El inundamiento del mercado…

Llegan a mi mente los momentos vividos durante el Paro Petrolero de dic-2002 y feb-2003. De aquellos 63 días de gesta heroica que vivimos los venezolanos y las venezolanas, hace un poco más de 17 años. Entre los múltiples factores que se aunaron para echar por tierra a esa aventura escuálida que le costó a la República más de 30 mil millones de dólares en daños y pérdidas, recuerdo a dos factores en especial: a un súpertanquero brasileño trayéndonos gasolina, el Amazon Explorer y a los trabajadores de PDVSA tratando de reactivar las refinerías, que fueron paradas por una meritocracia burguesa que se consideraba a sí misma un Estado dentro del Estado.

Como ahorita, la escasez de gasolina hacía estragos en la capacidad de movilización del país, y un mercado paralelo hacía de las suyas a costa del pueblo. Es un plan repetido casi que al carbón. Sólo que algunos viejos y algunas viejas ─como yo─, ya lo han olvidado.

Quiero recordar también a un obrero jubilado, Iván Hernández, que hizo una hazaña que los meritócratas nunca se esperaron, poner en funcionamiento al monstruo que para entonces era la refinería de petróleo más grande del mundo: el Complejo Refinador Paraguaná, Amuay-Cardón. ¡Un obrero jubilado, carajo! Que destruyó el orgullo de una casta clasista, que se cree que "porque todo lo sabe, nadie lo puede". Esto exactamente le dije a aquel modesto hombre del pueblo la única vez que he estrechado su mano, en Cuba, la noche del 9 septiembre de 2007, cuando Alí Rodríguez Araque me lo presentó.

Decía que muchos factores patriotas se conjugaron para vencer a aquella aventura, pero hoy en esta nota quiero resaltarles cuatro, sin desmedro alguno de todos los demás. 1.-El Amazon Explorer, que nos mandó Cardozo a instancias de Lula, desde Brasil, que mojaban de gasolina en mucho tiempo a los sedientos tanques de nuestro parque automotor; 2.-el haber tomado control del tanquero "Pilín León", estacionado repleto de gasolina en el canal de navegación del lago de Maracaibo, la tarde del 21 de diciembre de 2002, para luego disponer de su carga, que marcó el inicio de la caída de los golpistas; 3.-los trabajadores de PDVSA haciendo de tripas corazón para poner en funcionamiento a todas las refinerías de Venezuela; y 4.-un líder, que perdimos un 5 de marzo de 2013 a las 4 y 25 de la tarde, que nos comandó con los pantalones bien puestos en aquella batalla multidimensional.

Hoy esos hechos en otro formato vuelven a repetirse.

Cinco súpertanqueros iraníes nos traen gasolina y los trabajadores de PDVSA, como siempre ha sido su disposición, que vuelven a salir en batalla por sus refinerías, paradas esta vez por un bloqueo criminal yanqui que impide su reequipamiento… y, también hay que decirlo, porque la honestidad es hermana siamesa de la verdad, por la desinversión que se dejó de hacer en tiempos de bonanza por la dirigencia roja rojita de la empresa que sustituyó a la vieja meritocracia que organizó aquel Paro, al punto de copiarla en todo, en todo literalmente, incluso en sus lujos y en sus raterías, en la sevicia y en la traición.

Pero hay un fenómeno que ocurrió durante el Paro Petrolero que aquí, en esta ocasión, no lo he visto: el inundamiento del mercado. Y algo (o alguien) por algunos intereses que no son los del país, debe estarlo frenando. Cuando la gasolina del Amazon Explorer y del "Pilín León" empezó a fluir; cuando al señor Ferrari de Yagua, el señor burgués que distribuía la gasolina a nivel nacional, se le quitaron las gandolas por haberse sumado al Paro. ¿Recuerdan al general Acosta Carles rompiendo con una cizalla el candado de Transporte Ferrari?; y cuando Iván Hernández arrancó al CRP Amuay-Cardón, el inundamiento del mercado se dio casi de manera inmediata. Ví a bachacos llorando con tambores llenos de gasolina, que tuvieron que gastarla antes de que se les evaporara, por no conseguir clientes para revenderla. Todo el mundo tuvo gasolina. Yo, que soy un curioso lector de economía, siempre me conseguí esa categoría teorizada en los clásicos, pero nunca la había visto puesta en práctica en la realidad, como en aquella ocasión. Y créanme, la disfruté bastante. Es un placer indescriptible, ver con la madre partida a quien te ha podrido la vida…

¿Por qué no se da el inundamiento del mercado en el actual plan de distribución de gasolina? ¿Qué lo impide? ¿Por qué sigue el esquema de escasez, en la abundancia? ¿Qué factor no se acopla? ¿En qué parte del plan está el nudo gordiano? ¿Por qué han puesto a mentir al Presidente, con un plan de distribución que funciona a medias? ¿Qué tan poderosas son las mafias enquistadas? ¿Quiénes las integran? Estas interrogantes un periodista serio debería hacérselas a Tareck El Aissami.

En fin, hay operadores en este plan que no están trabajando para el beneficio de la patria. Es evidente. Ayer el enemigo jugaba al descubierto, pero hoy están jugando solapados, y en nuestras propias entrañas incluso. ¿Alguien podría convencerme de lo contrario? Por favor, lo digo sin ironías, porque en verdad lo necesito…

Acarigua, 6 de junio de 2020



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1212 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter