Fabricio Ojeda, en su memoria

Fabricio, nace un día de tantos como muchos un 6 de febrero de 1.929. Nace el mismo año que explota la Gran Depresión del capitalismo,cuyos efectos de destrucción en Venezuela prácticamente no se sintieron ya que el petróleo en medio de la crisis mundial, transforma toda la economía del planeta, lo cual por supuesto lo hace el producto más demandado. De niño Fabricio, jugaba por las montañas de su Boconó natal, así nos lo queremos figurar, tal como sin duda sucedió El Jardín de Venezuela como alguien sabiamente la bautizó.

Sus calles empinadas también vieron nacer al General Cruz Carrillo, quien muy joven formó parte de los 150 hombres que en la Batalla de las Queseras del Medio escucharon el Grito de ¡ Vuelvan Carajo !, y a pesar de ser soldado de José Antonio Paéz, prefirió irse al exilio antes que traicionar al Libertado Simón Bolívar, cuando el Centauro le propuso traicionar a nuestro Bolívar.

Fabricio, exigió el abandonó a su partido Unión Republicana Democrática, liderado por Jóvito Villalba, del Pacto de Punto Fijo con el cual se estaba entregando a Venezuela en manos del imperialismo norteamericano, al URD firmar con Acción Democrática y Copei el pacto que nos oprimió por más de 40 años, del cual quedan dolorosas historias, como el asesinato del propio Fabricio en 1966 en los calabozos del Servicio de Inteligencia Militar ubicado en el Palacio Blanco, muy cerca de Miraflores. Este 6 de febrero Fabricio cumpliría 90 años, de estar vivo aún y no haber sido masacrado por los esbirros de la democracia imperial de Raúl Leoni.

Este gris personaje de origen Corso, me refiero a Raúl Leoní, quiso hacer ver que Fabricio se había suicidado, para ocultar la acción criminal que había realizado. Fabricio significaba mucho para la unidad revolucionaria en ese instante, Fabricio el periodista, el político, el guerrillero, era diputado, en el momento en que las izquierdas debatían si seguir o no la lucha armada, Fabricio como buen revolucionario renuncia a su curul y un buen día encamina sus pasos a las verdes montañas de la patria con el fusil al hombro, dando el ejemplo de que la libertad se conquista no se mendiga.

Tomado preso por el Régimen de Raúl Leoni, un Consejo de Guerra lo condena a cumplir una pena de 18 años de cárcel por el delito de rebelión. En septiembre de 1963 Fabricio Ojeda se da a la fuga de la Cárcel Nacional de Trujillo.

Renuncia públicamente a su cargo como diputado al Congreso Nacional, para incorporarse a la lucha armada. Participó en la fundación de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), formalmente constituidas el 1° de enero de 1963, donde era conocido como el primer "Comandante Roberto". También presidió el Frente de Liberación Nacional, en el distrito guerrillero Argimiro Gabaldón. Presidente de la Junta Patriótica que coordina el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez.

En Memoria del Héroe inmortal, Fabricio Ojeda, que cumpliría 90 años este pasado 6 de febrero. Le dedico estos versos de mi autoría.

ODA A FABRICIO OJEDA

Por: José Juan Requena.

El corazón del pueblo te recuerda

Héroe nuestro de locuaz palabra

Fuiste fuego de lumbre en la montaña

Verbo valiente de afilada garra.

Supiste defender tus ideales

Con tiros de fusil y verbo ardiente

Fuiste rugiente voz en la vertiente

En la vorágine activa, un combatiente.

Por eso el enemigo cobarde envilecido

Secretamente ordenó tu muerte

Muerte oscura y secreta de una noche

En calabozo de cárcel prisionero.

Fabrico compatriota, camarada

hoy vives en tu pueblo soberano

en el corazón rojo de tu pueblo

Fabricio, guerrillero, camarada.

Fue tu propia vida un eterno combate

tu vida diste como ejemplo propio.

Uniendo con tu acción a tu palabra

dando tu vida, unida a tu combate.

Quiero hoy cantarte a ti, noble Fabricio.

El dolor que siento al no abrazarte,

que no estés hoy como estandarte

hombro a hombro con tu pueblo libre.

Alguien ruin, infame entre infames

Conoce aún la historia de tu muerte

Asesino cruel, que te quitó la vida

Asesinando con ella la esperanza.

Montes verdes, verdes montes

Las montañas de tu patria tan querida

Que abrazaron tu sueño guerrillero

Hoy acunan tu dormir eternamente.

Tu crimen hoy aún pide castigo

¡Clamas justicia!

¡Castigo a los culpables de tu muerte!

Cobarde el criminal, que te arrancó la vida

Fabricio, de tu patria tan querida.



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José Juan Requena


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