A Luis Vicente León, Datanalisis…; en retrospectiva del tiempo histórico

Al inicio del bloqueo económico e implementación de sanciones contra la existencia social, política, económica, cultural, educativa, deportiva, institucional venezolana, por apetencias de poder político de la oposición, negado desde la simpatía emocional y electoral del pueblo, cuando la migración venezolana inducida fue objeto, motivo de estudio y propaganda mundial contra el estado venezolano, a través de sus redes sociales, como protagonista de la ola antiestado venezolano, en artículo de opinión, Luis Vicente León ─analista, politólogo, estadista, director encuestadora Datanalisis, ideólogo asesor de la oposición venezolana─ escribió sobre un ‘País vacío’; en relación a la Venezuela, que desde la perversidad opositora, se quería instaurar en contra de la existencia del Estado-Nación bolivariano. Señalaba, entre sus argumentos, como fundamental las causas de la no producción, la falta de papel toilet, pañales y toallas sanitarias, ¡por donde todo empezó!, para quienes hoy no recuerdan.

Entonces, desde aquel tiempo y guardado hasta ahora, en respuesta a Luis Vicente, ¡como relámpago en el Catatumbo!, como ventisca, polvareda en la sabana, tras el paso de ejércitos legendarios, de heroicas figuras; surgió una narrativa contrapuesta a la infamia:

Mientras escribía sobre la difícil y dramática situación venezolana de María, Lucia, Agustín, José, Ana, Luis, Mariana, Yasmina, Karina, en fin; en relación a los de 30 millones de venezolanos que vamos quedando, un elegante y bien vestido señor se aproximó. Por la amable y cordial conversación se puede presumir que se conocían y que el encuentro no era fortuito.

En pocas señas; ¡era el empresario del papel toilet!.

Entre una y otra copa disfrutaron la velada, al subir el nivel de alcohol, de tanto libar vinos californianos y europeos, también subió el volumen de la conversa. El empresario, más que satisfecho, eufórico, entre llantos, risas y lamentos, contó a todo dar, sin limitaciones lingüísticas, cómo se había establecido definitivamente en aquella norteña y discreta ciudad. Desde allí contemplaba despreocupado el florecimiento de su empresa papelera en Venezuela, la cual mantenía, por instrucciones de arriba, al 10% de producción, el 90% estaba ocioso, decía sin pudor en medio de la indescriptible ingesta vinícola.

Entre los presentes de otras mesas, se escuchó con fuerza y felicidad, en tono despectivo, peyorativo, la expresión ¡tenemos patria!

La privada conversación pasó a tertulia de notables exiliados por el malvado régimen. El empresario a petición del público, contó y cantó a todo dar, en exquisita comedia, excelsa, excéntrica, representación teatral.

¿Cómo era posible que su empresa fuera próspera si el régimen la mantenía paralizada?

Era sencillo ─a decir del empresario─ alguien de reservado nombre paga la paralización, la no operatividad, paga bien para mantener improductivo el 90% del parque industrial.

Desde otra mesa, en un rincón contiguo, en bajo perfil y apariencia despreocupada ─un patriota cooperante de los que espían para el gobierno venezolano─, murmuró:

— Más pronto que tarde conoceremos la verdad y, veremos el fracaso político opositor.

Firmaba el escrito para redes sociales; el chofer de LVL.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1118 veces.



Felipe Marcano


Visite el perfil de Felipe Marcano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: