La deslealtad y traición a un pensamiento unitario e integracionista en el Sur

Los enciclopedistas franceses, como una levadura a nivel internacional, buscaron las mejores tierras para establecer teorías de dominación y, luego entregárselas a fuerzas norteamericanas para sus argumentaciones de guerra, de allí, que los grupos sociales establecidos en Europa buscaron en la legislación española, una vía de escape para ejercer sobre los puertos internacionales, un monopolio comercial y desde ese lugar, asentar una metrópoli de trabajo para observar los tipos de cultivo. Nuestro Libertador Simón Bolívar, fue muy claro en La Carta de Jamaica, cuando señaló a ese modelo de monopolio comercial y la arbitraria regulación de precios en esos tipos de cultivo ante la Corona Española, totalmente influenciada por los franceses e ingleses. Este documento político del Heroé de La Patria, resaltaba los entrabamientos de las familias coloniales y feudales para afirmar su condición social en las castas criollas de la época, muchos adquirieron una cultura básica en el Seminario Trideniano de Caracas.

La diferencia, con la sociedad actual no es mucha y ahora, existe mucho resentimiento por las capas estructurales de la economía que van arropando las formaletas de comercialización del novedoso sistema financiero local e internacional.

Carlos Marx, fue un teórico y estudioso de las clases sociales y algunos dirigentes políticos de épocas pasadas lo leyeron y, buscaron aplicar su temario a sus recién estrenados programas de gobierno, aprovechando la ignorancia del pueblo a que pertenecían territorialmente, llevándolos al más vil de los yugos.

Ahora, surge una nueva clase social en Venezuela, regida por militares y civiles asociados para aprovecharse de los bienes de consumo del Estado Bolivariano de Venezuela y no resguardar nuestras fronteras, siendo el presidente, Nicolás Maduro Moros, solo un as de una realidad que jamás sospecho de las tretas que se mueven a su alrededor para destituirlo como jefe de gobierno.

La actitud asumida por La Compañía Guipuzcoana y los mercaderes de hoy, que, utilizan el sistema financiero mundial, no marca diferencia alguna, son las mismas sanguijuelas que destrozaron una candidatura gubernamental auspiciada por el comandante Hugo Chávez Frías. Me refiero a Mario Silva, un hombre de convicciones socialistas claras y ganador de las elecciones en Carabobo y que por lo menos a seis mesas electorales le cambiaron los tarjetones a la inversa y, donde el elector, pensando que votaba por Mario, lo hacía con el joven Salas Feo, conocido por mí desde joven, en San Esteban Pueblo de Puerto Cabello. Esta traición, a los ideales asumidos por hombres que se creían leales, es el resultado de la ignorancia política y una falta contumaz de ideología en las filas del Psuv, existen razones de prebendas para estar alineados a esta organización política y, nunca por un ideal hacia la patria. Todos son adecos y copeyanos y se encuentran alineados con Henry Ramos Allup, Diego Bores y La MUD. Hay, otra oposición, integrada por gente honesta y que debería liderizar el horizonte de la patria que se quiere, para lograr la Paz, con verdaderas convicciones democráticas y de lealtad.

Lo de Ramírez Torres es poca cosa y Tibisay Lucena es fiel al CNE, pero, poco maneja la data o base de datos, la salva es el pueblo y la imagen del presidente Hugo Chávez Frías.

El Consejo Nacional Electoral, (CNE), se encuentra recargado de responsabilidades y controla todos los derechos naturales del ciudadano, cuando es un organismo que resulta vulnerable por las manifestaciones políticas, no ideológicas, de muchas personas que allí cumplen funciones ejecutivas. Este organismo, debe ser una concepción netamente electoral y no de derecho civil, por las atenuantes que ahora vemos asentadas en su prosecución legislativa e interpretación jurídica. Estamos en tiempo de coyuntura y decisiones que nos confronta como ciudadanos. Repito, no entiendo algunas cosas del gobierno bolivariano. Ataca a Ramírez Torres, que, en el pasado fue su aliado y en ese tiempo, le otorga hectáreas de terrenos a los protestantes, alrededor de aeropuertos y zonas de seguridad, cuando, las Asambleas Protestantes son Asociaciones Civiles que dependen de Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra y Puerto Rico y mantiene un satélite protegido con enlace telemático con programas religiosos, precisamente, hacia América Latina. Algunos pastores, fungen como capellanes de la Policía Nacional Bolivariana y cuarteles.

Con esto, quiero decir que la responsabilidad conspirativa, no es solo de Miguel Eduardo Ramírez Torres, sino de muchos funcionarios que incumplieron con el verdadero Legado de Hugo Chávez Frías y, ahora conspiran contra el presidente Nicolás Maduro Moros. Leamos, los últimos artículos de Eva Gollinger y los tres últimos programas televisivos de Mario Silva.

A Andrés Eloy Méndez, le hicieron cachua en CONNATEL, la izquierda cristiana copeyana. Obviaron que la política venezolana es bolivariana, enmarcada en una sociedad esencialmente democrática y exige una ética ideológica de hombres responsables hacia un ideal que tenga jurisdicción legal, con una independencia verdadera de poderes que demuestren la eficacia o ineficacia, legitimidad o ilegitimidad del actual sistema político: Militarismo, o vía revolucionaria de un proyecto.

Al no defender la capacidad ideológica emprendida en la época de Hugo Chávez Frías, la militancia unas determinaciones antihistóricas, que, quebrantaron la unidad partidista, se les permitió a los viejos adecos y copeyanos incrustados en el Psuv, a ejecutar programas de inserción que quebrantaron la unidad, como la autonomía ciudadana y, en ese momento, los colectivos sin voz de mando y organización partidista conformaron una asimetría del poder constituido y, luego los bachaqueros y paramilitares, arruinaron toda una estructura política en conformidad con grupos autónomos del Psuv y, que culminaron con los recientes saqueos.

Ante, esta desnudez política, debemos desarrollar algunas líneas direccionales para solventar lo grave que se encuentra lo interno del país, hay que considerar la libertad de nuestro pueblo y su ejercicio, como la capacidad que tiene el hombre para liberarse de sus contextos históricos.

Ya, en este tiempo, la dialéctica ha convertido la historia en un sistema, cuyo contenido mismo, va más allá de la razón. Los venezolanos creímos en una unión del pensamiento, bajo efectos comunes. Pero, esta conexión intrínseca y cronológica nos llevó a discutir los fundamentos de la teoría marxista, pero, el impacto social ha sido muy grande y, las tendencias que se mueven se contradicen entre sí, de una manera interna para hacer confundir las concepciones entre la razón, religión y libertad. El individualismo religioso, ahora aparece para girar en un vértice político, donde la consumación de la verdad es negada y manejada por un resentimiento que, rompe con los valores. Hay un desarrollo de la fijación de algunos hechos, evidentemente existenciales.

Es una lucha contra este liberalismo, disfrazado de socialismo que rompe con el Estado, nos da condiciones de vida, totalmente paupérrimas y son expresadas por individualidades, que, solo asisten a sus requerimientos existenciales.

El Socialismo, como proceso y proyecto, lo han convertido en degradante y, en vez, de ser un símbolo vinculante, constituye un código de lucha sin descanso y de resentimiento a esa sociedad, que una vez, la transformó u benefició con viviendas, programas sociales y alimentos.

El político de carrera y de profesión, debe ser la consumación de la verdad y, jamás debe encontrarse aislado del pueblo, ya que es un vértice político en la estructura ideológica del Estado y, responde a las relaciones capitalistas que se enmarcan en su seno, porque es un intercambio de conocimientos y experiencias en el tiempo, dependemos de un proceso de bienestar social y de bienes.

La existencia esta prescrita a la filosofía y la lucha con la naturaleza, seguirá allí, para reflejar posiciones políticas de relación capitalista, teniendo un carácter totalitario por el sistema productivo, en nuestro caso, el militarismo, ha dañado nuestra estructura económica y poco garantiza el crecimiento productivo del Estado. El hombre, es sometido a sus fuerzas que son de riqueza y poder.

Hay una identidad y realidad ya establecida y, nos hemos separado del desarrollo social para caer en un progresismo decadente y profundo. Existe una nobleza feudal caudillista en Venezuela, con alto poder de fuego, el pueblo, le cedió esa fuerza al no asistir a las reuniones comunales para regularizar el Poder Comunal en cada junta comunal.

Hay que apostar por la libertad económica de Latinoamérica y avanzar en el impulso de un nuevo impulso por La Paz con verdaderos representantes que, invoque las voces aborígenes de la Región y, evitar el fracaso de quienes desean la unidad de los pueblos, porque hay grupos motivadores de la división anarquista.

Elías Jaua Milano en un artículo reciente de su autoría, manifestó, recientemente que:" Para ser leal, hay que ser valiente, hay que ser honesto, hay que ser humilde, es decir, hay que ser un hombre o una mujer de honor". Por eso, en este tiempo, debemos percibir la realidad y ser consecuente con las ideas asumidas y llegar al final del camino.

El modelo a seguir ya está escrito en la conciencia y el sentir del venezolano y debemos avanzar en la conciencia genérica del pueblo para marcar el futuro del país, dejando atrás el egoísmo y la concepción de la vieja república.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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