Despolitización y lógica policial

—Compa no sé si usted se ha fijado que en estos últimos años se ha hecho más palpable la despolitización en el país.

—Cómo así. No le entiendo explíquese con propiedad.

—Lo voy a intentar, aunque no soy entendido en ese asunto ni en ningún otro.

A finales de los años ochenta se comenzó a percibir el fin de la política, la misma se convirtió en un mar en calma o mejor dicho en una charca en la que convivían los diferentes actores políticos con el fin de sacar el mayor beneficio económico a esa situación. Lo cual más tarde trajo turbulencias bastante más inquietantes.

Había por ese tiempo un gozo cínico, muy semejante al actual, entre quienes proclamaban el triunfo de la democracia frente al gesto impotente de la población.

En aquel entonces, como ahora, uno se preguntaba ¿Dónde está la política? ¿En qué consiste ésta? Eso en un tiempo en que la despolitización se ha extendido al discurso policial del gobierno. Miedo y represión alimentan en estos últimos tiempos el orden de dominación para crear adhesión sin relación política.

—El difunto, hemos conversados en otros días, acabó con lo que quedaba de política, la sometió a su poder.

—Así es. Pero viendo la situación a ojo de buen cubero, los chavistas y eso lo hacia el difunto piden más participación y más intervención. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que estaban y están construyendo comunidades frágiles en zonas de oscuridad.

Que son ensayos de despolitización que difícilmente logran sostener una vida política.

Si uno se pone a observar con atención se da cuenta de las trampas que incuba el discurso dominante y de las falsas alternativas que genera; mientras anula la poca articulación ciudadana que existe. Lo que hace es discurso es desarticular las partes que conforman lo ciudadano.

Lo que está provocando el chavismo desde su inicio es la institucionalización de los sin-parte, de los desarticulados. A los que va despojando de la posibilidad de hablar o de alguna cualidad que les sea propia.

¿Qué ha hecho el chavismo? Apropiarse de la igualdad para arrebatársela a toda la comunidad. Por eso el pueblo es un principio vacío, algo impropio, donde el régimen de dominación se aboca a su desclasificación. Es el reparto de una nueva ordenación.

—A caramba, siga por favor.

—¿Qué ha fundado el chavismo? Un sistema de deslegitimación, o de nueva legitimación basada en la lógica policial, entiéndase en la policiación.

—A nombre raro ese.

—Sí es raro en verdad.

Lo cierto es que la política como lugar del argumento se acabó. Lo que impera es la descalificación y ésta se controla con lo policial.

Esto explica porqué actualmente la política se fundamenta en las interrupciones y las fracturas de la lógica policial, que separa de sí a la comunidad y la encajona.

En estas circunstancias no hay horizonte de acuerdo ni de negociación posible. Ni hay sujetos políticos. El vacío que abre la descalificación es muy grande, es la evidencia policial. Este es el vacío en el que sucumbe toda la población actualmente.

Por eso hemos olvidado de dónde había partido todo esto y no sabemos qué hacer.

—Como población estamos más perdidos que el hijo de Lindbergh dando manotazos de ahogao.

—Como usted lo dice es.

Fíjese, ese vacío es el orden de la dominación porque excede toda capacidad de reflexionar, y nos pone en la condición elemental de abandono.

No permite la escena para la fundamentación del disenso en esta estructura chavista de poder. Lo que han hecho es borrar el litigio en la política, lo que esperan es que todo el mundo diga amén.

Tratan de anular toda singularidad, por eso es que han llegado a inventar eso de los mini partidos. Quieren convertir a la población en un cuerpo organizado de una sola idea, bajo un solo principio el del chavismo ramplón.

La despolitización es la meta del chavismo. La raíz de esta es la supresión política de la política.

—Que todo quede un bagazo es lo que pretenden.

—La despolitización es, entienda usted, el triunfo de la lógica policial. Una lógica estatal que se despliega como un acto consensual e incuba el principio de una ética de la impotencia.

—¡Mama con yuca!

Voy al mercado, lo dejo.

Y le dijo: Por ahora, apriete.

 



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Obed Delfín


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