Y sobre drogadictos

Hablemos sobre las drogas

Esa cultura impuesta a los gobiernos títeres de la República Bolivariana por el imperio desde la segunda guerra mundial hacia nuestros días, no solo nos inoculó el capitalismo salvaje y la compradera de cosas que no necesitamos, sino que también nos envenenó con esa forma de ver la vida como si no fuese importante, que también fue inoculada por el pentágono a los propios ciudadanos norteamericanos y así lograron y logran tener a todo el pueblo de los Estados Unidos como aletargado ante un gobierno a todas luces, terrorista. De ahí que su experimento con las drogas “se les fue de las manos” y por eso mataron a James Marshall Hendrix (Jimmy) a Janis Lyn Joplin, (Pearl) y a James Douglas Morrison (Jim).

Lo extraño de todo, es que los matan a los tres a los 27 años, la edad de Kurt Kobain (Nirvana) al momento de morir. Tuvieron que hacer eso porque al escaparse el control gubernamental del estado hacia las drogas, estos jóvenes se convirtieron en mal ejemplo para una sociedad extremista de nerds y de hippies que consideraban la guerra como algo horroroso y su consigna era AMOR Y PAZ, “dile no a la guerra de Vietnam”, no sé ¿porque los abusos de los norteamericanos son llamados “guerras” si los contrincantes siempre son los peces pequeños? Por eso se piensa que, también fue un encargo la muerte de John Lennon ya que su “nota” de amor y paz molestaba mucho a los gobiernos norteamericanos, guerreristas desde su génesis.

Total que son famosos los rockeros, que aguantaban una droga llamada acido lisérgico (LSD) que era alucinante y que el que consumía dos deep purple (LSD) era considerado un Dios, ya que con esa “traba” o “nota” podía tocar y cantar. Toda esa “cultura” decadente se presentó en nuestros países también y es tan así la cosa que a los latinos les gusta mucho en su vestimenta palabras en ingles y en general ese american way of life, (imposible de lograr) que fue superando nuestra propia cultura y gracias a Dios llega Chávez, porque si no, tuviéramos un Ricky Martin de presidente. En Venezuela, mucha gente conoce la marihuana, la cocaína, el éxtasis, entre otros aunque sea de vista. Al tener al lado a nuestra hermana Colombia, con ex presidente, narco y paraco ¿tú me dirás?

En nuestros barrios y urbanizaciones pulula la droga y eso desde los años 60. Te podrás imaginar cómo ha variado de precio, donde dicen que en los bajos fondos un kilo de marihuana vale de 12 a 14 mil bolívares. Y al estar tan cara, los consumidores andan como locos ya que con 100 bolos tan solo consiguen 2 “cachos” (cigarrillos) así puede comprar el que tiene plata, cuando hay porque el desabastecimiento ”controlado” también llegó a las drogas, para mantener alterados a los enfermos que las consumen siendo éstas altamente adictivas. Igual con el “perico” llamado así porque el que lo inhala, no para de hablar y como es una droga más cara, con 500 bolívares compran los enfermos como 10 o 12 “pases” como llaman a cada toque que se dan del polvito blanco. Estadísticas que pueden variar de acuerdo a la zona geográfica.

Hoy además del éxtasis, que es caro pero en realidad no sé cuánto valen esas pastillitas, la juventud está usando mucho la heroína, metiéndose pinchazos en las venas de las manos y hasta por las uñas, y detrás de las rodillas. Dios, una cosa terrible, porque es tan adictiva que dicen que si lo pruebas no te sales, como Héctor Lavoe o Cheo Feliciano, entre muchísimos otros. Se conoce que gran parte del mercado de las drogas, se maneja desde las cárceles venezolanas y muchos presos de la hermana república que están en nuestros recintos carcelarios, son los que están a cargo de la venta “al mayor” de varios de estos “rubros” que llegan a Venezuela por los caminos verdes y por los asfaltados también, desde la vecina nación.

Debemos como padres y abuelos, encontrar la medida exacta sobre cual aplicar en nuestra sociedad, ya que no debemos llenar las cárceles de consumidores y eliminarlas las drogas de raíz tampoco es lo correcto. Imagínense millones de drogadictos enfermos sin su “medicina” por nuestras calles, manejando, tomando, viviendo con una arrechera como la de CAPriles, que puede llevar a una tragedia, como pasó cuando “el CAPrilazo” donde murieron 11 chavistas por parte de las hordas de la derecha guarimbera y asesina. Legalizar como en Uruguay o en otros lugares, no se si resulta conveniente, pero debemos estar claros y no engañarnos, porque todos en Venezuela tenemos o conocidos, o familiares incursos en este mundo irreal y de drogas tan disimiles que, por ejemplo, los que fuman marihuana, andan con hambre y sueño aletargados y los que consumen cocaína, andan sin hambre y sin sueño, empericados.

Nota: toda esa cultura gringa de las drogas, cultura decadente, entró a nuestra patria como perro por su casa, en los gobiernos de la cuarta que no escatimaron en aplicar en Venezuela cualquier vagabundería que al imperio se le ocurriera; una maldición, por eso no se puede estar pactando mucho con la derecha, donde por cierto, hay que hacer un antidoping general.

Ya estamos tan atrapados por el submundo de las drogas, que en los campamentos de los desestabilizadores “estudiantes” que quieren ¡un mejor país”, encontraron drogas por bojote y esa es la clase social que quiere gobernar esta patria, no quiere un gobierno antidrogas sino uno como el gringo, el uruguayo o el colombiano. Que buscan legalizar para ganarse una Boloña como la de Uribe, que tiene tanto y en vez de ayudar a su pueblo, lo gasta en la desestabilización de Venezuela.



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Jorge Osorio Rojas


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