El envite

Es evidente que las ideas se enfriaron; caduca el mundo, ya no puede ofrecernos nada. Una playa podría decir más que el mundo de hoy… hasta las 4 de la tarde. Entonces, a recoger sombrilla, potes y sombreros, para aburrirnos dormidos con la baba a un lado ante el aparato traga ojos, en una de crimen y forenses, lo "nuevo" en lo anti creativo hollywoodense que ofrece esa pantalla-mata-ideas, y esa es la suerte que te ofrece el iluminado "¡cable!".

Sin embargo es lo más high. Porque la selección del público de mayor anclaje, que si concursos, musicales de lo que está de moda, novelas vespertinas, shows de peleas matrimoniales, con suerte un fútbol, nos transformaría en babosas sobre el sofá. Y hablamos de una sociedad evolucionada, con espíritu revolucionario además, la que en cuanto pueda, dirigirá los destinos de esta nación. No quiero imaginarme la televisión en Madagascar, en Centroamérica, o en un archipiélago de Indonesia. ¿Será que en esos lares se está gestando algo distinto al Primero y Segundo Mundo? Por cierto, ni sé a qué mundo me han lanzado. Tampoco si soy móvil o de cartón; la falta de guías no te permite confianza si tu pretensión es escalar al primer mundo. Y la música por favor, antes había cierto ambiente musical que podías tomar de "asiento" para atender otros objetivos, ahora ni de los plátanos puedes anclarte, porque terminas comiendo plátanos toda una semana, la única oferta que queda de los camioneros del Vigía.

El campo está abandonado, las gallinas en el monte y los perros tienen hambre. ¿Pa’dónde vas agarrar con esa pata enyesada? Y lo que faltaba, ya ni creemos en la lotería. Este es el cuadro clínico de este país, y claro, la cerecita de la torta: el envite de Bolsonaro con Duque, pero tranquilo que ya inventaremos algo ¡krrrk! Perdón, se me salió un eructo. Y sí, mi propuesta: que las pilotas más bellas dirijan los bombarderos más audaces cargados hasta los teke-teke de mensajes radioactivos de PAZ. Cada mensaje con una foto de la piloto, con una nota: ¿Quieren verme? Pasen adelante.

En fin, no hay que desmayar. Acá nos queremos con o sin escualidez, la carga es positiva en todos los frentes indivisibles; eso sí, siempre con nuestro viento de cola: Bolívar. Y Chávez en el radar mayor. La suerte del que promueve la paz está en que su lente tiene horizonte más amplio, alejado de paranoias, su vigilancia es la confianza de una población completa, que mira por los poros. La otra, que Chávez nos dejó armamento, estaba en algo el comandante. Qué fritura, esta es la paz por la que lucharé si los bachacos nos invaden.

Definitivamente Copetico de oro no sabe donde está parado. Metió su mano en la bolsita de lotería y se le acabaron las estrellas, y aquí no puede aplicar la que le hizo a Haití, que después de sus temblores, mandaron marines, dígame allí ni cigarros habrán conseguido en las bodegas… acá en cambio se los vamos a ofrecer pero con Baygón. Se van acordar hasta del perrito que dejaron en Houston. "Les tenemos la vista puesta" nos recuerdan a cada rato esos sopletes de v… sin imaginar siquiera que si se ponen cómicos y a la vez EUA, Colombia y Brasil, con sólo ponernos en DOS países independientes, China y Rusia, prendemos el mechero, porque, o nos dejan en paz, o no hay paz en Los Ángeles, en Chicago, New York, Miami y en la Tierra toda. Ya basta de esa mariquera que esta esfera le pertenece a copetico de oro, como si se tratara de un camioncito de bomberos que viene con todo, porque con todo es que le vamos a dar, y en estéreo, hasta las sardinas les van a poner letales, pa’que sean serios.

Ahora, hablando como los locos, ¿será que viene el apocalipsis?



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Arnulfo Poyer Márquez


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