Ante la adversidad, dignidad, entereza y fe en la victoria final

I

A propósito del artículo de Luigino referido a las tarifas telefónicas y a otros elementos complementarios, me llaman la atención algunas secciones donde pone el dedo en la llaga, como la sección donde dice que fue el Comandante Chávez el principal obstáculo que impidió a los "empresarios", yo prefiero llamarlos "seudo empresarios" o "empresarios parásitos" o "empresarios de puertos", adueñarse de estas tierras, y ellos ven a Nicolás Maduro como un líder mucho más fácil de derrocar, aunque a medida que va pasando el tiempo se van convenciendo que no es tan fácil como fueron sus cálculos desde el momento en que Chávez lo escogió como su sucesor.


Y al referirse al imperialismo estadounidense, Bracci expresa que hace 100 años, simplemente nos hubieran invadido militarmente. Yo digo que como J. V. Gómez, López Contreras y Medina Angarita se ajustaron a sus requerimientos, los dejó estar. Les complació el derrocamiento de Gallegos, en lo cual participaron, porque las primeras medidas de éste no estaban a tono con lo que esperaban. Pérez Jiménez fue otro complaciente, hasta les concedió millones de hectáreas en concesiones pese a que esto estaba vedado por la Ley de Hidrocarburos de 1943. Se arrecharon cuando Edgar Sanabria les aumentó a 60% el impuesto, de allí las declaraciones soberbias del presidente de la Creole, aunque la situación no pasó a mayores pese a que empezaron las desinversiones. Luego vinieron los gobiernos pro yanquis de Betancourt, Caldera I, CAP I, Luis Herrera, Lusinchi, CAP II y Caldera II y no pasó nada. Incluso con la nacionalización "chucuta", cuya Ley fue firmada el último trimestre de 1975, se frotaron las manos, porque además de concedérseles unos contratos leoninos de tecnología y comercialización, se les regalaron indemnizaciones milmillonarias, con todo y que los reparos petroleros sancionados por el Congreso Nacional dictaminaron que debían al Estado venezolano sumas mayores a las que recibieron, pero que nunca fueron honradas por las petroleras.

Por eso nunca estuvo entre los planes del "imperio yanqui" atentar contra la estabilidad política de los cuarenta años de la "seudo democracia adeco-copeyana puntofijista", salvo cuando los caraqueños hicieron que Nixon "manchara de amarillo" sus pantalones al venir a Caracas. Al contrario, fueron mutuos colaboradores, y la burguesía estaba encantada, ya que sus prohombres de las finanzas, de la hipocresía y de las manos largas dirigían la economía venezolana: presidentes del BCV, Ministros de Finanzas, de Hacienda, de Obras Públicas, de Industrias, de la Cvg, de Pdvsa, con un éxito tal, que entre 1982 y 1995 quebraron la friolera de 20 bancos, alcanzaron con todo y el apoyo empresarial inflaciones récord en la economía venezolana de 47% cuando CAP II y de 56% con Caldera II; el bochorno fue tan así de monumental, que el pueblo venezolano les dio "una patada por el fondillo" para echarlos de Miraflores, llegó el Comandante, y "mandó a parar". Algunos de ellos pegaron unas carreras tan kilométricas, que dejaron bien atrás a los marathonistas kenianos y etíopes,


II

Ante la imposibilidad de derrotar al chavismo por la vía electoral, han acudido a todos los instrumentos de la Guerra de IV Generación. Han sido 18 años – desde cuando Chávez estaba en campaña, "¿recuerdan aquel invento de que Chávez había dicho que "freiría en aceite la cabeza de los adecos?"- de una escalada de terrorismo político, económico, financiero, comercial, mediático, con una creciente conspiración internacional Es así que necesitan colocar a Venezuela en un estado de "crisis humanitaria", de hambre, de necesidad, de personas muriendo por no conseguir comida ni medicamentos, para justificar una invasión disfrazada de "intervención humanitaria", legal y autorizada por organismos supranacionales. Se les descubrió la mentira cuando dijeron que los niños serían sacados de la tutela familiar para adoctrinarlos, que quitarían las casas a quienes tuvieran más de una, al igual que los vehículos. ¡Ah, y el cuento de las panaderías y las carnicerías!

Y somos solidarios con Luigino cuando afirma que la mayoría del pueblo venezolano conoce estas circunstancias de la agresión imperial combinada con la actitud anti pueblo, antivenezonalista de la burguesía, pero también es verdad que ya está hastiado de la situación


Y, por muchos problemas que estamos pasando, por mucha incompetencia y corrupción de determinados funcionarios gubernamentales, -no me cansaré de repetir el desaguisado de tener un gabinete económico sin economistas y además coordinado por un relacionista público-, los venezolanos que amamos y creemos en nuestro país no queremos ayudar a los gringos a lograr su objetivo de invadirnos y reconvertirnos en una neocolonia extranjera.


En fin: este es el "juego" al que estamos echándole -como diría el Comandante Chávez- bolas hoy. Cada quien sabe de qué lado está. Cada quién está haciendo su parte: los empresarios aumentan los precios injustificadamente en 50%, 100%, 200% cada pocos días, con lo que la escalada opera como un efecto dominó, todo el mundo aumento. Aquí no hay reglas de la economía que valgan. Los laboratorios acaparan o no producen las medicinas. Los panaderos ralentizan su producción de panes salados, aunque nunca faltan cachitos ni dulces. Los guardias nacionales matraquean. Los bachaqueros se organizan en mafias. Determinados funcionarios públicos sabotean las importaciones, las aduanas, los trámites.

"Yo estoy en guerra, mi pana", le decía Lorenzo Mendoza a Ricardo Haussman con absoluta claridad de su rol histórico, en una grabación dada a conocer en octubre pasado. Claro que lo está, y desde 1998. Es el principal artífice del desabastecimiento, el acaparamiento y la especulación, con lo que ha multiplicado sus ganancias de manera inédita en estos últimos años.

¿Estamos en guerra nosotros? Pues como dice Luigino Bracci, -ahora refiriéndose a Movistar, Movilnet y Cantv- definitivamente quienes toman decisiones comunicacionales parecen no estar conscientes de lo que se está viviendo. Desde hace años que no provoca ver las declaraciones de funcionarios de determinadas empresas públicas, porque sus discursos son absolutamente divorciados de la realidad que vivimos todos los usuarios de estas empresas.


Claro, siempre es lo mismo, como en un disco rayado. Sus palabras están dirigidas principalmente a sus jefes y superiores, diciéndoles que sí cumplieron con tal plan o con tal meta, y no están dirigidos a quienes tenemos que sufrir los problemas día a día como usuarios de estas empresas públicas.


Veerg…, ¡asesoren bien a estos compas, para que sepan qué decir y cómo anunciar estos coñazos duros que tenemos que aguantar los usuarios de estas empresas, y en particular aquellos que trabajan en el área comunicacional del gobierno bolivariano!

A pesar de eso, prefiero confiar –como dice Luigino Bracci- en Nicolás Maduro y esperar que este plan, uno más entre tantos- como la nueva Gran Misión Abastecimiento Soberano que está poniendo en marcha, ayuden a cambiar estas realidades que bastantes problemas nos están trayendo. Con nuestra muy justificada molestia, ¡nunca dejemos de ver el bosque completo y no solamente un par de árboles!

¡Eso sí, especulador (o delincuente, o ladrón, son palabras sinónimas) que sea agarrado en flagrancia, ganchos con él. Y cero impunidad!. Además, deben ser expuestos a la vindicta publica para que sirvan de escarmiento a los demás.



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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