo bajo el Sol eclesiástico, es tanto como la partícula y la onda, es tanto como lo visible y lo invisible, es tanto como la certidumbre y la incertidumbre, es tanto como el exceso y el defecto, es tanto como lo excluso y lo incluso, es tanto como la tesis y la antítesis, es tanto como lo consciente y lo inconsciente, es tanto lo concreto y lo abstracto, es tanto como la gracia y la desgracia, es tanto como lo divino y lo humano. Entonces sea dicho que el comer y el obrar ha de ser contenido que contiene el continente de la tesis inédita novedosa avanzada cojedeña TINACO de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso de Maleo 2001, en el punto crucial inflexivo topológico borroso de Bernoulli y de la cubicación de la mierda de Picasso en el hoy es siempre todavía y el doctor Einstein no lo sabía, en el espacio astrofísico de la lemniscata y la parábola cúbica, ahí ha de estar la grafía grata gratificante de las gracias y desgracias de don Francisco, asina asín ansí así la grafía grata gratificante del comer y el obrar. Ergo vergo sea dicho que con la tesis inédita novedosa avanzada cojedeña TINACO de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso de Maleo 2001, en el punto crucial inflexivo topológico borroso de Bernoulli y de la cubicación de la mierda de Picasso es la solución a la experiencia traumática de ir al baño en la espacial cósmica astronáutica del comer y el obrar.