INTROITO
La palabra “juego” se aplica a una gran diversidad de actividades de la gente (aunque es común escuchar “...el perro está jugando con el niño...”, o sadísticamente: “...el gato juega con el ratón antes de comérselo...”). El “juego” lleva implícito algún tipo de competencia, y por lo tanto normalmente incluye una “apuesta”, la cual puede ser de tipo “moral”, o, mucho más común, “monetaria”. Si la “apuesta” es moral algunos (casi siempre los perdedores o los que creen que es difícil que ganen) dicen “...lo importante es competir...”. Las apuestas, dicen algunos, es innato al ser humano. Desde la creación, pues... (Adán y que le dijo a Eva: “...apuesto mi bastillo contra tu flor a que la manzana esa es importada...”) (en esta apuesta Adán ganaba aún perdiendo).
LAS PICARDÍAS
Hubo alguien a quien que no le gustaba perder, y se le ocurrió la genial idea de inventar las picardías (en ese proceso se le quemaron unas cuantas neuronas), es decir, ganar siempre, por las buenas o con picardías. Otros, como Jalisco, simplemente si no ganan arrebatan. Desde que alguien se dio cuenta que se podía ganar dinero de manera fácil, es decir, apostando y ganando (con o sin picardías), clasificó a los humanos en dos tipos: los pendejos (los perdedores of course), y los “vivos” (ellos).
LAS INSTRUCCIONES
Los juegos, todos, deben tener instrucciones claras y precisas. Cómo jugar. Cómo se gana y cómo se pierde. Lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse. Lo que puede hacerse y lo que no puede hacerse. Las “Reglas del Juego”, pues. Hay que respetarlas. En una respuesta a la existencia de pícaros se crearon los castigos dentro de las reglas. Escritos y no escritos. Y si no jugamos como caballeros sino como lo que somos, entonces es imprescindible, ineludible, imperioso, obligatorio, la presencia de un árbitro. Para aclarar confusiones y ambigüedades. Y su palabra es la Ley. Lo malo es que la historia de la humanidad está llena de árbitros “vendidos” (no se por qué pero esto me recuerda a Leonardo Pizani y a Avellas, los dos angelitos del CNE).
LA TEORÍA DE LAS PROBABILIDADES, EL CAOS Y EL AZAR
El juego, y su inseparable amigo, el azar, son tan importantes para los terrícolas que le sirvió de excusa a los SuperMatemáticos Pascal y a Fermat para inventar (o crear) en el siglo XVII la teoría de las probabilidades, hecho que cambió la realidad del mundo en que vivimos (y para que vean, tan vieja la teoría y Einstein se negó a aceptar la presencia del azar en la Física Teórica, lo que lo condenó al ostracismo (¿recuerdan “El Principio de Incertidumbre de Heisemberg? Einstein nunca lo aceptó. Dijo “Dios no juega a los dados en el Universo”). Después de eso, vivió de la fama y acuéstate a dormir. Y para que más vean: la Mecánica y la Teoría Cuántica, super demostradas su validez pero negadas aún por muchos y que vergatarios, tiene sus fundamentos en el movimiento al azar de las partículas elementales de los átomos (los “cuantos”). Y si entra en juego el azar, pues hay que aplicar la Teoría de las Probabilidades. Gloria a Pascal y a Fermat en las Alturas. Recordemos a Alfredo Sadel cantando “...ayyy, cómo es cruel la incertidumbre...Si los besos son de amor o solo son para engañar..... Una probabilidad de 50%. Más jodío es pegar el Kino....
Algunos dicen que el caos es impredecible, es decir, que no se le puede aplicar la teoría de las probabilidades. Pero han surgido algunas dudas por allí. Porque si el caos tiene un comienzo, “algo” le dio el empujón. Y este “algo” puede ser predecible. Así que teoría de las probabilidades con el caos.
LAS APUESTAS Y LA TEORÍA DE LAS PROBABILIDADES
Las apuestas en las carreras de caballos, las loterías (legales e ilegales), Casinos, Bingos, son parte cotidiana de la vida en el mundo entero. “Dinero fácil”. “Mentalidad “cincosellera””. “Multimillonario de un día pa’ otro”. “Cada día nace un pendejo. El que lo agarre es de él”. And so on. Venezuela no escapa a esta realidad. Y los “vivos” siguen haciéndose más ricos a costilla de los pendejos. Aplicando a profundidad la teoría de las probabilidades. Ayudados con un poquito de tramposería.
¿Ustedes se acuerdan de las películas “Rain Man” (Dustin Hoffman y Tom Cruise) y “Casino” (Robert De Niro)?. Los casinos y antros similares están diseñados para nunca (lea bien: nunca) perder. Las probabilidades están a su favor. Y si aparece alguien con la mano “caliente” (el autista Dustin Hoffman en “Rain Man”, que lo que hacía era contar cartas, que de paso es ilegal en los casinos), pues sencillamente no le permiten jugar más. Muy elegantemente le piden que se vaya. Por las buenas o por las malas. Lean el libro “The Summons”, de John Grisham. La única explicación de la quiebra de algún hipódromo o casino es que tuvo “ayuda” desde adentro. Eso es lo que se llama el des-azar, o síndrome de Jalisco: “...tengo que ganar. No puedo perder. Si no gano es porque me están jodiendo. Así que arrebatón con ellos...”.
LOS JUEGOS, LAS APUESTAS Y LOS IMPUESTOS
En Venezuela el juego del 5y6 y las loterías mueven montañas de dinero. El “monto jugado” que sale en la prensa, y que es el que paga impuestos, es apenas la punta del témpano. Una ínfima parte del monto que en realidad se juega diariamente en el país es “seniatado”. Dígame si se pudieran cobrar los impuestos reales. Cuántas escuelas y hospitales. Lo único doloroso es que la gran masa jugadora, y de paso perdedora, es gente de la clase popular. Que incongruencia. Se quejan de lo que cuesta un litro de leche o un pan canilla, pero no les importa apostar porque “pueden doblarlo” (el monto apostado).
ALGUNOS JUEGOS: DEPORTES Y NO DEPORTES
Entre los juegos más populares entre los humanos están los deportes, que son actividades que incluyen algún esfuerzo físico, y que, aún cuando se ha tratado de mantenerlos fuera del mundo de las apuestas monetarias, esto ha sido imposible. Por algo existen el mundo “profesional”, en el cual le pagan un salario a los jugadores, y el mundo “amateur”, donde no hay salario como tal, y el premio de los jugadores a veces es un sancocho con sus respectivas cervezas, en el cual participan ganadores y perdedores. Pero la apuesta de dinero ronda por allí. Uno de los casos más patéticos es el del pelotero Pete Ross, con un background impresionante para ganarse un puesto en el Salón de la Fama del Béisbol gringo. Pero cometió la pequeña falta de apostar dinero (miles de dólares!!!) contra el equipo del cual él era el manager. Tremenda ética. Pícaro y tramposo. Y si no lo hubieran descubierto anduviera por allí con su cara bien lavada (como andarán muchos, me imagino).
Aparte de los deportes “físicos” existen los deportes “intelectuales”, como por ejemplo el ajedrez (yo no me imagino a dos carajos jugando ajedrez y apostando dinero, o por lo menos una cervecita). También existen los juegos “físicos” que no son deportes: los llamados juegos sexuales, que por su misma naturaleza se merecen un artículo aparte. Los otros juegos que no ameritan ni esfuerzos físicos ni intelectuales son los llamados “juegos de mesa”: ludo, damas chinas, monopolio, etc., donde normalmente no hay apuestas de dinero, y los juegos de cartas o barajas.
LOS JUEGOS DE BARAJAS Y CRISTÓBAL COLÓN
Los juegos de barajas son quizás los más antiguos de la humanidad. Cuando Colón y los depredadores españoles que lo acompañaban chocaron con lo que es hoy América, uno de sus bienes más preciados eran las barajas. Por algo las más populares en Venezuela son las barajas españolas. En esos tres meses de navegación y que cambiaron de mano (ida y vuelta) ropa, zapatos, virginidades (usadas y nuevas), en juegos de barajas (dinero no porque todos eran unos limpios). Vivos y pendejos. El dinero fácil. Ese es el bagaje genético que llegó a nuestra tierra. Bendito Sea. Y se “cruzaron” con los que vivían aquí que lo que hacían era comer, descomer y carajitos. Pendejos todos. Por supuesto, las fieras españolas arrasaron.
Entre los juegos de barajas están los “ingenuos”, como carga la burra, ronda, robamontón, en los que normalmente no hay apuesta de dinero. Cuando mucho una penitencia (para los viejos: ¿se acuerdan?). Picardías casi siempre hay (¿no tenemos sangre española, pues?). Pero “sanas”, por el orgullo, nunca por el dinero ¿Quién va a querer ganarle a la abuela cien bolívares?. Aunque si nos descuidamos estás abuelitas joden a más de uno. Con picardías. ¿o no?.
LOS JUEGOS DE BARAJAS CON ENVITE
Los juegos de barajas no ingenuos son aquellos donde se hace envite. Se apuesta dinero, muchas veces mucho dinero. Las jugadas son extraordinariamente dinámicas y se pierde o se gana en un santiamén. Con las barajas españolas se juega el “Truco”, muy popular en el oriente del país. No es precisamente un juego de envite ya que la apuesta es fija, pero se puede perder o ganar muy rápidamente. El juego de barajas con envite de mayor popularidad en el mundo es el póquer (“Poker”, in english). La versión criolla es el “Ajiley” (que se juega con barajas españolas), que tiene mucho menos variantes, es menos complicado y por lo tanto es preferido por jugadores subdesarrollados. El póquer se juega con barajas anglosajonas (para diferenciarlas de las españolas). Con estas barajas “gringas” también se juegan la “canasta”, el “bridge”, el “romy”, pero que no son pal’ perraje. Los juegan por lo común damas de la “high society” en sus respectivos “country clubes” y que les sirven de excusas para salir de casa (desde un motel del Junquito por celular: “...mi amor. Estoy en el club jugando una canastica. Llegaré tarde....).
EL PÓQUER
El póquer es tan apasionante que la película “Maverick” (Mel Gibson, James Gardner, James Coburn, y la deliciosa Jodie Foster (qué ojos mi madre!!!) se basa en una competencia entre 20 jugadores, de 4 en 4, para ganarse uno solo medio millón de dólares (un millardo - MIL MILLONES - de bolívares!!!!) jugando póquer en un barco navegando por el río Mississippi a finales de los 90 (pero del siglo 19). Tremendos actores para un tema tan banal (¿banal?. Sí como nié). Los perdedores por supuesto se iban a llorar al valle, pero los pícaros descubiertos eran balaceados ipso facto. Sin fiscal, ni tribunal ni juez. In fraganti, pues. Yo me imagino que si en ese barco hubiera actuado el Fiscal General de la República todavía, hoy, cien años después, estuviéramos esperando su veredicto. ¿No les parece?. Y todavía no hubiera ganado nadie por el amparo respectivo. Y no se hubiera podido terminar la película. Weird.
EL COMERCIO, LOS COMERCIANTES Y EL JUEGO
Dicen que los árabes libaneses han acumulado en su bagaje genético dos pasiones: el juego de barajas con envite y
el comercio. Una vez en Margarita andaba con un colega
“tendiando” (“shopping”) y entramos al negocio de un árabe. A
mi no me gusta regatear ni escoger mucho. Así que en poco
rato ya estaba listo. Pero mi amigo se dio el lujo de ver,
seleccionar, escoger, devolver, probar, volver a seleccionar (¿no tiene otro color? ...Me queda un poquito apretado ...Sí me gusta pero a lo mejor a mi mujer no... Y aquel fastidio). Al fin compró algo, mucho menos que yo. Y para que vean, al despedirnos el libanés casi lo abraza al despedirse, además de haberle hecho un buen descuento. A mí ni me miró. Mi amigo me explicó que los libaneses no soportan clientes “polvo e’ gallo”. Su vida (su vida!!!) es comerciar: ofrecer, regatear, conversar, vender, comprar. Y en la noche: jugar.
Un filósofo venezolano, lamentablemente ya muerto, escribió un artículo en “El Nazi-On-All” (cuando éste aún podía leerse) sobre la ética de los comerciantes. Y el concluyó (aunque expresamente no lo dijo) que eso era paradójico. Los comerciantes no pueden tener ética alguna. El comercio es una actividad parásita: no produce, no crea, no transforma, no agrega valor (pero sí precio). Compra barato y vende caro. Vulgarmente hablando es una actividad intermediaria. Sus actores, los comerciantes, son en consecuencia todo lo que se dijo unas líneas arriba. Sin ofensas. Esa es una realidad. Jugadores “vivos”. Mientras más barato compren y mientras más caro vendad, mejor. En su gran mayoría estafadores, explotadores, acaparadores, evasores de impuestos, contrabandistas. Julio Brazón (CONSECOMERCIO), Carlos Fernández (FEDECÄMARAS), Rafael Alfonzo (CAVIDEA), son comerciantes. Clásicos. Pícaros. Mientras vendan, ganan. Y siempre venden. Nunca pierden. Quiebran los pendejos. Jugadores “vivos”. Depredadores. Desalmaos. Por eso es que no tienen ética. De allí la paradoja. Fuera de su mundo está el mundo de los pendejos. ¿Quieren jugar? (dicen ellos).... Pero con mis reglas... (complementan..).
Otros que viven del comercio (o sea, “vivos” que viven de los pendejos) son los sindicaleros (Manuel Cova y Carlos Ortega) y los politiqueros (Timoteo Zambrano y Américo Martín). Los primeros comercian con la buena fe de los obreros, y su profit lo obtienen al vender los contratos colectivos: ¿a quien? A los empresarios de FEDECÄMARAS y CONSECOMERCIO. Con razón andan juntos y revueltos en estos días golpistas. Los politiqueros por su parte viven de la ingenuidad de algunos venezolanos que han sido embaucados por la exquisita verborrea de estos parásitos. Y son elegidos diputados, concejales, o representantes en alguna mesa. En el peor de los casos buscan aquellos cargos donde “haiga” algo que coger.
PICARDÍAS EN LOS JUEGOS DE BARAJAS
Entre las picardías más comunes en los juegos de barajas está el “marcaje” (con la uña en una esquina) de algunas cartas importantes, de los aces, por ejemplo. De esa manera en la próxima repartición, el jugador marcador las reconocerá y sabrá quien las tiene. La única manera de evitar esta picardía, muy sofisticada por cierto, es utilizar un nuevo paquete de barajas después de cada ronda. Y así se hace. Yo recuerdo, en mis años mozos, en Cumaná, íbamos a comprar barajas baratas y virguitas (usadas pero de una sola ronda) a un sitio donde jugaban los turcos (Libaneses. En Cumaná le dicen “turco” a los árabes). En esa época se comentaba que en ese sitio no solo se apostaba dinero sino también neveras, cortes de tela, bicicletas, y hasta matrimonios entre los hijos. Algunos exagerados dicen que hasta la mujer se apostaba. La Tienda ni por el carajo. También había el comentario del corta uña obligatorio. Y aún así un paquete nuevo después de cada ronda.
Otra picardía muy común es esconderse una baraja (un As por lo general) en la manga del paltó (cosa imposible con una camisa manga corta). En el caso de las damas, bajo la falda (en el sostén no, era muy descarado). Pero como el juego de barajas con envite es casi exclusivo de hombres, existen muy pocas evidencias de muertes con la excusa “...tenía una carta bajo la falda, y por eso la maté..”. En la película “Maverick”, arriba citada, aún cuando Jodie Foster era una jugadora, no cometió picardía. Perdió y se conformó (bueno, no tanto así, porque al final se queda con el ganador: también se gana perdiendo. Recuerden la apuesta entre Adán y Eva). En la película, la final del juego se da entre Mel Gibson (¿quién más, pues?) y un malo con cara de mejicano (qué raro!!!), y este muere a plomo limpio al descubrírsele una carta bajo la manga.
¿Y CUÁL ES LA RELACIÓN CON LA POLÍTICA VENEZOLANA?
Traigo el tema de juego a discusión porque pareciera que entre la oposición y el gobierno lo que hay es precisamente un juego de barajas con envite, el cual se está llevando a cabo en la Mesa de Diálogos y Acuerdos (por cierto, esta mesa no es redonda como debería ser). Si no, escuchen a José Vicente, a Darío Vivas, a Tarek William: “...La oposición está jugando con cartas marcadas...”, “...tienen una carta bajo la manga...”. ¿Y con cuáles reglas se está jugando, ah?.
Debemos recordar que la gran mayoría de la oposición es golpista, fascista, que juega con sus propias reglas. Se consideran jugadores “vivos”. No nos podemos dejar joder. Ellos nunca han jugado limpio. Eso es una paradoja. Siempre han jugado sucio. Y lo más arrecho es que el “árbitro” de cuerpo presente, quien se la echa de imparcial, equlibrado, etc., etc., el cara de yo no juí César Gaviria, llegó a ser presidente de Colombia gracias al apoyo de la oligarquía (y por consiguiente del narcotráfico) y de lo sectores más reaccionarios del vecino país. ¿Amigo de Chávez? ¿Amigo del proceso? ¿Imparcial? ¿Equilibrado? Yo te aviso.... Si no, vean las cartas marcadas (o bajo la manga. El fin es el mismo) que este señor permitió que los jugadores de la oposición sacaran ¿Dijo algo? Además, consta en archivos que este señor saltaba en una pata cuando el 11 A (desconoció la representatividad de
Jorge Carvajal en la OEA).
ALGUNOS EJEMPLOS DE LAS TRAMPOSERÍAS DE LA OPOSICIÓN: CARTAS BAJO LA MANGA Y/O CARTAS MARCADAS
SEUDO-PARO COMERCIAL: Lo único que verdaderamente se paró fueron las franquicias gringas y los grandes centros comerciales. Tremendas cartas. El tiro por la culata. El grueso de los venezolanos ni consume en franquicias y cuando va a un centro comercial por lo general va a pasear (aire acondicionado gratis). Se autosuicidaron. A llorar al valle. Esta carta marcada va a ser anulada con las demandas multimillonarias que los propietarios de los negocios están introduciendo contra los propietarios de los CC. Y las franquicias serán demandadas por sus empleados. A correr se ha dicho. Mosca con ellos. No los podemos dejar salir del país.
REFERÉNDUM CONSULTIVO: Trataron con ese CNE chimbo de ganar con la carta bajo la manga llamada Leonardo Pizani, pero llamamos la atención del árbitro (TSJ) y les trancamos la jugada pícara. Lo que nos toca ahora es profundizar en el aspecto de la falsificación de las firmas. A darles hasta por el cielo de la boca. Ya me tenían cansado con ese pujo: “vamos a contarnos”....
SEUDO-PARO PETROLERO: La carta bajo la manga del seudo-paro petrolero fue la paralización de los tanqueros. Casi nos joden. Nos dieron unos cuantos coñazos, pero aguantamos. El árbitro (TSJ) se dio cuenta de la picardía y falló a favor de nosotros. Plomo con ellos. Poco a poco. Limpiando a PDVSA. Que no nos vuelvan a agarrar descuidados. Mosca pues.
REGLAS DE JUEGO CLARAS, PRECISAS
Las Reglas del Juego democrático están en la Constitución Bolivariana de Venezuela. Esto hay que enfatizarlo, recalcarlo, exaltarlo, resaltarlo. Hay que obligarlos, como tal parece que se está logrando, a respetar las reglas del juego, es decir, la Constitución. Firmeza con esa posición. Y si se les descubre una carta marcada o una carta bajo la manga, plomo con ellos (bueno, cuando digo plomo me refiero en un sentido figurado a todo el peso de la ley. El plomo es uno de los elementos químicos más pesados). Siempre dentro del marco de la Constitución y las Leyes de la República.
Hoy día, cuando los ciudadanos venezolanos están más y muy conscientes de sus derechos fundamentales, no deberían existir ambigüedades ni en la Constitución ni en las leyes (“Reglas del Juego”). Pero eso es imposible porque es algo innato al ser humano. La influencia del azar. De allí la gran importancia de la formación adecuada y presencia de árbitros (jueces) debidamente equilibrados. La Justicia primero que la Ley.
Lamentablemente estos jueces también son humanos, tienen su corazoncito, y por lo tanto, son “flexisables”. ¿En quién cree uno, ah?.
LUIS RIVERO
Maturín, 24 de Febrero de 2003
PD: Algunos sociólogos dicen por allí que el espíritu jugador del venezolano fue sinergísticamente coheteado con el descubrimiento del petróleo. Por eso es que lo llaman excremento del diablo.
Otra PD: en vez de excremento yo iba a escribir mierda, que es la palabra que encaja a la perfección, pero una amiga, muy clara, clarita, me dijo que yo tenía el verbo muy fuerte.
LR