Mencheviques y bolcheviques en Revolución Bolivariana y chavista

Una revolución es un proceso socio-político que se sustenta en su momento histórico en lo interno-nacional con consecuencias posteriores de lo externo-nacional en dos

etapas bien definidas; la primera se corresponde con el obligante proceso hacia la toma del Poder y una segunda etapa al ejercicio de ese Poder desde la gobernanza obligante. Los procesos revolucionarios que por Historia bien conocemos nos permiten reflexionar para poder abstraer lecciones en el marco de las lógicas diferencias según cada nación como en cada realidad sistémica por la cual transitan esos procesos en revolución tanto cuando nos aboquemos a analizar esos procesos previos a la toma del Poder como las dificultadas de la consolidación de esos procesos revolucionarios en el ejercicio del Poder bajo la direccionalidad de un gobierno probo, prudente, seguro en sus líneas revolucionarias, consolidado en sus decisiones revolucionarias y seguro de si mismo como gobierno revolucionario.

La Historia nos enseña, mostrándonos, los procesos revolucionarios en sus diferentes momentos revolucionarios en, reiteramos, sus correspondientes momentos históricos que son no solo inevitables como ductores en sus influencias sobre esos procesos revolucionarios tanto en los momentos hacia la toma del Poder como, posteriormente, en el ejercicio del Poder. En ese marco de referencia que es la Historia nos encontramos con revoluciones de diferentes tonalidades como la Revolución Francesa, la Bolchevique, la Revolución China, la vietnamita, la albanesa, aquella dirigida por Tito, la Revolución Cubana y la nicaragüense como la actual en curso como lo es la de Bolivia con la actual particularidad de la Revolución Ciudadana en Ecuador. Caso aparte es el proceso bélico que se desenvolvió en la península de Corea justo posterior al triunfo de la Revolución China en el las puertas del proceso anticomunista como sería la "Guerra Fría".

Durante los procesos revolucionarios en su primera etapa, es decir, en el proceso hacia la toma del Poder se expresan fuertes contradicciones cuales, generalmente, son de desarrollos bélicos, es decir, de guerras internas civiles con todos los paradigmas socio-sicológicos que expresan el caos, la anarquía, confrontaciones entre clases sociales y familiares, de escasez y limitaciones sobre las necesidades básicas de las poblaciones, de traiciones y envidias como de miedos y cobardías. Todos ellos impactan al propio proceso revolucionario que orientan tanto al triunfo como al fracaso del proceso revolucionario según los comportamientos y decisiones de los liderazgos tanto aquellos adscritos al triunfo del proceso revolucionario como los sectores diligénciales de la oposición político-clasista que buscan mantener el status quo socio-político. Es decir, se nos presentan tres variables socio-políticas: los revolucionarios, los contra-revolucionarios y aquellos que se adscriben al gatopardismo acompañados por los cobardes.

El proceso revolucionario hacia la toma del Poder expresa y expone contradicciones y asimetrías en su dirigencia y es aquel liderazgo con claridad revolucionaria, en tanto y cuanto se asuma que es un proceso político en curso en el marco de un proceso revolucionario, el que asuma la conducción hacia la consecución de la toma del Poder. Nos explicamos, tomemos como referencia algunos casos que se circunscriben a esos momentos de toma de decisión.

El caso de la Rusia zarista. Es probable que sea el proceso con mayores lecciones desde lo referido sobre el liderazgo revolucionario en el momento histórico cuando debe tomarse la decisión de ejercer lo real-significativo-conceptual de qué es y qué significa una revolución y su proceso revolucionario. Los tiempos históricos que se manifestaron en lo temporal-revolucionario comenzaron con los procesos sico-humano de los soldados de los ejércitos zaristas en sus continuas derrotas ante sus enemigos, los alemanes, durante la Primera Guerra Mundial. Aquella afectación sicológica en una masa de soldados de origen de obreros y campesinos produjo una reacción no esperada por el status quo de la Rusia zarista, mucho menos del resto de los gobiernos europeos así se estuvieran confrontando bélicamente contra las tropas alemanas. Aquella actitud sicológica se iría desarrollando hacia el zenit popular cuando en febrero se instalan en el poder los mencheviques pero la efervescencia continuaba bullendo dentro de la masa popular lo que le permitió a Vladimir Ilich Uliano, aka: Lenín, dar el "salto adelante" y asumir su responsabilidad histórica como líder revolucionario.

La revolución china se expresó en forma diferente en cuanto su proceso de toma del Poder. Primero la influencia más de Stalin que del Comintern fueron una experiencia con dos variables objetivas; la primera parte sería la conformación inteligente del Frente Unido Nacional y la segunda los efectos negativos de la confrontación de Stalin con Trotsky de carácter ideológico-conceptual. Sería posterior a 1933 cuando se comienza a estructurar una revolución estrictamente de carácter chino sin negar la continuación de los apoyos provenientes desde Moscú pero serían los efectos externo-nacionales las realidades objetivas las que permitirían acelerar el proceso revolucionario, claro, considerando los tiempos obligantes e inevitables de la "Guerra Civil" e inclusive sería una temporalidad histórica donde los Estados Unidos de América tratarían de imponer un modelo que terminaría en fracaso.

En ese orden, el factor externo-nacional tendría un peso importante, determinante y puntual en el caso de la Revolución Vietnamita cual es de todos conocidos. En alguna ocasión viajando por tren desde Paris hacia tierras vascas mis compañeros de viajes fueron marroquíes en su retorno por vacaciones veraniegas hacia el norte de África y un miembro de la Legión Francesa de origen vasco quien había estado en batalla en Dien Bien Fu y en Argelia. Nuestra conversa sería además de interesante, aleccionadora por su contenido. Ante mi curiosidad, dicho legionario, me respondió que el soldado vietnamita era aguerrido, valiente y perseverante. Nunca tocamos el tema ideológico. Es, en ese mismo orden, donde el soldado norteamericano sufriría las consecuencias bélicas y sicológicas no solo del carácter del guerrero vietnamita como también de aquello que es referente a la propia geografía de Vietnam profundamente ajena al medio ambiente geográfico norteamericano.

La Revolución cubana es por todos conocida aunque sería importante conocer sí se expresaron sectores civiles "mencheviques" durante el proceso guerrillero; nos consideramos que el Comandante Fidel Castro Ruz sería la claridad mental y la objetividad política del propio proceso revolucionario cubano hacia la toma del Poder. En el caso de la revolución sandinista, en su primera etapa, es decir, en la toma del Poder por los ejércitos sandinistas, nos permitimos referir al Embajador Roy Chaderton Matos quien podría explicarnos con toda claridad y con la correspondiente autoridad necesaria.

La Revolución Francesa, aparentemente, poco estudiada y analizada por la juventud revolucionaria bolivariana y chavista, tiene y contiene una serie de importantes variables donde se destacan las contradicciones entre la dirigencia, en lo interno-nacional, y en lo referente a la importancia de lo externo-nacional lo que es evidencia cuando estudiamos y nos referimos a las presencias tanto del canciller austriaco Metternich como del francés Fuché quienes marcaron un antes y un después sobre las realidades revolucionarias francesas con consecuencias dramáticas en cuanto lo conceptual-revolucionario. Es decir, las debilidades que se expresaron por causa de la "no-toma-de-decisiones-revolucionarias", fueron factores fundamentales para reconocer un importante retroceso para el avance de las fuerzas sociales y económicas capitalistas en el marco del proceso histórico del capitalismo europeo que terminarían llevando, inevitablemente, a la Europa decadente a las realidades de la Primera Guerra Mundial.

En ese orden de ideas, cabe la necesaria y obligante pregunta en extremada inquietud: ¿se encuentran presentes esas serias contradicciones político-ideológicas entre mencheviques y bolcheviques venezolanos en los actos de la Política revolucionaria del movimiento bolivariano-chavistas?

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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