Nos quitaron un motor

Amigo mio, las preocupaciones que agrúmelo como masa, como pueblo, me niegan hoy la posibilidad de reportar con la sindéresis que debe hacerlo un pueblo en batalla.

Estoy elucubrando estupideces en la calle, no encuentro que, ni con quien hablar, creo que perdimos la línea que traíamos en trajinar de combatientes ilustrados.

La progenitora llama todos los días desesperada, desorientada buscando información que yo tampoco puedo ofrecer, porque también lo estoy y desesperada porque en el pueblo no llega ninguna emisora donde pueda escucharte, (todas las comunitarias están trasmitiendo programación estupida, de música alienante) dice que esta a punto de enloquecer, ella te veía por V T V todos los domingos y ahora los jueves, según ella, sales encajonado en un estudio de televisión, que pareces un galán de una novela y no reconoce tu voz, suena como de político en los programas de la oposición, por otro lado una parte de nosotros no a podido verte para opinar con objetividad, lo que si puedo confesarte es que no ando bien y no se como justificar mi extravío mental.

Yo también estoy perdido amigo mio, antes preparaba todo el domingo para nosotros, era un dia de fiesta, en todas nuestras casas había un motivo especial para reunirnos, preparábamos viajes para compartir con la familia y el trayecto del trasporte era para oírte en el regreso del rió, hacíamos sancocho y jugábamos bolas criollas, viendo el juego de los nietos con un radio en el oído, los que ahora hacíamos parilla y que no la conocimos antes, estábamos aprendiendo a compartir entre hermanos teníamos una excusa importante cada domingo para debatir e informarnos de todo lo que enseñabas, ahora no es igual, el trabajo, el ritmo, el cambio, el dia, todo esta patas arriba, los domingo en la tarde parecemos un pollo en brasa (vuelta y vuelta y no hace nada) los que están obligados a informarnos no lo hacen y los que mienten en las jineteras no le creemos y entonces andamos desorientados, tratando que alguien se de cuenta el desfase que produjo ese cambio en la estrategia de aprendizaje que se había hecho costumbre en nosotros, era nuestra lección de moral y luces, era el tercer motor encendido a una potencia acelerada que nos hacia entender que es una revolución.

Ahora te confieso amigo mio, tengo miedo que la madre se atrofie, que empiece a preguntarme cosas que no pueda responder, porque perdí la fuente de información, que los compañeros caigan en contradicciones porque los manipuladores de oficio empiecen hacer gayada con sus puntas de lanza y el daño sea irremediable.

La táctica fallo amigo mio, quien la propuso se equivoco, el daño se esta notando en las reuniones, la desinformación esta haciendo estragos en la voluntad de nuestros hermanos, el camino andado es notable, estoy orgulloso como pueblo de lo que he aprendido en estos ocho años de revolución, pero también se que no es suficiente para la fortaleza que necesitamos, para que mañana nadie venga a cambiarnos un trozo de pan por la dignidad que deben tener todos los hijos de Bolívar.

EL SAPO BRINCA “PALANTE” AUNQUE LE PUYEN LOS OJOS.

machucamelo@cantv.net



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

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