La franqueza política de un niño con síndrome de Asperger

Muchas veces la abuela de Gabriel, el niño asperger, debe sentirse nerviosa cuando éste sin pena alguna y adoptando una pose de adulto, es capaz de participar en una conversación de manera respetuosa y deja saber sus comentarios sobre cualquier tópico, con cierta inocencia; pero debe sentirse más, cuando no sabe si quien oye al niño se molesta, sobre todo, cuando se aborda el tema político.

Las personas entienden su condición y le oyen con mucha atención, aprobando muchas de sus opiniones. Se le nota a quienes le oyen, cierta admiración y aunque lo que diga el niño pueden ripostarlo porque algunos son opositores, no lo hacen. Se muestran asertivos, pero lo que no se sabe, ni nadie lo podrá saber es si las personas en el fondo dan alguna razón a lo que habla el niño.

Ante esta situación, la abuela muestra alguna satisfacción porque ese niño fue dejado a su cargo y ella le ha atendido en todas sus actividades que ha realizado como parte de las terapias recibidas; y cuando le ve el desenvolvimiento en la socialización con las demás personas, muestra un orgullo tal que casi le hace aflorar alguna lagrima de la emoción de verlo como maneja una conversación en la cual sus palabras pronunciadas como si fuera un catedrático, las valora la persona que le oye.

Ese es Gabriel. Quien permanece en su tiempo libre jugando en la computadora; pero mientras lo hace, nadie se imagina que tiene sus oídos puestos en lo que transmite la televisión y está captando toda la información política que se produce en el país y en el mundo. A veces se coloca frente al televisor y de las noticias que se dicen, hace algunos comentarios que comparte con su abuela.

Precisamente, su participación en una conversación de corte político se produce mientras hace una pequeña cola con su abuela para adquirir un producto básico. A una señora se le ocurre preguntar con confianza: ¿Qué les pareció el discurso de Maduro? Como es sabido, a veces es peligroso hacer comentarios favorables a Maduro y menos en una cola, porque los improperios abundan; pero esta vez no fue así.

El niño asperger, se soltó a hablar. No es como antes, cuando algún niño hablaba entre los mayores y los padres lo mandaban a callar o le reviraban los ojos para que se callara. Ahora hay que dejarlos que se expresen y si son autistas mejor. Su respuesta fue coherente y razonada en función de lo que normalmente oye respecto a la forma en que se quiere tratar al país desde los Estados Unidos. "Fue bueno ese discurso, el presidente estaba defendiendo a la patria. Todo lo que dijo es la realidad de lo que estamos viviendo. Donald Trump es un monstruo, nos quiere tratar como si fuéramos unos ignorantes, lo que quiere es apoderarse de las riquezas de nuestro país. ¿A él le gustaría que le invadieran su país para quitarle sus riquezas? A Donald Trump hay que decirle las cosas. ´Él no puede estar amenazando a todo el mundo, ni haciendo bloqueos a nuestro dinero, porque parece que se lo quiere robar"

Nuevamente, la señora pregunta: ¿Qué les parece el grupo de Lima? ¡Qué ironía dijo la señora, unos países que fueron libertados por Simón Bolívar! Bueno, dijo Gabriel; esos tenían una carta oculta en contra de Venezuela, donde piden que intervengan a nuestro país ¿A ellos les gustaría que le hicieran eso? Esas cosas no las debemos permitir, los venezolanos debemos estar unidos para defender a la patria, remató Gabriel.



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Jesús Rafael Barreto


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