LA CRISIS QUE LA PAGUEN ELLOS
(empresarios, burócratas cetevistas y dueños de medios de comunicación)

Dos meses de paro patronal golpista y sabotaje de PDVSA, sólo han dejado más miseria y desempleo, llevando al país a una severa crisis económica que lo pone a las puertas de una profunda recesión, con consecuencias nefastas para los trabajadores y el pueblo.
La oposición fascista se encuentra hoy desarticulada y sin política, después del fracaso del paro que no logró tumbar al gobierno; de la decisión del TSJ con respecto a la ilegalidad del referéndum consultivo; a la reinterpretación del artículo 350 de la Constitución que ilegaliza la desobediencia civil, pero sobre todo, gracias a la extraordinaria movilización de los trabajadores y el pueblo durante dos meses de enfrentamiento heroico y decidido al paro y al sabotaje criminal en PDVSA, culminando con la impresionante marcha del 23 de enero. Sin embargo, los golpistas no están derrotados, en cualquier momento pueden recomponerse y lanzar una nueva ofensiva. Por ello, mientras el gobierno debe tomar medidas drásticas contra los fascistas es fundamental continuar con la movilización popular hasta liquidar políticamente a la reacción. No podemos “dormirnos en los laureles”. Lo peor que podemos hacer en este momento de debilitamiento del golpismo es confiarnos y bajar los brazos, no debemos olvidar la experiencia posterior al golpe de abril, donde el gobierno prefirió negociar, pedir perdón y amnistiar a los meritócratas criminales de PDVSA. La historia no se debe repetir.
Ahora los empresarios golpistas en conchupancia con los burócratas sindicales de la CTV, quieren hacer pagar los costos y pérdidas de su paro con el sacrificio del pueblo y los trabajadores. Están otorgando vacaciones sin pago, reduciendo la jornada laboral y pagando sólo la mitad, descontando los días no trabajados del salario y de las vacaciones. De diciembre a esta parte se han producido más de 30.000 despidos violando la inamovilidad laboral decretada por el gobierno. El desempleo en enero se incrementó a 23%, con los efectos del paro se estima que pueda llegar a un 25%, mientras que la informalidad pasará de 60%. .Argumentan razones de “fuerza mayor”, como si el paro provocado por ellos y al que se sumaron para derrocar al gobierno legítimamente elegido, fuera una catástrofe natural y no una acción deliberada. La crisis económica y financiera en que nos dejan sumidos no puede ser pagada por los trabajadores que lucharon tenazmente por mantener las fábricas funcionando y restablecer el funcionamiento de las refinerías y de la industria petrolera, para así garantizar el suministro de gasolina y gas para la población. El paro patronal-burocrático no puede ser pagado por las madres y comunidades que garantizaron el derecho al estudio, no puede ser recargado a los estudiantes, empleados y profesores de las universidades que lucharon por mantenerlas abiertas, ni por los campesinos pobres que siguieron produciendo alimentos a pesar de las presiones de los empresarios y terratenientes. Las consecuencias del paro patronal QUE LAS PAGUEN ELLOS: los empresarios, burócratas sindicales, los gerentes de la nómina mayor de PDVSA, los dueños de los medios de comunicación, especialmente los televisivos, y los políticos golpistas de la Coordinadora Democrática. A estos el gobierno debe aplicarles impuestos especiales, exigirles indemnizaciones por los daños causados, mantener los despidos en la empresa petrolera, ninguna amnistía ni consideraciones para los artífices del sabotaje petrolero. A los diputados involucrados en el paro patronal, la Asamblea Nacional debe allanarles la inmunidad parlamentaria a efectos de ser juzgados por delitos de lesa humanidad, así como a los principales instigadores del paro: Carlos Ortega y Carlos Fernández, que deben ir a parar con sus huesos a la cárcel por criminales y hambreadores del pueblo.
Todo lo anterior le plantea a los trabajadores y al movimiento popular la necesidad de enfrentar las acciones golpistas profundizando el proceso revolucionario.
A tal efecto, se hace urgente enfrentar el desempleo
• exigiendo al gobierno sanciones a los empresarios que incumplan la inamovilidad laboral;
• proponer el control obrero de la producción en aquellas fábricas que cierren o despidan trabajadores;
• reparto de horas de trabajo y la organización de los desempleados, mediante la conformación de comités que los agrupen.
Ante la inflación
• mantener el control de precios de los productos y de las tarifas de servicios básicos, sin ningún tipo de excepción o negociación con los patronos
• indexar el salario al costo de la canasta familiar.
Ante un eventual desabastecimiento provocado por los empresarios que cierren o argumentando escasez de divisas, se deben conformar comités de abastecimiento y control social de la distribución de los alimentos.
Con respecto a los a los medios de comunicación que continúan jugando un papel nefasto mintiendo y envenenando las mentes de la población con su insidiosa campaña fascista, el gobierno debe aplicarle sanciones, apoyándose para ello en la movilización popular. Pero esto no es suficiente, de allí que sea necesario lograr el control social de las emisoras de radio, canales de televisión y prensa escrita, para ponerlos al servicio de las comunidades y de los trabajadores. Estos medios deben ser regidos por las universidades, organizaciones culturales, ateneos, centros científicos, así como por los medios de comunicación alternativos.
Por toda la situación antes descrita, continuar pagando la deuda externa sólo profundizará el deterioro del nivel de vida de los trabajadores, de allí que es urgente exigir al gobierno que aplique una moratoria del pago de dicha deuda. miguelaha45@hotmail.com