Volvió la trampa del efectivo…

"El éxito no es la llave hacia la felicidad. La felicidad es la llave al éxito"

ZIG ZIGLAR

"Buen día, camarita… imagino que ya se ha enterado de la nueva aventura del golpe continuado, o mejor dicho… el regreso a una de las desventuras de la cipaya criolla: intentar reeditar la trampa del efectivo, porque ya se escucha el ruido que deja esa desleal actividad. Por un lado, camarita, la oferta de compra del billete y por otro, la variación de precio de acuerdo a la modalidad de pago. Hace cien días atrás, al inicio de la reconversión monetaria, llegué a pensar lo difícil que sería que retomaran esa funesta práctica y veía con beneplácito como el dinerito del salario alcanzaba para mercaditos más extensos y quedaba para otros gastos. Pero carajo, de inmediato se articularon de nuevo los hambreadores del pueblo para exprimirnos los bolsillos y los monederos y ya no nos alcanzan para nada. Fíjese que los huevos ya van por dos mil cuatrocientos, el queso por dos mil, la carne y el pollo no se pueden nombrar; es más, las chuleticas ahumadas van por cuatro mil novecientos el kilo y ni hablar de lo otrora exclusivo de las clases privilegiadas y clase media alta: jamón y queso amarillo. Lo más triste, camarita, es que hay quienes pagan esos precios sin chistar y compran una Pepsi o Coca por mil doscientos como si nada. Vea ese panorama y agréguele la trampa del efectivo, porque algunos tratan de estirar su menguado poder adquisitivo vendiendo el efectivo que cobran en el banco sin entender que a la larga es cuchillo para su propio pescuezo. Aquí tengo que hacer una crítica, camarita, una crítica fuerte, y es que los ruidos de la calle se preguntan ‘¿Dónde está el gobierno para hacer cumplir las leyes y los precios acordados?, ¿o no hay gobierno que imponga su autoridad?’. ¿Recuerda aquello de que el poder es para ejercerlo? Bueee… el clamor popular es que acaben con la especulación y que se vean las sanciones pertinentes, como medida de Estado. Recuerde que, durante uno de los mandatos de Rafael Caldera, los ganaderos tiraban la leche al río y los avicultores los huevos, para que no bajaran de precio, en vez de repartirlos entre las comunidades mas necesitadas, aledañas a sus predios. A ellos no les importa el pueblo; sólo les importa el dios dinero: ‘cuánto tienes, cuanto vales’. Nico ha dicho que él va a seguir protegiendo el poder adquisitivo del salario y que ante una nueva escalada de precios, nuevos aumento salariales. No soy economista, aunque los de la oposición, como Guerra, nunca pegan una, pero me gustaría poder ver con antelación quién se cansará primero. Lo cierto es que a los especuladores, tanto empresarios como transportistas, hay que darles un parao, porque por ahí se nos puede empezar a ir el apoyo popular y con ello el proceso. Sigo siendo optimista, camarita, y creo que empezamos a ver luz al final del túnel de estas guerras a las que nos tienen sometidos desde hace mucho tiempo ya. Tengo fe en que Nico encontrará la fórmula necesaria para estabilizar nuestra economía y salir de tanto parásito que se hace llamar ‘empresario’ pero que es un lobo disfrazado de cordero. Sabemos que existen muchos empresarios honestos. Pero también que no es oro todo lo que brilla. Y le tomo su opinión de que es el poder popular organizado en los Consejos Comunales, el llamado a compartir responsabilidades en la solución de nuestra economía. Un solo hombre no hace un país, así como ‘El Príncipe Moderno’ no puede ser un solo hombre. Amanecerá y veremos."

¿Qué le puedo agregar a estas sabias palabras de Anacleto? Lo dejo a su criterio.

 



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Luis Semprún Jurado

Profesional, productor audiovisual, co-productor y co-moderador del programa radial El Ojo de la Ciudad en Maracaibo, estado Zulia

 luissemp2003@gmail.com      @luissemp

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