Cada vez que la conjura opositora invoca a su favor los discursos de los autodenominados chavistas críticos, se pone de manifiesto que estos ex camaradas, además de ser instrumento vacuo de su propia confusión, son por sectarios, tontos útiles al servicio de los oscuros intereses de los cipayos criollo adoradores del imperio y sus secuaces.
Así, los Nicmer, Tobi, Navarros, Osorio, entre otros de menor densidad teórica pero de igual reconcomio contra el gobierno revolucionario del Presidente Maduro, se regocijan por estar en boca de los inefables dirigentes adecos y copeyanos o por ser citados como soporte argumentativo contra el gobierno Bolivariano en los editoriales de la industria mediática dentro y fuera del país, lo que demuestra, las inconsistencias revolucionarias que le son propias a ese grupúsculo.
Debo decir que es triste ver como estos otrora comprometidos con el proceso, hoy niegan sus responsabilidades revolucionarias y se asumen como neutrales ante una guerra despiadada que trasciende de lo económico a lo social con la velocidad que impone la escasez y la desesperanza. Y digo triste como sinónimo de penoso.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo sostengo, en estos tiempos dudar es recular, y cualquier diferencia, posición o reclamos, es revolucionariamente válido si tributa en la defensa de la continuidad del proceso legado por el Comandante Chávez en favor del pueblo todo.
En términos concretos, hay que preservar el poder en el pueblo y para el pueblo, hay seguir apostando al poder popular, sostener el gobierno constitucional y no permitir jamás, que el cálculo político y los delirios de grandeza de una dirigencia opositora y sus circunstanciales aliados seudo chavistas, tiren por la borda 17 años de lucha, batalla y victoria.
Es claro que el principal problema que atravesamos los venezolanos, es producto del auge y posterior caída de los precios del petróleo y sus innegables consecuencias para la estructura económica, política y social, pero también es verdad, que se está dando la batalla desde el poder popular, con iniciativas que se amalgaman en el seno del pueblo organizado.
Temas como la corrupción, la ineficacia y las ineficiencias de algunos funcionarios en el estado, están siendo atacados, cuando no exterminados, por la fuerza de la unidad táctica y estratégica de todos los involucrados y comprometidos con la revolución.
Sigamos juntos y en la calle, derrotemos la desesperanza y jamás permitamos que la anarquía nos devore. El que tenga ojos que vea… Viva la patria soñadora y libertaria. Viva el Presidente Maduro y el Gobierno Bolivariano.
