Los nervios

—Compita, sabe que el primo está malo.

—¿Y eso?

—Los nervios, vale.

Es que está situación en que nos tienen hundidos los chavistas a quién no lo mata el hambre lo mata del stress, ¿así es que se dice?

—Así mismo.

Y dígame, eso como le empezó.

—Usted sabe que el es un hombre muy trabajador y tiene un camioncito donde transporta alimentos, papelón, yemas y así se va rebuscando.

Primero, que el negocio está muy mermado y cuando anda en carretera eso es una sola matraca y un bájate de la mula, y no importa si tiene los papeles en regla a esos facinerosos eso nos les importa, «a un lado» y váyase sacando los reales para que pague el peaje.

El camioncito, para más cosa, se le hecho a perder el motor y eso es un realero, que de dónde se saca. Y si no trabaja cómo come.

Ese hombre no duerme, me dijo. Que pasa las noches en vela sin pegar un ojo, porque con las preocupaciones cómo.

Fue al médico y éste le mandó unas pastillas para dormir, unos relajantes. 80 mil sober-anos le salió la cajita de diez pastillas.

Además, le recomendó que fuese al psiquiatra porque la cosa de los nervios se lo está comiendo.

Bueno, el primo, fue a buscar cita con el psiquiatra; que dicen es muy buen médico también. Cuando llegó al consultorio y había un regulicio de gente para allá y para acá, apuraitos y que andaban. El primo pregunta «Qué pasó» y la secretaria le dice «al doctor le acaba de dar un infarto y lo sacaron para el hospital». Para hacerle corto el cuento, el doctor se murió del infarto por tantas preocupaciones que tenía ese cristiano.

Se le habían ido los hijos a ver que hacían en otro país, lo que ganaba ya casi no le alcanzaba. Si eso le pasó al psiquiatra. ¿Qué se puede esperar para uno el pobre? No es que el doctor haya sido rico, porque no lo era. Pero era un hombre estudiao y se dedicaba a esas cosas de la mente.

Uno que anda todo turuleto y que estos muérganos lo llevan a uno como tonto pa´ un guafal. ¿Cómo puede tener uno la cabeza? Por supuesto, que no la tiene en su sitio, jamás.

Mucha gente está enferma de los nervios, y todavía salen estos relamios de los chavistas a decir que todo está machete. Estos chavistas están matando a la gente a como quieren.

—¿Usted se entero lo del vecino?

—No, ¿qué le pasó?

—Usted, sabe que ese tiene desde hace tiempo la cacharra de carro en cuatro bloques, porque se quedo desde hace como tres años atrás sin cauchos y sin batería.

—Sí, claro.

—Había parapeteao una mocho de bicicleta que tenía arrumada en el patio toda oxidada, para poder moverse y salir a buscar algo de comer.

Bueno, se cayó cuando venía para la casa y se fracturó una pata; una pierna es la cosa. Lo llevaron al hospital, porque de terco no quería ir. Muy amables los doctores lo atendieron allá en la emergencia, le hicieron hasta una placa y la dijeron lo que tenía. Pero que en el hospital no había nada para poder operarlo, le hicieron una lista de lo que necesitaban para hacer la operación.

El vecino que toda la vida ha sido más terco que una mula, se vino para la casa. Ahora lo llaman el cojo, la pata por supuesto le quedó toda torcida.

—Bueno, ¡Si en el hospital ni comida hay!

Usted sabe que la hija de la sobrina estuvo hospitalizada y tenían que llevarle la comida, las curitas, el merthiolate y pare usted de contar.

Los centros asistenciales lo único que tienen es el personal y esos son los pocos que se han quedado en este estero.

—A mí me tiene preocupao el primo. No vaya a ser que le de algo.

Me comentó que le estaban dando unos calambres en la pantorrilla. Le dije, cuidao y le da un ACV. Mire que con todas estas preocupaciones estamos propensos a un ACV o un infarto, cuídese por Dios bendito.

—Eso es lo que quieren estos chavistas. Que la gente se muera de hambre o de mengua.

No le dan respiro al pobre ni al rico. Tienen a todo el mundo sometio. Y ellos llenándose de lo mal habido.

Bueno, voy a ver si me fían unos cambures verdes para sancochar.

Nos vemos luego.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1508 veces.



Obed Delfín


Visite el perfil de Obed Delfín para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Obed Delfín

Obed Delfín

Más artículos de este autor