El socialismo bolivariano de Venezuela es el punto de partida para el mundo entero en el comienzo del presente siglo, con un pueblo progresista emergente y una gran revolución político-cultural que enfrenta al capitalismo global y el imperialismo estadounidense. Un socialismo donde el ser humano convive con la naturaleza para concebirse otra vez como centro del universo expandiendo su potencial y talento, donde no existe clase dominante, hay otro modo de pensar y se proclama una vida libre y gloriosa; tal como catalogó Simón Bolívar a la revolución independentista de América contra los imperios europeos en la Carta de Jamaica, o Friedrich Nietzsche al renacimiento después de trascender al mundo medioeval y el papado católico con su función hegemónica y espíritu imperialista.
El heroico pueblo venezolano ha declarado la guerra al capitalismo y de nuevo al imperialismo en su dura realidad, anunciando lo importante que es avanzar y vencer por la vía de los hechos, de los resultados y a costa de grandes sacrificios; más aún, proclamando la victoria por efecto de una superioridad político-ideológica y su innegable constatación. Persuadido además que en ciertos momentos el ataque se agota al avanzar, pero insistiendo en que la victoria debe ser buscada lo más posible en las cercanías del punto de partida; cual es la definitiva libertad, soberanía e independencia declarada por cuarenta patriotas de las siete provincias de Venezuela, en 1811; y por el comandante supremo Hugo Chávez con la situación inicial planteada en El Libro Azul, en 1992.
El socialismo bolivariano propugna no olvidar a la política por la pura economía que depende del capital y de los productos extranjeros. El criterio de utilidad económica no es suficiente para observar la transformación de las sociedades; hay que considerar el criterio político, evaluando si cada paso que se da es objetivamente necesario y corresponde a un interés colectivo cierto, aunque sea de largo alcance.
Por ello, el pueblo venezolano sabe interpretar que la época del capitalismo y los imperialismos llega a su fin, mostrando manifestaciones de escaso alcance global; y clama a los pueblos que despiertan en el mundo, introducirse enérgicamente en la estructura multicéntrica de tendencia unitaria, introduciendo un nuevo equilibrio en las fuerzas pluripolares para crear las condiciones de un rápido desarrollo progresista que revigorice tal estructura. ¡Viva el socialismo bolivariano! ¡Gloria al bravo pueblo venezolano!
